PASIVIDAD EN EL TRABAJO: LADRONA DE VIDA Y OPORTUNIDADES
Es importante que, con cierta regularidad, lleves a cabo un análisis personal relacionado al manejo de tu vida laboral. Por ejemplo: ¿Te sientes en control de tu trabajo? Me refiero a si estás siendo proactivo/a, si tomas la iniciativa, si estás manejando un proceso de mejora continua de ti mismo/a.
Si, por el contrario, mantienes una actitud reactiva, a la espera, aguardando instrucciones, es decir, una actitud pasiva, puedes esperar algo de lo siguiente:
· Pasar desapercibido en general, sin ser tomado en cuenta por los encargados.
· Las oportunidades para participar en proyectos especiales y de crecimiento, estarán menos disponibles para ti, no podrás aprovecharlas.
· Te darás cuenta que compañeros avanzan en posición y responsabilidades a pesar de que en tú piensas que has hecho un “buen trabajo”.
· No utilizarás las oportunidades que estén disponibles para exponer tus buenas ideas porque no tendrás el valor de hacerlo.
· Tu auto-concepto estará dañado pues siempre estarás “jugando a lo seguro”, sin tomar retos, no estarás desarrollando tus conocimientos, habilidades y ampliando tu experiencia. En tu auto-estima, sentirás que no puedes mejorar y que debes conformarte con lo que tienes.
· Las razones de tu pasividad pueden ser variadas:
o El estilo de crianza que recibiste.
o Creencias religiosas mal entendidas que te hacen pensar que todo lo que te ocurre depende de fuerzas externas a ti.
o La cultura a la que perteneces, donde “tomar la iniciativa” no es bien visto.
o Malas experiencias previas que han condicionado tu comportamiento.
o Ausencia de esfuerzo y disciplina para llevar a cabo actividades que te potencien y desarrollen.
o Otras.
Lo quieras o no, todo lo anterior puede generar emociones negativas como cólera, resentimiento, frustración y otras que, de no identificar sus causas y buscar soluciones, van a generar comportamientos como:
· Reacciones pasivo-agresivas hacia tus compañeros de trabajo o tus jefes.
· Críticas negativas-destructivas hacia los que están logrando avanzar y destacar a tu alrededor.
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· Una visión negativa, pesimista, de tu vida y proyectos personales.
· Desconfianza, desprecio hacia los demás.
· Auto-sabotaje en tu propio trabajo e incluso en tu vida personal.
· Períodos de depresión, descuido de tu salud y apariencia, lenguaje interno lleno de juicios para ti y para otros, dudas, incertidumbre e inseguridad.
Veamos algunas recomendaciones que podrían ayudarte si te has identificado con alguna de las situaciones anteriores:
1. Revisa el inventario de tus conocimientos y habilidades en el contexto de tu situación actual, es decir, revisa “lo que puedes hacer en este momento” contra “lo que se supone que debes poder manejar” en el puesto donde estás:
a. Identifica tus áreas fuertes, las habilidades en que eres bueno y busca cómo desarrollarlas aún más. (Puedes buscar los niveles de desarrollo de competencias para que te hagas una idea de qué y cómo puedes ir mejorando).
b. Identifica tus áreas débiles y prepara un Plan de Trabajo para desarrollarlas. Si necesitas ayuda, puedes pedir a los encargados de capacitación por material, cursos o, puedes buscar compañeros que manejen muy bien los temas que buscas y pídeles mentorías para ir trabajándolos. Si vas mejorando tus áreas poco desarrolladas, también mejorará tu auto-concepto y tu auto-estima. La imagen de ti mismo se fortalecerá con una base sólida, no superficial.
c. Familiarízate con recursos gratuitos que están disponibles en internet: cursos, videos, libros, artículos, plataformas de cursos gratis, etc.
d. Considera orientación psicológica o psicoterapia para abordar temas que requieran atención especializada.
e. El coaching está cada vez más disponible para trabajar temas específicos a corto plazo.
Este tipo de retos son muy personales, requieren tomar una decisión y aferrarse a ella hasta que logres los avances que te has propuesto.
Con un poco de suerte y usando tu astucia e inteligencia, puedes encontrar a alguien que se tome el tiempo para apoyarte; en mi experiencia, siempre hay alguien con esa disposición. Si no los hay, vas a tener que buscarlos y convencerlos, disponerlos a tu favor, recuerda: si no encuentras condiciones propicias, vas a tener que crearlas.
Iniciar y mantener excelentes relaciones con todas las personas con quienes trabajas es algo que debes tener muy en cuenta. Las buenas relaciones mantienen puertas abiertas, una imagen positiva y buena disposición de los demás hacia ti.
La vida no es larga, es corta, no hay tiempo para dejar el control en manos de otros, son nuestras decisiones, nuestras oportunidades, nuestras vivencias, las que hacen que el paso por la vida valga la pena. No te permitas que una buena vida se te escape por falta de acción de tu parte. Atrévete, prepárate, intenta, vuelve a intentar, sigue adelante, disfruta el camino y la compañía, sólo pasarás por aquí una vez.