¿Pastilla roja o azul?

¿Pastilla roja o azul?

Los que nos dedicamos a buscar internamente, solemos decir que nos hemos tomado la pastilla roja. Hace referencia a Matrix, la famosísima película en la que Neo, su protagonista, tiene la intuición de que nada es lo que parece en el mundo. Cuando le contactan, le obligan a elegir entre olvidar esa búsqueda de Matrix (la verdad) y no saber lo que hay, no darle vueltas a la cabeza (tomarse la pastilla azul), o darse cuenta de la realidad , y salir ahí fuera sin tener garantía de éxito en la búsqueda (pastilla roja).

Los coaches, sobre todo cuando nos juntamos, tenemos esa tendencia a ser un poco “hierbas” y exagerar. Hemos descubierto que el cambio está en uno mismo, y que conocernos mejor hace que conozcamos mejor a los demás y al mundo que nos rodea (y con más cariño). Y eso, en general, “nos vuela la cabeza”, y caemos excitados en pensar dualmente; o una cosa o la otra, sin término medio.

Esto de pensar que es o una cosa o la otra, es una tentación muy generalizado en la sociedad en la que vivimos. Podemos echar un vistazo a lo que nos rodea en todos los ámbitos: social, económica, políticamente...Si eres esto, no puedes ser lo otro. Y si no eres lo otro, es que eres eso.

Pasar por un proceso de Coaching significa saber más de uno mismo, con el objetivo de estar mejor, incluido en el ámbito ejecutivo (y laboral en general). Se ve mejor, con más perspectiva, y aprendemos a desarrollar habilidades que nos permiten desenvolvernos mejor en el trabajo y en la vida. Y esto no significa lanzarse al vacío, o irnos al “lado hierbas de la vida”.

Los procesos personales son eso mismo, personales, y por tanto, individuales e intransferibles. Hay tantos tipos de procesos como personas.

Pero lo más importante es darnos cuenta de que es un PROCESO. Partimos de diferentes situaciones, necesitamos darnos cuenta y desarrollar cuestiones diferentes, tenemos ritmos de aprendizajes diferentes...etc. Y dependerá de cada persona llegar hasta donde pueda o quiera.

Reducir todo un proceso vital a esta dualidad entre, tomarse la pastilla roja y despertar, o la azul y continuar durmiendo, es absurdo. A veces nuestras circunstancias no nos permiten ir más allá de cierto avance, y sería un poco kamikaze lanzarnos sin más a lo desconocido. Ojo con los melones que abrimos, porque tienen que adecuarse al “timing” de la persona.

Entonces, ¿me quedo como estoy? Sería igual de suicida no darse cuenta de que hay mucho más, y seguir siendo inconsciente, no querer saber. Así las cosas, todo empeorará, aunque vivamos una temporada en un limbo en el que parece que no pasa nada. O nos ponemos manos a la obra, o en junio vienen lo lloros...

A veces da paz.

Interesante articulo

José Ramón Pérez Fernández-Sayar

Cofundador y Director General at THODO | IE Business School

3 años

Excelente reflexión Raúl. Personalmente trato de evitar las elecciones entre binarios. Cada uno, con sus circunstancias, mochilas y propósitos de vida. Y la vida son muchos grises y pocos blanco o negro.

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