Pedro y el lobo
Estaba pensando en cómo se nos está intentado convencer de las bondades de la economía española, de que hemos entrado en la senda del crecimiento y que la recuperación es sólida.
Creo que cualquier persona con un poco de sentido crítico estará de acuerdo en la fragilidad de la recuperación de la economía. Considero que dicha recuperación se ha basado más en unas condiciones macro favorables que en las medidas llevadas a cabo por el actual gobierno.
Como decía, España se está beneficiando de una serie de factores poco frecuentes si tomamos los datos macro desde principios de siglo.
El excepcional precio bajo el que cotiza el crudo, desde máximos de 149 dólares en 2008, ha beneficiado sin duda a una economía con una alta dependencia del petróleo. En el mix energético los hidrocarburos son, sin duda, la fuente utilizada en mayor proporción
Otro de los factores que ha ayudado a España a equilibrar su déficit por cuenta corriente es la relativa debilidad del euro respecto del dólar, sin duda, el abaratamiento de las mercancías denominadas en euros mejoran su competividad respecto del dólar.
Pese a todo ello, si nos fijamos en aquellos sectores que más crecen de la economía descubrimos que estos siete años de crisis no han servido para nada, de manera lamentable, los sectores más pujantes son el turismo y la construcción.
Lo más indignante es que aquellos que nos gobiernan se enorgullezcan del crecimiento de España cuando deberían estar avergonzados.
En las únicas cosas en las que nos poníamos y nos ponemos de acuerdo los economistas es que a este país le hace falta un cambio radical de modelo productivo, es objetivamente necesaria una transición hacia sectores con mayor valor añadido.
La pujanza del turismo, que bienvenida es, por otro lado, viene dada por la primavera árabe, las guerras y la inestabilidad en oriente próximo, pero no es suficiente para ejercer como fuente de crecimiento sostenible a largo plazo.
Lo que los gobernantes deberían hacer, en vez de vanagloriarse tanto, es alertar a las familias de que en cuanto suban los tipos de interés, sus cuotas hipotecarias subirán, debería explicar a las familias que ahora que sus cuotas han bajado deberían intentar ahorrar.
Por qué si la población olvida este factor, en cuanto se piensen que ya estamos otra vez creciendo como antes de la crisis y con nuestra euforia tan típica se van a topar con un golpe durísimo cuando los bancos centrales dejen de manipular e intervenir los mercados de capitales y asuman de una vez que mantener artificialmente bajos los tipos de interés no hace más que perjudicar a la economía e incentivar el crecimiento de uno deuda que ya es excesivamente alta.
Rajoy está haciendo lo contrario a Pedro cuando ve al lobo, en vez de alertar de que viene, lo que hace es ocultarlo. El golpe va a ser duro.