Pensamiento apreciativo: el lente para transitar en un camino de crecimiento
El pensamiento apreciativo te permite ver lo positivo y lo mejor de cada cosa, situación y persona.
Eso aplica para lo que piensas de ti mismo y tus diálogos internos, así como también para las conversaciones que se generan en tu organización y dan forma a su cultura.
“Sólo hay dos formas de vivir la vida: una es pensando que nada es un milagro y la otra es creer que todo lo es”. Albert Einstein
No se trata de negar los problemas, dificultades o debilidades sino de poner el foco en lo mejor de cada cosa y lo que tienes. Es pasar del juicio a la observación y mirar tus posibilidades.
El enfoque apreciativo es pasar de, “me equivoqué” a ¿qué puedo aprender de esto? O de ¿quién provocó esto? a ¿cómo podemos solucionarlo? Es decir, es un cambio de mirada que no busca culpables, sino soluciones y fortalezas para lograrlas.
El pensamiento apreciativo es la puerta para el cambio y el desarrollo tanto personal, como organizacional, porque pensar diferente, te genera emociones diferentes y, por lo tanto, actúas de forma diferente. Además, dependiendo de cuáles son tus pensamientos y emociones movilizas procesos químicos que afectan a tu salud física y mental y por supuesto, a tu eficiencia.
Si decides apostar por el pensamiento apreciativo, verás cómo se traduce en algunos beneficios:
Esta es una habilidad que es posible aprender, ejercitar y potenciar.
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Identifica si estás enfocándote en el punto negro o en la pared blanca, en los problemas o en lo bello que la vida tiene ahora mismo para ti y para los que te rodean.
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