Detenerte: más que una opción, una estrategia
“La mente es como el agua, cuando está calmada y en paz puede reflejar la belleza en el mundo. Cuando está agitada puede tener al paraíso enfrente y no lo refleja”. David Fischman
Ciertamente vivimos en un mundo agitado y eso no significa que debas renunciar al ritmo de tus propios procesos. Es normal y saludable hacer un alto y repensar las cosas en la vida.
De hecho, tan importante como enfocarte en tus objetivos y metas, es detenerte a reflexionar sobre las acciones y decisiones que vas tomando. Eso te permite revisar si estás avanzando en la dirección correcta o si debes hacer ajustes.
Hay varios momentos en los que conviene parar para mirar en perspectiva. Los inicios y finales de proyectos, el final de cada día, cuando debes tomar una decisión importante y claro, cuando veas mucha agitación en tu vida.
Puedes hacer ese alto de muchas formas:
Hay muchas formas en las que puedes hacer una pausa y hacer de ese espacio una valiosa experiencia. Lo importante es reconocer cuándo y cómo necesitas hacerlo pues no todas las circunstancias son iguales.
Utiliza estratégicamente esos espacios de reflexión para validar el camino que estás siguiendo, hacer acciones de mejora, generar ideas frescas y siempre busca la oportunidad para recargar energía y continuar con fuerza y determinación tus planes y proyectos.
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