Personas clave

Cuando hablamos de la importancia que tiene el animarse a incorporar nuevos talentos sin experiencia, tenemos que ser conscientes de que esto implica un fuerte compromiso de parte de la empresa y de la persona que va a estar a cargo de este nuevo ingreso.

Carla nos contaba que: “Uno de mis jefes me ha enseñado mi trabajo de cero, luego de equivocaciones y aciertos logré ser capaz de hacer mi trabajo de la mejor manera”.

 Por mi parte mi jefe en ese primer trabajo, exclusivamente dedicado a mi profesión, me marcó de igual manera. Entré para cubrir una licencia de maternidad, y para darle una mano a la analista Sr. del sector. Un par de días después de que yo ingresara ella renunció, haciendo que se replanteara todo el esquema que se había implementado. Me quedé fría, imagíname yo tenía 23 años, cero experiencia en RRHH, pero todas las ganas de hacerlo bien.

 Mi jefe vino a mi oficina con unas carpetas, las puso sobre el escritorio y me dijo: “Tengo mucho trabajo y no te puedo explicar todos los detalles, vos empezá a ver las cosas y con lo que te trabes vení a verme”. Me acuerdo que él no se había terminado de ir de la oficina que ya en mi mente estaba resonando la frase de “Yo no voy a perder este trabajo”. Y así un poco autodidacta y un poco preguntando, con los demás miembros del área sacamos adelante esa situación.

 Por un flechazo con la materia de Administración de personal. Maxi emigró de la carrera de Lic. en Administración de la UNLU, (casi terminandola!) a estudiar RRHH en la UCES. Y nos contaba lo siguiente: “Tuve la suerte de tener muy buenos docentes que me ayudaron a amar mi profesión, pero también hubo una persona ya fallecido que era encargado de personal de CIBA Visión (una empresa dedicada a la fabricación de lentes de contactos) que me hablaba con tanta pasión acerca de la profesión que siento que me la contagio”. 

 Personalmente considero que la pasión siempre llama a la pasión, la potencia y la contagia, y de nuevo caemos (y caeremos muchas veces más) en la importancia de los docentes para nuestra formación y a lo largo de toda nuestra vida.

 Maxi también nos compartía que: “Me acuerdo una frase de Miguel en una de nuestras charlas: “Mirá Maxi nosotros los de RRHH estamos en el medio de estas 2 cosas, en una mano tenía la LCT y en la otra el manual de procedimiento de la empresa en donde él trabajaba... Primero que nada tenemos que balancear esta relación y por otro lado tenemos que estar en el medio de estas para poder gestionar esa relación...” Si bien pasó hace casi 15 años todavía me acuerdo las interminables charlas que teníamos de esas cuestiones...”

 Hay una frase de Mario Benedetti que dice: “Si las cicatrices enseñan, las caricias también” Se habla mucho de los malos jefes (y con razón), de que muchos talentos renuncian a un mal estilo de liderazgo. Pero no hay tantos mensajes hacia quienes sobresalen en esta tarea que podríamos decir que es vital.

 Mi jefe me enseñó a trabajar, fue tan generoso que siguió dándome la oportunidad de aprender e interiorizarme en todos los temas que iban surgiendo, me empoderó, me dio su confianza, y sin duda influyó notoriamente en la profesional que soy hoy.

 Carla nos decía también que: “Hoy en día él ha delegado tanto y con gran confianza en mí, que se ha olvidado de cómo hacerlo él; y hasta me lo tiene preguntar a mí a veces jaja. Creo que eso me ha enseñado que nada es imposible, que el conocimiento es valioso; y en un grupo de trabajo es muy importante saber y poder delegar. Además de tener paciencia para capacitar al otro (cosa que hoy en día escatima) y ganas de mejorar día a día!

 Sin duda estas personas evolucionan de jefe a mentores y nos abren la puerta para crecer y permitirle crecer a los demás. 

 Para cerrar este artículo me gustaría compartirles unas reflexiones finales.

 Le pregunté a Carla si tuvo la posibilidad de formar a alguna persona, a lo que me respondió lo siguiente: “Aun no, pero no dudo que cuando lo haga será recordando esto mismo”

 Por su parte Maxi me decía: “Hoy me considero un apasionado de los RRHH y si bien debemos cuidar los intereses de la organización, entiendo que cuidar el bienestar de los miembros es también tan necesario como lo primero...”

 Puede que hayas vivido una experiencia similar a la nuestra o puede que te haya tocado lidiar con jefes que fracasaron en su rol de líder. Pero creo que la importancia está en tener presente que siempre podemos ser esa persona capaz de formar, guiar e inspirar a alguien más.

 Y vos qué experiencia viviste en tu primer trabajo?

Tenes algún mentor que te haya marcado como profesional? Sabe que logró hacerlo?

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