Por la salud y la sostenibilidad
Podemos alimentarnos bien, cuidar nuestra salud y colaborar en la sostenibilidad ambiental. La responsabilidad individual suma fuerzas entre un colectivo de personas cada vez más concienciado con la necesidad de poner énfasis en el cuidado de nuestro planeta.
En Campelo siempre hemos mimado nuestro entorno. Los bosques son, a nuestro juicio, tesoros de la tierra y, si los cuidamos adecuadamente, nos ofrecen lo mejor que tienen: productos saludables, nutritivos y cargados de sabor cien por cien natural.
Así que, claro que sí. Cuidando nuestro cuerpo podemos cuidar también el entorno y convertirnos en habitantes sostenibles de este planeta verde que nos acoge.
Las joyas de la tierra como las castañas o los ajos son nuestro mejor premio a una actitud responsable y por ello cada año invitamos a los niños a través de nuestra acción de Responsabilidad Social Corporativa, Campelo Bosques, a conocer más los bosques, a aprender a protegerlos y a cultivar sus propios castaños para seguir incrementando el tamaño de la capa verde de nuestra tierra.
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¿Y cómo ser sostenibles con la alimentación? Limitando productos procedentes de la sobreexplotación, especialmente en el caso de los alimentos de origen animal, de producción intensiva, que generan graves problemas socioambientales, deforestación y producción de enormes cantidades de gases de efecto invernadero con consumos muy elevados de agua.
Hay alimentos que pueden evitar todo eso, que son altamente nutritivos y saludables. Nuestras castañas, por ejemplo, proceden de sotos de castaños con ejemplares milenarios que sustentan una enorme variedad de fauna y flora locales. Los árboles son los auténticos pulmones de la naturaleza y en Campelo los cuidamos por encima de todo.
Y, además, los frutos que van directamente del campo a la mesa pueden ser ecológicos, eliminando los perniciosos efectos de pesticidas que contaminan suelos y ponen en riesgo la salud de los trabajadores y habitantes. Y los sotos que están en producción están limpios, porque nos preocupamos de desbrozar las zonas, eliminar ramas caídas y secas, especialmente antes de iniciarse la época de recogida. Todo ello limpia el bosque y reduce de forma notable los efectos de los incendios de los bosques, algo que antes hacían las antiguas generaciones cuando recogían leña para calentar sus hogares y cocinar y que ahora no es necesario con los nuevos sistemas de calor.
Por eso, apostamos por seguir siendo naturales, sostenibles y colaborando en la salud de aquellos quienes han decidido que todos podemos hacer algo por el planeta.