¿Por qué el hombre ha tardado tanto en prestar atención al cambio climático?

Hace poco alguien preguntaba en un post ¿Por qué el hombre ha tardado tanto tiempo en prestarle atención al cambio climático? Yo respondí más o menos esto: “que hasta hace unos pocos años, el ser humano creía que el planeta Tierra tenía una capacidad infinita para absorber y tolerar la acción de los humanos y que no tenía importancia preocuparse por ello. Pero de un tiempo acá la naturaleza ha mostrado que ya no puede con tanto daño, con tanta contaminación y ha empezado a manifestarse de manera preocupante. Está llegando a los límites de saturación.”

Hoy quiero agregar que lo que realmente hay que destacar en esta tardanza es la tendencia del hombre a no obedecer a las leyes de la naturaleza, a creer que él todo lo puede y considerarse el amo del universo, con autorización supuestamente de Dios para dominar a la naturaleza. Y todo solo porque tiene capacidad para pensar. Ese don dado por Dios, lo ha enceguecido. Su ego en extremo estimulado lo ha hecho terco en demasía. Los conocimientos que ha logrado desarrollar lo marean, lo llenan de júbilo y lo hacen sentirse TODOPODEROSO, tanto que están manipulándolo todo y quieren hacer lo que ni Dios se atrevería: a crear vida artificial. El ser humano sueña con un mundo paradisíaco donde la tecnología lo puede hacer todo.

Por esa terquedad y ese delirio de grandeza es que no hace caso a las señales que la naturaleza envía; no acata sino solo lo que en sus laboratorios experimenta como verdad, como ciencia. Por eso es que la especie humana es la única que puede tropezarse mil veces con algo y no enmendar, hasta que ya realmente no puede. El ser humano solo acepta que se ha equivocado cuando toca fondo. Ahí y solo ahí es cuando empieza a rectificar y buscar soluciones a su vida, a reconocer sus errores. Pocos son los que despiertan a tiempo.

Hay que desinflar al ego que nos domina, bajarnos de esa nube y salir de esa burbuja de delirios en la que nos hemos encerrado. Tenemos todos que empezar a escuchar nuestra voz interior, a mirarnos hacia adentro, a preguntarnos: ¿qué somos realmente?, ¿qué hemos venido a hacer en este mundo?, ¿lo que hacemos es lo correcto? Tenemos que empezar a mirar los resultados que hemos cosechado y las consecuencias que estamos obteniendo. Preguntarnos si con toda la ciencia, con todos los avances, con todo el desarrollo económico, tecnológico y científico, hemos logrado la felicidad y el bienestar de la humanidad, la paz y los buenos deseos de millones de personas a lo largo de la historia humana.

La tarea no es fácil, pero tampoco es imposible. El único gran problema, es el poco tiempo de que disponemos para enmendar y tratar de salvarnos del colapso. Si empezamos pronto, ahora mismo, es posible que lo logremos. En mi corazón aliento esa esperanza y en mi mente la ilusión de que #unmundomejoraúnesposible, y de que #juntos podemos.

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