¿Por qué emprender si "todos" solo quieren tener un empleo?
Muchas veces sentimos que ciertas cosas podrían hacerse de otra manera, o que no hay cierto producto y lo podríamos crear. ¿Y por qué no nosotros?
Las historias de emprendedores se cuentan en la misma cantidad que empresas hay. Quienes lograron su objetivo disfrutan del enorme placer de llevar a la realidad lo que estaba en su imaginación, en sus sueños, y además tener su medio de vida disfrutando de lo que hacen.
Bette Nesmith Graham, una mecanógrafa y artista plástica de Dallas, Texas, EE.UU., ante la necesidad de corregir errores en sus trabajos, comenzó a emplear una pintura a base de tempera que mejoró con la ayuda de un profesor de química de la escuela local en 1951. Así inventó la pintura correctora. La producía con el nombre “Mistake Out” en 1956. Luego el nombre fue cambiado por el de "Liquid Paper" cuando comenzó su propia compañía.
Joy Mangano, una madre soltera de dos hijos, quien crea el Trapeador Milagroso (Miracle Mop), y comienza una compañía atravesando una cantidad de tropiezos e inconvenientes hasta establecerse como una gran empresaria y creadora. La historia fue llevada al cine en el film "Joy", protagonizada por Jennifer Lawrence.
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Historias de personas que vieron una posibilidad y tuvieron una idea para mejorar lo conocido y resolver un problema, hasta imaginar y crear algo nunca visto. Vencieron resistencias y pesimismo. ¿Qué los hace diferentes? La decisión de hacerlo. Y la búsqueda de soluciones a cada uno de los inconvenientes que enfrentaron. “Si tú no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos”. Con ésta frase Steve Jobs nos muestra que la gran mayoría de los emprendimientos han surgido del deseo, de la imaginación, de la pasión que sintieron las personas por llevarlos a la realidad. Las acciones de los emprendedores cambian al mundo tanto como a sí mismos. Sería casi inadmisible para ellos ver que aquella idea que alguna vez tuvieron y no siguieron fue llevada a la realidad por otro.
Muchas personas trabajan en empleos que no disfrutan o incluso detestan. Nos tomamos mucho tiempo y análisis para decidir las elecciones de nuestra vida: qué estudiar, tener pareja, ser padres, dónde vivir. Pero sin embargo aquello que nos tomará al menos nueve horas diarias de lunes a viernes durante décadas de nuestra vida parece no ser tan relevante más allá de ser una fuente de ingresos. ¿Por qué no intentarlo? De qué sirven los "me encantaría...", "yo sería feliz con...", "en ése local yo pondría..." si no lo intentamos.
¿Cómo sería el mundo si Jack Ma no hubiera creado Alibaba, o Richard Branson su aerolínea Virgin, o George Bezos su tienda virtual Amazon, o Ray Crock la franquicia de McDonald's? Nunca lo sabremos, porque sí lo hicieron.