¿Por qué hay que revisar el Capitalismo?
¿Por qué hay que revisar el Capitalismo?
Ahora hablemos de por qué hay que revisar el capitalismo para lograr un desarrollo sustentable. Las reglas por las cuales se rigen la Bolsa de Valores y las grandes empresas datan de la época de la Monarquía; cuando se hicieron las leyes que sometían al pueblo al servicio de la élite.
Hoy, casi ya no quedan nuevos territorios para conquistar, explotar y extraer de ellos su gran valor material y humano. Y en las plazas donde ya están establecidas las grandes corporaciones, la tecnología está eliminando lo poco de valor que devolvían a la comunidad a través de la creación del empleo, aunque fuese mal pagado.
Hemos llegado al punto de ruptura. Si queremos ver un desarrollo sustentable de la humanidad, hay que repensar la estructura actual del capitalismo.
El camino de la concentración cada vez mayor de la riqueza en menos manos no es una solución viable, aunque el uso de las nuevas tecnologías lo permita.
Nos toca visualizar y reprogramar el mundo en el cual nos gustaría vivir. ¡Evitemos convertirnos en las víctimas de nuestro propio éxito mal entendido! El hecho que se puede concentrar más rápidamente mayor valor en menos manos, y de paso desplazar al ser humano y destruir la economía de las comunidades en las cuales se opera, no significa que esto se debe hacer.
Estamos llamados a un nuevo renacimiento. A la construcción de modelos de negocio más lógicos, más humanos, y a la larga más rentables.
Simplemente llevemos el fenómeno actual a sus últimas consecuencias. Las grandes corporaciones se vuelven cada vez más poderosas y eficientes gracias a la tecnología. Cada vez se requiere de menos personas para operar los sistemas día con día más perfeccionados. Se polariza el mundo. De un lado, unos cuantos ultra ricos de la élite, y del otro, una clase media que se empobrece rápidamente volviéndose clase baja.
Entran, ante esto, los gobiernos al quite con programas de subsistencia. Y la vida se vuelve gris.
Ahora veamos otro escenario: Las grandes corporaciones reaccionan; se dan cuenta que en comunidades sometidas y pobres, la falta de desarrollo destruye el negocio. Asumen su rol como generadores de riqueza y desarrollan a las comunidades en las cuales participan.
En vez de destruir valor extrayéndolo de la comunidad para canalizarlo hacia arriba, ahora crean un sistema híbrido de creación de valor en el cual la comunidad participa, y juntos generan riqueza y un sistema sustentable que se alimenta a sí mismo para crecer y prosperar. En vez de estrangular la economía local, buscan fomentarla y promueven el desarrollo de los proveedores del lugar.
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¿Cómo se vería esto en acción?
Les doy un ejemplo, digamos que somos una gran cadena de autoservicio y decidimos ayudar a desarrollar al mercado local. Para ello el supermercado incentiva a los agricultores locales a adoptar mejores prácticas de cultivo e incluso les ayuda a financiar iniciativas de tecnología de punta como la construcción de granjas verticales en la localidad.
Después les ayuda con la promoción y venta de la producción. Les ofrece su estacionamiento para realizar en él el bazar dominical y les compra a un precio preferencial la verdura que no se vendió, la cual ellos venderán a lo largo de la semana.
Ahora volteemos a los bienes de consumo. Aquí la corporación ayuda a la comunidad a generar riqueza desarrollando microempresarios. Incluso, los asocia permitiéndoles ser copropietarios de la maquinaria que fabricará diversos artículos que se venderán en la tienda.
Hoy, con la llegada de las impresoras 3D, baja radicalmente el costo y complejidad de la producción. En este caso la corporación financia la compra de las impresoras para que gente de la comunidad produzca parte de los bienes que se venden en el supermercado y así́ generar riqueza para todos. Estamos hablando de un verdadero ganar, ganar, ganar, que genera riqueza para la comunidad, arraigo para la corporación y fomenta un negocio a largo plazo para todos.
En conclusión:
Hay que revisar el capitalismo. Si las grandes corporaciones quieren tener un negocio sustentable a largo plazo, necesitan sacar el dinero de sus cofres y ponerlo a trabajar en las comunidades donde operan, creando así, riqueza para todos.
A mi forma de ver hay dos opciones: Seguir por el camino de la concentración de la riqueza que generará más pobreza, violencia y destrucción de valor. O el camino de la co-creación, de la formación, del Estado de Derecho y de la sustentabilidad. Si hacemos las cosas bien, tenemos la posibilidad de disparar el crecimiento del país en un marco de equidad, prosperidad y sustentabilidad. Este es el momento. Aboguemos por el desarrollo de la comunidad.
Programemos un futuro en el cual nos dará gusto vivir.