¿Por qué se habla tanto de innovación, y se lleva tan poco a la práctica?
La innovación es un territorio para los valientes; es abrir brecha en caminos no explorados por donde nadie ha cruzado. Se requiere conocimiento, intuición y una buena dosis de suerte para salir exitoso en este campo. Por ello, considero que la innovación se asemeja a un cuadro polisémico, presentando diferentes facetas según quién opine acerca de ella en la empresa. Para algunos miembros de una organización, es el proyecto al que se le han invertido "tantos" millones de pesos y tiempo sin aún entregar resultados; para otros, es la misión que cumplimos pero que nadie entiende, mientras que para algunos más, es la forma de alcanzar metas y destacar en un mercado más competitivo.
Desde la creación del fuego en la época de las cavernas hasta la era espacial, la innovación ha estado y seguirá presente en la humanidad. Sin embargo, por cada innovación implementada, existen cientos de miles de ideas que se quedan atascadas en el tintero, por distintos motivos. En estos nuevos tiempos, se requiere más que ingenio y valentía para armar un buen programa de innovación que genere ideas rentables. La innovación se define como la acción de crear, desarrollar e implementar ideas que generen valor al negocio.
No hace mucho, trabajé en una empresa donde éramos buenos para generar nuevas ideas. Estas ideas se plasmaban en post-its, y no parábamos de generarlas. Se realizaban workshops de todo el día buscando innovación, pero nuestra ejecución y capacidad de entrega era muy pobre; no se justificaba ni el gasto en los paquetes de papelitos que se desperdiciaban.
La innovación es una herramienta peligrosa porque una buena idea, mal ejecutada, puede llevar a una empresa a la quiebra. Esto le sucedió a Coca-Cola en los 80’s debido al lanzamiento de su producto New Coke. Los consumidores percibieron una disminución en la calidad y rechazaron el nuevo sabor, lo que obligó a la empresa a regresar a su producto original.
Es por ello que a los innovadores se les ve como héroes a la distancia, por la cantidad de retos que superaron. Sin embargo, en su momento son personas adelantadas a su tiempo que terminan siendo incomprendidas. Es complicado tener personas con perfiles innovadores dentro de una empresa, dado que su naturaleza es no seguir reglas ni trabajar en equipo. Los programas de innovación nos invitan a pensar fuera de la caja, por lo que se requiere espacio en la agenda y un buen fondo de inversión para experimentar.
Al recorrer distintos negocios, y encuentro una empresa que tiene en sus valores ser innovadora, le pregunto: ¿Cuánto invierten a fondo perdido en innovación? La mayoría de las empresas mexicanas lo confunden con mejora continua o con la actualización de equipos.
En estos tiempos, donde el enfoque en resultados, la medición de la productividad y la rendición de cuentas es tan estrechamente vigilado, la innovación es cada vez menos socorrida. No solo en las empresas, sino también en el arte, la música y el cine. ¿Hace cuánto que no ve una película memorable? Mire la cartelera de cine, puros refritos, adaptaciones y remakes de éxitos pasados. ¿Cuál fue la última canción que lo sorprendió por su arreglo musical y letra? Las compañías discográficas cada vez apuestan menos por nuevos proyectos artísticos.
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Ahora que vivimos la pandemia en 2020, nos vimos empujados a trabajar desde casa de un día para otro. Al reflexionar esto con algunos compañeros de la oficina, llegamos a la conclusión de que, si se hubiera planeado, habría sido un programa de al menos 6 meses. Sin embargo, la pandemia nos obligó a adoptar un nuevo modelo de trabajo.
Un proceso creativo para impulsar la innovación implica la conexión de elementos que, en teoría, no se mezclan. Por ejemplo, alguien podría desear crear una película de terror que se distinga del resto. Las películas de este género suelen destacarse cuando el protagonista se enfrenta a situaciones donde nadie puede brindarle ayuda. Un ejemplo paradigmático es "Tiburón" (1975), que se consideró la película de terror más exitosa de su año de estreno. Inspirados por esta premisa, se planteó la pregunta: ¿Cómo llevar un tiburón al espacio? Esta interrogante dio origen a "Alien, el octavo pasajero" (1979). Este enfoque, conocido como comparación referencial, consiste en tomar una idea de una película y aplicarla en un contexto completamente diferente. La práctica de realizar comparaciones referenciales nos ayuda a ir un paso atrás de la innovación, pero de manera más segura. Se aprende de lo que han hecho otros en el campo. El ejercicio de benchmark es una práctica segura, pero humildad para hacerse correctamente.
Algunos pecan de soberbia y en lugar de aprender van a criticar. El benchmark es una práctica muy recomendada para replicar mejores prácticas de otras operaciones. Sin embargo, es importante mantener un enfoque de alumno y no de maestro, sabiendo que podemos aprender de todas las experiencias.
Es una tristeza ver personas ir a eventos, organizar visitas a otras empresas o escuchar distintos conferencistas, y regresar a su empresa con las manos vacías, cargando un montón de críticas a las personas que los recibieron y se expusieron en un foro. Estas visitas deben llevar un propósito, una agenda y una intención alineada a entender mejor cómo operan otros centros de servicios y organizaciones.
La innovación es una práctica que requiere muchos recursos, tiempo y paciencia. Si no se tiene alguna de estas tres variables, la comparación referencial (benchmark) es la respuesta para acelerar el conocimiento de una organización para lograr de mejor manera los resultados que el mercado, clientes, accionistas y empleados nos exigen.
Sigo a sus órdenes, le encargo su ticket por favor.
SAP FICO-PS Consultant (Certified) on Dobresoft
8 mesesLauro gracias por tu artículo, en lo personal me gustó mucho y me hizo recordar épocas pasadas en donde formaba parte de organizaciones en donde la innovación era una cultura muy relevante. Claro ayudaba mucho que la tecnología era incipiente y avanzaba muy interesante; por ejemplos ERPs como el SAP aparecían como facilitadores o columpios para niños imaginariamente hablando, en donde las organizaciones navegaban en espirales de cambios que hacían que las organizaciones experimentaban muchas mejoras en poco tiempo. Hoy a mi juicio y experiencia actual, ya no es tan fácil integrar nuevas tecnologías porque los cimientos no son algo fácil o baratos de adaptar y eso frena mucho la innovación, aunado a los riesgos de seguridad en informática que ya impone muchas nuevas reglas que también baja ese ritmo. Pero bueno, ahora con la IA, el futuro debe ser mejor siempre y cuando seamos mas agiles para brincar cualquier obstáculo.