¿Por qué ser PERENNIAL?

Llevo tiempo compartiendo el que no entiendo, por qué no se le da un lugar a la interacción entre los viejos sabios y los nuevos genios.

Igualmente, en muchas de las charlas y seminarios que imparto, hablamos de la “clasificación” del talento según su generación, sean Baby Boomers, Gen X, Millennials y más actualmente, Centennials.

Pero lo anterior, ni ha sumado ni ha restado a pesar de que las 4 generaciones son muy distintas y hoy todavía bajo el techo organizacional, conviven y trabajan juntas, donde suelen suceder cosas inauditas. 

Muchos en las empresas se han hecho de la vista gorda ante la brecha generacional; mientras que expertos dicen que no vale la pena hacer diferencias, sino que todos deben ir en una misma “olla”.

Pero, he encontrado recientemente, la respuesta a algo que siempre había pensado. ¿Qué sucedería hoy, si al menos el talento responsable del Capital Humano, tuviera que enfrentar una toma de decisiones necesaria y generada, por un efecto dominó, ante una eventual crisis?. 

Y por Dios, ¡BINGO!.  Se presenta de un momento a otro, un evento fuera de cualquier esquema antes visto. Ni siquiera la crisis que me tocó enfrentar en el 2009 como VP de Recursos Humanos en una empresa de Capital Canadiense, en donde teníamos que despedir el 10% de nuestros 25 mil colaboradores; porque cerraríamos operaciones por 45 días y en donde el resto, quedaría recibiendo el salario mínimo no de su categoría, sino el mínimo de todos los salarios vigentes al momento. Dios, qué recuerdos más duros y qué decisiones tuvimos que tomar.

La pregunta me la hacía una y otra vez, porque desde hace ya unos 4 o 5 años, el mercado laboral desechó a los viejos (mayores de 40) y le dio la bienvenida a los jóvenes, pensado en un refrescamiento organizacional en donde se generarían nuevas, creativas e innovadoras soluciones en todas las áreas. Del resultado, mejor no hablemos porque es tema de otro artículo, pero sí hablemos de lo que ocurrió la semana pasada, al menos en mi país Costa Rica, en donde las RRSS de profesionales en Capital Humano, se vieron inundadas con preguntas que ya no iniciaban con “ESTIMADA RED”, sino que eran directas, como por ejemplo, “TENGO esto u otro tema, “¿Cómo lo resuelvo?, ¿Qué hago?, ¿Alguien me puede compartir un comunicado para sus colaboradores para yo hacer el mío?, ¿Qué es lo más recomendable hacer con mi gente?, ¿Alguien que me responda?, etc, etc, etc.

Como empresa consultora, nos tocó activar el ProBono y volcarnos a apoyar a clientes, empresas, colegas, amigos y otros más, con una frase sencilla: “CON GUSTO Y SIN COSTO LES APOYAMOS”.

Lo anterior, me movió a leer, investigar, buscar testimonios de otras experiencias y me di cuenta de que fue un fenómeno muy similar en muchos otros países. Ahora bien, ¿Qué es lo que ocurrirá en adelante, ¿qué debemos esperar en el futuro que es mañana mismo?, ¿cómo debemos operar entonces en las organizaciones? Me encontré entonces con artículos, estudios y testimonios interesantes de que debemos ser UNA SÓLA GENERACIÓN.  

Una sóla generación, sin género, sin edad, sin afiliación y sin pensar en su posible aporte fresco y renovador, sino que debe ser una que enfrente la fuerza laboral que estará reincorporándose a las organizaciones, porque de seguro, no será la misma antes del distanciamiento social.

Me encontré en las lecturas, con un término acuñado en USA por una mujer empresaria del área tecnológica, Gina Pell, quien define a esa generación como los PERENNIALS, que serán los colaboradores del futuro.  Por eso, hoy me considero un PERENNIAL, sí o sí.

Esta nueva denominación suma y multiplica en lugar de dividir y separar, condición generada por las Generaciones. Los PERENNIALS, serán personas que suman, que multiplican, que encontrarán soluciones creativas pero humanas, innovadoras pero respetuosas del medio ambiente. Es un grupo de personas, nacidos en el primer trimestre del año 2020 y que pueden tener 60 o más años, o 60 y menos años los más jóvenes que se incorporan el mercado laboral.

Los PERENNIALS no se comportarán por lo que manda su edad, ya no serán viejos y jóvenes, sino personas motivadas por el trabajo conjunto, desarrollando soluciones. Fácilmente, en esta nueva fase de la humanidad, un jefe/líder podría ser 20 o 30 años menor que su subalterno o bien, un jefe/líder, podría ser 40 años mayor que su equipo y ya no sería el viejo obsoleto, sino que sería la persona renovada que inclusive se “coló en la aldea global tecnológica”.

Esta será la fuerza laboral del futuro que llegó en marzo 2020.  Una que aprendió a la fuerza el teletrabajo, que respondió muchas dudas a patronos y jefes incrédulos, que se hizo flexible, ágil ante los cambios, que hoy se concentró por necesidad más, en lo que nos une, que en aquello que nos separa.

Eso sí, el “patrón”, “el dueño”, el empresario, el gerente general, en fin, todos aquellos en posiciones de liderazgo, ¡DEBEN CAMBIAR!  La forma en cómo venían trabajando tampoco debe ser la misma. Sus prácticas duras, obsoletas y de atropello a la gente, deben cambiar, porque sino los mismos PERENNIALS les harán cambiar. Muchos le han llamado a este tiempo, la Tercera Guerra Mundial, pero yo prefiero llamarle, la Nueva Revolución Organizacional, en donde la relación interpersonal será la que determine los resultados en las organizaciones. Recursos Humanos DEBE CAMBIAR.

Quedarán algunos que decidieron dejar sus neuronas atadas al ancla del pasado, esos serán desechados muy rápido. El lastre que poseen no les permitirá avanzar tan rápido como los PERENNIALS sino que se quedarán ahí, en donde nada crece, nada se desarrolla y todo quedó árido. Si no aprendieron, no lo harán NUNCA.

Y no me vengan a decir que por favor les ayude a desarrollar habilidades blandas en los que quedan y que no entienden, porque esto sería concentrarse en los que no deben quedarse en las organizaciones y más bien ni les cobraría, por dejarles ver cuáles son los PERENNIALS en los que sí deben invertir y basar su éxito futuro.