Porras y diatribas a las Relaciones Públicas
Por Paola Méndez
Hoy quiero mirar hacia atrás, pero no con un aire melancólico y bajo lo consigna que todo lo pasado fue mejor. Por el contrario, amo la modernidad, la tecnología y como los nuevos formatos han cambiado la comunicación de estos tiempos.
Se reirían las nuevas generaciones de quienes hace poco más de 20 años, enviábamos nuestros #ComunicadosDePrensa por fax o en físico, guardando el comprobante del envío para hacer después el consabido seguimiento.
Hoy quiero exaltar algunos cambios que llegaron para facilitar parte de nuestras labores como consultores en #RelacionesPúblicas, pero también advertir algunas practicas que veo y no quiero quedarme en una esquina mirando como si no fuera conmigo.
Comencemos por lo positivo.
ü Definitivamente los nuevos formatos digitales no sólo nos dieron más opciones informativas, sino la oportunidad a muchos periodistas consagrados en medios, neófitos o a todo amante de la comunicación de tener espacios valederos para informar. Bienvenidas las webs, blogs, podcast y todo sitio que lejos de las noticias falsas, se conviertan en vitrina para llevar información veraz.
ü Me encanta la innovación de los medios de comunicación creando formatos de #ContentMarketing. Hace poco fui invitada por Revista Semana y no solo me parecieron pioneros en ver a las agencias de comunicaciones como fuente de información y de negocios, sino que destaco la cantidad de formatos que han creado para convertir un contenido patrocinado en un formato noticioso. Así conozco más medios y me parece maravilloso que desde este lado podamos gestionar participaciones pagas en medios y así, ayudar a su mantenimiento.
ü Valoro el WhatsApp como canal de contacto. Advierto que he visto en las nuevas generaciones como evitan llamar a los comunicadores para inundarlos de mensajes y archivos por este medio, lo cual creo que es lejano a lo que vendemos a nuestros clientes. Creo que lo debemos emplear una vez nos autoricen a enviar allí la información que estamos divulgando y aprovechar la versión business para provocar mayor interés en nuestras acciones.
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En este punto destacaré lo que no me gusta y de lo cual he sido testigo
☹ ¡La primera vez que me lo insinuaron no lo podía creer! Pagar comisiones porque me dieran una cuenta era algo además de vergonzoso lejano a mi moral. No soy más papista que el Papa, pero que estas acciones vinieran de la propia empresa a la que estábamos presentando nuestra oferta, no sólo me llenó de indignación, sino que recorrí vanamente los canales oficiales para denunciar el hecho. Nada pasó.
☹ Otra tendencia que está sucediendo y con más frecuencia son las invitaciones a convocatorias “amarradas”, empleándonos como relleno, haciendo que perdamos tiempo, recursos y obviamente nos ilusionemos con algo que no va a pasar. Si quieren seguir con sus agencias, que bien merecido se han ganado su fidelidad, adviertan este hecho y así quedará a nuestra discreción participar o no.
☹ Finalmente cierro este artículo apelando a que creo que, si una agencia o #PR independiente ofrece precios bajos, es porque siente que por ese precio es capaz de brindar un alcance decente para lograr los objetivos requeridos por el cliente; sin embargo, me he encontrado últimamente no sólo a clientes acostumbrados a estos presupuestos, sino que reniegan de los servicios que les ofrecieron en el pasado.
señores la calidad cuesta y es la forma en la que estamos apostando muchas empresas de comunicaciones y por eso contratamos profesionales expertos, con años de trayectoria, idiomas, postgrados y demás estudios. Somos legales para pagar impuestos porque creemos en un país y queremos no sólo generar empleo, sino impulsar el desarrollo de las comunicaciones corporativos.
Así que reciban este artículo como invitación a continuar apoyando un segmento que innova y que destaca a Colombia, como país referente en este lado del globo en materia de comunicaciones, redes sociales, diseño, publicidad y varias prácticas afines.
Feliz semana