#PorTreceRazones El Acoso En los Institutos. La Ficción sobre el Bullying Que Todos Comentan
Netflix se ha convertido en el referente a la hora de diseñar series de éxito. Si el año pasado “Strangers Things” se convirtió en el “hype” de la cadena de televisión a la carta, este año “Thirteen Reasons Why” (Por Trece Razones), se está posicionando como la serie de la que todo el mundo habla y en la que las redes sociales encuentran un foro de debate y crítica. Yo he de confesar que comencé a verla tras el ruido mediático que se había levantado. En mi modesta opinión: es una buena serie, que engancha desde el principio hasta el final y que desvela una situación, una realidad que tenemos ahí y que -desgraciadamente- ni la sociedad, ni el sistema educativo, ni los padres, ni los propios jóvenes ven como preocupante. Y si levanta esta polvereda… ¡Por algo será! “Por Trece Razones” presenta sin artificios, sin edulcorar ni exagerar, con mesura y coherencia, evitando la trivialidad, el gore y el romanticismo, una realidad que a nadie le puede pasar desapercibida.“Por Trece Razones” surge de la adaptación de la novela homónima escrita por Jay Asher que en el 2011 fue un bestseller. La serie nos situa en el instituto Liberty High, un centro “más” en los USA en el que una estudiante, Hannah Baker, se ha suicidado. Clay, uno de los estudiantes y amigo de Hannah, se encuentra, al llegar a su casa, una caja con 7 cintas de casette en las que Hannah cuenta las 13 razones (o mejor, las trece personas y sus razones), que la llevaron a quitarse la vida cortándose las venas en la bañera de su casa. Cinta a cinta, paso a paso vamos descubriendo a esos compañeros de instituto y cómo el bullying que sufría Hannah es el detonante de ese fatídico final. Verdades, mentiras, rumores, fotos, bulos y redes sociales (sobre todo Snapchat), configuran el escenario en el que fluye esta adictiva serie. En este enlace a la ficha de Filmaffinity podéis ver algunas opiniones de periodistas recopiladas por este portal.
El ruido mediático ha surgido por cómo trata un tema tan alarmante en nuestra sociedad como es el bullying. Aunque algunos matizan que Hannah no sufre bulliying, sino es víctima del “revenge porn” lo que algunos ya están denominando como el “crimen de honor de occidente” La revisión que se hace de la serie es la crítica al machismo que aún sigue hostigando a las mujeres, y más en los millenials que -curiosamente- deberían ser una generación que ha convivido con la igualdad para todos, sin discriminación. Y no sólo por el machismo de las situaciones, sino por la falta de cohesión y sentido de pertenencia de las propias féminas de la serie que presentan una rivalidad, un enfrentamiento por ser… ¡la más!, que llama la atención. Aunque el sentimiento se tiña de fingido luto (algo que Clay no se cansa de denunciar). La serie ha sido vetada en algunos institutos de Canadá dónde se prohibe hasta hablar de ella; la Asociación Nacional de Colegios de Psicología ha publicado un comunicado en el que advierte sobre los peligros de la serie: “Series que exponen el suicidio de otra persona o que muestran gráficamente y de forma sensacionalista la muerte pueden ser uno de los muchos riesgos a los que los jóvenes con problemas mentales tienen que enfrentarse y una de las razones por las que pueden contemplar o intentar suicidarse… No recomendamos que los jóvenes vulnerables, especialmente aquellos que tienen alguna tendencia suicida, vean la serie.” Asociaciones de padres y madres denuncian que la serie hace apología del suicido por incitar a la muerte, presentándola como una alternativa romántica, reveladora, atractiva y heróica. Hasta la mismísima Selena Gómez (productora de la serie), tuvo que salir en las redes sociales a defender la serie. Y entonces, Internet… ¡petó!
“Nos hemos mantenido muy fieles al libro, y la intención inicial de Jay Asher (el autor) era crear una hermosamente trágica, complicada y misteriosa historia y creo que eso era lo que queríamos hacer. Queríamos hacerle justicia” (…) “Solamente quería presentarlo de un modo en el que los chicos se asustasen y estuviesen confusos, de un modo que les hiciese hablar sobre ello porque es algo que pasa todo el tiempo. Así que estoy abrumada por cómo de bien está sucediendo”.
A estas críticas negativas se han sumado hasta cantantes que participaron en la BSO de la serie, como Will Toledo, solista de la banda Car Seat Headrest que llegó a declarar: “estoy obligado a deciros que es bastante jodida. Guionistas: Por favor, no le digáis a los niños cómo convertir sus vidas miserables y sin esperanza en una emocionante y catártica misión suicida. Niños: Esta no es una narrativa que deberíais seguir.”
A favor de la serie: muy interesante el reportaje publicado en ICON de El País, al que añado este estupendo artículo publicado en el Heraldo de Aragón y titulado “13 razones pos las que DEBES ver la serie Por Trece Razones” y la editorial que Isra Álvarez publicó en el periódico 20 Minutos el pasado martes 9 de mayo.
Mis principales conclusiones en defensa de la serie... ¡Te invito a leerlas en el post publicado en The Topic Trend
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7 añosHola Jesús, Excelente publicación, estoy totalmente de acuerdo contigo en que es una serie que debería ser debatida en las escuelas y en todos los espacios a lo "Serie Foro", rescatando esta práctica de los cinéfilos... Si seguimos ocultando que este mal ES y EXISTE no estaremos afrontándolo, como muchos otros. Evidentementemente es una serie bien pensada, además lograda, para un target amplio entre Millenials (redes sociales) y adultos nostálgicos entre 35 y 45 años (cassette), la hacen muy auténtica. ¡Ya quiero ver la 2da temporada ;-)! Saludos,