¿Potencial de líder?

Hola otra vez, en el artículo anterior, hablé de las tres zonas en las que podemos estar, roja, verde y negra y hoy hablaré, de cómo reconocer cuándo estamos en la zona roja, cómo salimos de ella y cómo aumentamos nuestra capacidad para lidiar con lo que sucede ahí y después ¿cómo ampliamos nuestra zona verde?

Vivimos en un mundo VUCA, por las siglas en inglés de volátil, incierto, complejo y ambiguo, que nos afecta y muy probablemente nos manda a la zona roja, incluso sin que nos demos cuenta. 

Una forma en la que podemos pensar en esto es: ¿cómo reconocemos que estamos en la zona roja y después cómo salimos de ella y entramos a la zona verde? y por último, ¿cómo aumentamos nuestra capacidad para estar en la zona verde? 

Retomemos algunos de los conceptos de los que ya escribí; primero, sabemos que la emoción es energía más información.

Sólo que creo que muchas veces, nos sentimos amenazados o nos sentimos muy incómodos con la energía que puede traer la emoción y tratamos de salir de ahí lo más pronto posible.  Una forma en la que podemos hacerlo, es aumentar nuestra capacidad para lidiar con ese tipo de estados emocionales. 

De eso es justo de lo que quiero escribir ahora.

¿Cómo desarrollamos la capacidad para experimentar una emoción intensa? Sin duda, esta será una habilidad de liderazgo cada vez más necesaria. 

No se trata de conocimiento, no se trata de lo inteligente que seas. Es simplemente responder si tu sistema nervioso tiene la capacidad fisiológica, para lidiar con la intensidad y no ser arrojado a la zona negra o la zona roja de inmediato.

Aquí quiero mostrar lo que esto significa, me acuerdo que una de las cualidades que buscábamos cuando reclutábamos personal era “trabajo bajo presión”, así se llamaba en ese entonces, y si me preguntas, era una de las fortalezas que ponía en mi CV y era cierto, tenía la capacidad de trabajar bajo presión, hasta que ya no… y si recuerdas, en el primer artículo, te conté de mi colapso nervioso, simplemente porque mi sistema, ya no tenía la capacidad de lidiar, con la transición por la que estaba atravesando, y además con el estrés que representaba estar en la escuela de danza. No es que fuera mi culpa, era que no tenía las herramientas necesarias para lograrlo. 

Bob Johansen, uno de los líderes del Institute for the Future, en su libro más reciente, llamado The New Leadership Literacies, habla sobre el manejo del miedo, como una de las habilidades de liderazgo necesarias, que debemos tener. Porque seamos sinceros. Vamos a enfrentarnos a cosas cada vez más aterradoras.

¿Y cómo hacemos esto? Una forma de hacerlo es, reconociendo que fundamentalmente, todas las emociones son sensaciones en el cuerpo. El concepto de meditación también puede traducirse como familiarizarse con. Así que, familiarízate con, cómo se siente la intensidad. Y aumenta tu capacidad de aceptación, para afrontar esa realidad. 

Pero si esto te suena muy lejano, tengo un ejemplo para ti, recientemente vi la serie “El último baile”, que cuenta la historia de Chicago Bulls durante la época de Michael Jordan, si, soy fan del basketball y de Jordan, pero en este caso, del que voy a hablar es de Dennis Rodman, una leyenda también y la serie muestra, cómo Rodman se familiarizaba con sus contrincantes, los estudiaba, sabía sus movimientos, cuando entrevistan a los otros basquetbolistas cuentan que le decían la plaga, porque una vez que te caía encima, no había forma de quitártelo y cuando lo entrevistan a él, lo que explica es que pasaba horas estudiando a los otros, aprendiendo sus movimientos, sus reacciones, cada detalle y también veía lo que hacía el balón, jugaba con todos los que podía, y todo el tiempo se concentraba en ver hacia a dónde rebotaba el balón, por eso es uno de los grandes defensores y reboteadores de todos los tiempos, sabía concentrarse y poner su atención en lo que sucede en cada situación, eso es familiarizarse, saber qué, cómo, cuándo, dónde, por qué suceden las cosas y sobretodo, qué hacer al respecto, cómo reaccionar a ellas.  

Eso es lo que queremos lograr, en la vida diaria, momento a momento, podrías empezar con identificar ¿cómo se siente la incertidumbre para ti? 

¿Y cómo aumentas gradualmente tu capacidad para estar bien ahora mismo, sabiendo lo que estás sintiendo?

Si regresamos al ejemplo de Dennis Rodman, el equivalente sería, conoce a tu "oponente", identifica qué hace, cómo lo hace y qué haces tú en consecuencia.

El secreto aquí es la práctica, la consistencia, el manejo de tu atención. Cosas que ya vimos en artículos anteriores. Otra cosa fundamental es la respiración. ¿Cómo manejas tu respiración? Ya sé que todo el mundo habla de respiración, lo único que quiero recalcar es que cómo respiras importa y mucho.

¿Alguna de estas cosas te resulta familiar? Sueño deficiente o insuficiente, apnea, ronquidos, ansiedad, falta de concentración, hipertensión. ¿Tienes alguno de esos síntomas o conoces a alguien con ellos, o duermes con alguien que los tiene?

Lo interesante es saber que todos estos síntomas están asociados con respirar por la boca. Lo que hace la respiración por la boca es exponer tus pulmones al aire sucio. No está filtrado. Y eso aumenta el riesgo de enfermedades pulmonares.

También respirar por la boca está asociado con: alergias, depresión, asma, sinusitis crónica, déficit de atención, diabetes, enfermedades cardíacas, enfermedad periodontal, fibromialgia, etc. 

Respirar por la nariz en cambio, aumenta la resistencia física, filtra, calienta y humedece el aire. Lo prepara para que el cuerpo lo absorba. También es la primera línea de defensa inmunológica, hay un pequeño lugar en la nariz que produce óxido nítrico, que es esencial para ayudar a combatir los virus. Cuando respiras por la nariz, el cuerpo absorbe más oxígeno. Y tu presión arterial disminuye.

Digo esto como una invitación, para respirar mejor, conscientemente, por la nariz, en la mayoría de las prácticas contemplativas, como mindfulness, meditación, etc., la primera parte en general es la respiración, pero a muchas personas les cuesta trabajo “detenerse y meditar”, por eso mi propuesta es una práctica mucho más simple, algo que puedes probar, se trata de respirar por la nariz inhalar por 3 segundos y exhalar por la nariz en 3 segundos y repetirlo por un minuto. 

Si te mareas significa que te estás esforzando demasiado, es simple y dinámico. Si eso pasa, sé amable contigo y si te pierdes, también, no se trata de sufrir. Practica esta respiración todos los días, cada que te acuerdes y verás que con el tiempo mejora tu capacidad y puedes incrementar los intervalos. 

Y es una opción a la cual recurrir cuando te sientes en la zona roja o en la zona negra. 

Otra opción, para valientes, es empezar a quitar el agua caliente, gradualmente cuando te bañas, lo cual estimula el sistema nervioso. 

Y aquí es donde la conversación se vuelve más interesante, cuando hablamos del sistema nervioso, muchas veces lo que sucede es que las personas que tienen dificultades para manejar su sistema nervioso habrán experimentado algún tipo de trauma del que no se han curado o reparado por completo. 

No voy a hablar específicamente de trauma en este artículo, sólo voy a decir que te lo tomes en serio, porque un trauma no reparado es como dejar una manguera de agua abierta en el jardín. Puede que no la veas. Puede que no la escuches. Pero hay una fuga. Y eso está afectando la forma en que percibes el mundo. Y está consumiendo energía y recursos para mantener eso bajo control, mantenerlo en tu proceso inconsciente.

Por eso, toma en serio tus propias experiencias. No lo dejes pasar y digas: "eso le pasa a todo el mundo" o, "es viejo, historia antigua. No necesito lidiar con esto ". No es historia antigua. En algún momento vuelve.

Una forma de saber que regresa es que tal vez estás yendo por la zona verde y de repente, algo te lleva a la zona roja. O de repente algo sucede y caes en la zona negra. Entonces, en lugar de este movimiento agradable y fácil en tu vida, tienes un movimiento irregular o un movimiento dramático.

Creo que parte de nuestra responsabilidad como adultos es atender este tipo de cosas. Es posible que no hayamos sido responsables de lo que nos sucedió. Pero sí creo que somos responsables de repararlo y curarlo, al menos por nosotros mismos.

Pero además, si estás en un puesto de responsabilidad y tienes que tomar decisiones que involucren a otros o en las que la vida de las personas dependa de lo que haces, necesitas ser responsable y es imperativo encargarte de tu propia curación.

Si lo necesitas, busca ayuda, no se trata de enfrentar todo solo o sola… no se trata de sentir vergüenza y negarlo, se trata de avanzar, de identificar si tu sistema nervioso está atorado en algo que te sucedió, para poder repararlo y seguir adelante.

Una vez que descubres que en realidad se trata de sanar, y que cuando esas cosas se curan, tu capacidad para lidiar con el sufrimiento de otras personas aumenta aún más. Tu capacidad para convertirte, no solo en un líder efectivo, sino en un gran líder, mejora. 

Así que la idea es que una vez al día, te preguntes: "¿En qué zona estoy?"

Tómate tu propia temperatura. Familiarízate con tus zonas y desarrolla una conciencia consciente de cómo es la experiencia de cada zona y luego puedes observar las zonas de las personas que son importantes para ti. 

Simplemente observa tus propios patrones de respiración. Observa cuándo estás conteniendo la respiración, lo que muchas personas hacen, cuando están escribiendo un correo electrónico difícil, o en una llamada telefónica difícil. Comprende cuáles son tus respiraciones, cuáles son tus patrones de respiración. 

Observa por un momento y luego intenta respirar por la nariz: 3 segundos, inhala, 3 segundos exhala. Solo inténtalo.

Conviértete en el juez de tu propio sistema nervioso y de tu progreso. Comienza con lo que sea un ritmo cómodo para ti y ve incrementando poco a poco el ciclo, inhala en 4 y exhala en 4, después en 5, etc. 

Esta es la base, comienza a desarrollar tus habilidades, y empezarás a ver que otras cosas también cambian. Tu atención mejorará. Tu nivel de ansiedad bajará, sin duda son herramientas muy útiles en este momento de la vida.

La sugerencia es que no pierdas el ritmo, vuelve a leer los artículos, practica las sugerencias, registra tu progreso, diviértete, comparte esta información, haz comentarios, enséñale a alguien más lo que aprendiste aquí, lo que sea, pero por favor, haz algo distinto mañana, porque espero que después de estos 14 artículos, de verdad hayas encontrado otra opción… 

Para más recursos visita: Liderazgo Efectivo.