PRESUPUESTO EN PIEDRA
“El presupuesto está escrito en piedra”, estas fueron las palabras que me enseñó el mejor jefe de mi trayectoria laboral.
Con lo anterior, lo que él quería hacerme entender era que nunca, por más que las circunstancias fueran adversas, se podía disfrazar la realidad de la compañía modificando las metas inicialmente trazadas.
El presupuesto es la carta de navegación más importante que puede tener una compañía. Si es realizado a conciencia, con disciplina, con hechos y datos reales, este se convierte en la base de todas las áreas de la compañía, ya que contiene la información necesaria de cada área, y es la guía para saber hacia dónde vamos, cuando debemos llegar y que debemos hacer para poder cumplir con la meta.
Un presupuesto bien hecho contiene la tasa de interés a la cual se va a financiar la empresa, cuando se va a endeudar para poder continuar con la operación, los costos de servicios públicos que se pagarán, los salarios de los empleados y el precio al cual se debe vender, entre otros ítems claves para su funcionamiento.
El principio básico del presupuesto es poder tener una base contra la cual medir y controlar la evolución de la compañía a medida que pasa el tiempo. En algunos casos se usan modelos anualizados del presupuesto de enero a diciembre. En otros modelos se utiliza el método de Rolling, que a medida que pasa el tiempo se va corriendo la proyección, es decir siempre se tienen proyectados 12 meses hacia adelante.
De igual forma, el entorno macroeconómico es crucial para poder hacer un buen presupuesto, ya que ninguna empresa está exenta de la evolución de la economía en la cual opera. Si Ud. es un comercializador en Europa, debe tener presente tanto el marco colombiano como el europeo y entender qué aspectos de la economía europea y de la colombiana afectaran su empresa.
Además, se debe hacer partícipe a todas las áreas de la empresa en el proceso de construcción del presupuesto, lo cual facilita la implementación del mismo y ayuda a comprometer a cada área en su cumplimiento. Lo anterior no implica que el presupuesto sea una democracia, ya que se tiene que mirar el interés de los inversionistas y socios por encima de las demás variables.
Una vez definido el presupuesto, cambiarlo deteriora la credibilidad de la Gerencia de la empresa. es no valorar el esfuerzo que ponen los empleados en la creación del mismo y no permite gestionar los indicadores de la empresa. Resta credibilidad a los inversionistas y a futuro se puede perder la seriedad con la cual se elabora.
Cuando el mejor jugador del equipo de tejo de la compañía le pide al Gerente que no recorte el mantenimiento de las canchas y este acepta, lo único que demuestra es la ligereza y la falta de análisis que hubo al momento de decidir recortar el presupuesto.
Lamentable recortar el presupuesto al deporte, un claro error. Pero preocupante es, que en 1 hr de lobby se cambie un presupuesto calificado de “sensato, realista y responsable”. ¿Que podremos esperar de las futuras decisionehens presupuestales de nuestra empresa?