PRIORIZANDO

"La clave no es priorizar tu agenda, sino programar tus prioridades” Stephen Covey.

Hay un video muy ilustrativo que muestra la mejor manera de priorizar nuestras actividades por Stephen Covey hablando en una conferencia. Nos pone un ejemplo en el que invita a una persona a tratar de acomodar diferentes piedras, las cuales representan actividades importantes, dentro de un bote lleno hasta la mitad de pequeñas canicas. Por más que trata es muy difícil lograrlo, hasta que finalmente le propone el partir de otro paradigma, en el que pueda utilizar otro bote como apoyo. Primero acomoda las rocas grandes y luego simplemente llena lo sobrante con las pequeñas canicas.

En la vida real, las piedras grandes representan lo que más importa en nuestras vidas: tiempo con la familia, el trabajo, grandes proyectos, nuevas oportunidades, tiempo para la religión, estudios, etc. Mientras que las pequeñas canicas representan todas esas minúsculas actividades que van llenando cada día, semana o mes de nuestras vidas que ni siquiera le hemos dado importancia: responder mensajes, tiempo muerto o de ocio, televisión, redes sociales, etc. Todas estas pequeñas cosas que ocupan, entre todas, mucho tiempo y nos limitan para lograr lo que realmente queríamos hacer. Pero que al cambiar el paradigma, el acomodar primero lo que importa, y después con nuestro tiempo sobrante, hacer lo que menos importa. Así podremos alcanzar, y con tiempo de sobra, todo lo que queramos.

Imaginemos que no sirve el elevador de nuestro nuevo departamento en el octavo piso. Apenas vamos a cambiarnos, así que tenemos que subir todo por nuestra cuenta subiendo y bajando muchas veces estas escaleras. Pero por el largo trayecto tenemos que subir un día algunas cosas y otras los próximos días, poco a poco ir llenando esta mudanza. ¿Qué subiremos primero? No creo que busquemos subir primero la televisión antes que los muebles, ni los libros antes que el librero. Buscaremos subir primero lo que ayude en nuestra vida de manera básica, después lo que nos ayude a estar cómodos y finalmente los adornos, ¿o no?

Así tenemos que programar nuestros días, primero lo más importante, que no ocupe nada más nuestro día, al acabar ya veremos. Tenemos que dar el valor a cada actividad desde antes para poder priorizar, por lo que es importante primero conocernos bien y comprometernos con nuestras urgencias y programaciones fundamentales del día. Siempre contemplando un orden adecuado según nuestras necesidades y deseos en esta planeación.

La vida es una montaña que tenemos que subirla cargando lo elemental. No siempre lo más grande y más pesado es lo más importante. Podemos ir dejando aquello que nos retrasa en el subir cada paso, cargar con lo indispensable y lo que valoramos con más intensidad. Lo demás podemos dejarlo para que no pese en nuestro caminar y nos cansemos con más prontitud, sin necesidad de ello. El que mucho carga puede ir tirando, sin querer, cosas que no quería dejar. Por lo que mejor llevemos poco, pero vital para el trayecto.

No trates de comerte el mundo, recuerda que para alcanzar la cima es necesario dar un paso, después el otro y así sucesivamente, cada uno es importante para llegar. Por lo que al momento de priorizar te podría recomendar el uso de una agenda (mental, electrónica o física) o calendario para programar tus actividades de prioridad. Primero lo primero, sólo anota lo importante y lo que deseas hacer, lo inocuo se acomodará dónde nos sobre el tiempo, nunca en nuestros tiempos de actividades importantes. Así mismo en el calendario, tendremos anotadas las fechas que sean pilares en nuestra vida para recordar y no programar nada dónde ya exista cada una de ellas. Pueden salir contratiempos, urgencias y cosas que no hayamos programado, pero si nos organizamos adecuadamente éstas se reducirán cada día.

Agenda tus propósitos para los próximos días, para el próximo mes o todo el año. Si tienes una buena organización en tus prioridades, verás qué fácil es alcanzar tus metas sin que falte alguna. No es crear una obsesión por cumplir nuestra agenda en prioridades, sino organizarnos para darle la importancia adecuada a cada actividad.

No olvidemos los pequeños detalles en cada actividad que hagamos. Lo más grande e importante, lo prioritario en nuestra vida, requiere más atención en esos pequeños detalles que hacen que sobresalgan y mejoren en cada instante. Los grandes artistas no lo fueron por crear grandes esculturas o pinturas, sino por dar esos pequeños toques finales a cada obra después de supervisar la actividad de otros.

“Todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar”. No tengamos miedo a priorizar y esforzarnos por cumplir, con orden, lo más importante… todo lo demás se acomodará con más facilidad, sólo prueba y verás.

Alex Arriaga