Proceso comercial: mejora tus ventas
¿Has probado a hacer una tarta de chocolate sin seguir una receta al pie de la letra? Suele ocurrir que la primera vez va bien, porque has mirado tres o cuatro videos en la web y sales adelante. Pero cuando pasa un tiempo y, confiando en tu memoria, lo intentas de nuevo, lo que sacas del horno parece menos algo comestible que un residuo peligroso.
En repostería, al tratar con objetos materiales, la inexistencia o falla en el proceso se evidencia rápidamente. En ventas, y con el ajetreo constante de las organizaciones, puede ocurrir que no nos demos cuenta de lo que ocurre hasta que sea demasiado tarde. De ahí la importancia de implementar un proceso.
Si bien los procesos tienen su origen en el sector industrial, en el área comercial fueron Miller y Heiman (1978) quienes desarrollaron la primera secuencia que puede estudiarse, medirse y perfeccionarse. Lo hicieron para posibilitar a los vendedores encarar con eficiencia proyectos grandes y complejos y con ello dieron un gran impulso a la profesionalización del sector. A día de hoy, su centro de formación sigue vigente.
En términos generales, las fases del proceso de venta se podrían definir como:
Una gran ventaja de esta separación por fases es que, al modo de un atleta de alto rendimiento, puedes trabajar por separado cada una de las etapas para mejorar el conjunto. También te da información efectiva sobre el momento en que encuentras los mayores obstáculos para avanzar con la venta: no es lo mismo tener el problema de no contar con suficientes leads, que estar realizando un presupuesto deficiente que perjudica la negociación. Por el contrario, si no cuentas con un proceso definido, tu gestión de ventas se convierte en una caja negra de resultado binario: vendo/no vendo.
Recomendado por LinkedIn
Dos características
La primera de las particularidades del proceso que he presentado es incorporar la gestión de cobro como etapa independiente tras el cierre de la venta. Normalmente no aparece así en los libros de texto. Entiendo que hacerla evidente como una fase, da la oportunidad de desarrollar estrategias específicas y mantiene al equipo comercial comprometido hasta que se hace efectivo el pago.
La segunda, seguro ya la has descubierto. Existen dos momentos de prospección, no uno:
En resumen, el seguimiento de un proceso comercial es esencial para mejorar las ventas porque, al modo de una receta de tarta de chocolate, optimiza la secuencia de acciones que debemos seguir para alcanzar un resultado. Y aunque no es fácil de implementar, es la única forma de garantizar que cada vez que se evalúe el trabajo comercial de la empresa, se parezca más a un escaparate de pastelería que a un centro de residuos peligrosos.