¿Puede ser útil el enfoque sistémico en el ámbito educativo?
1) Introducción
En el ámbito educativo surgen permanentemente problemáticas relacionadas como la deserción escolar, la formación y actualización docente, la brecha digital y el fracaso escolar, entre otras. Cada gobierno propone su menú de “soluciones”, pero la problemática permanece; lo que nos hace reflexionar que los problemas mencionados son complejos y quizás sea necesario afrontar estos temas desde otro enfoque, lo que nos lleva a hacernos las siguientes preguntas:
¿Existirá otra perspectiva de solución a estas problemáticas que resultan crónicas en la educación?
¿Se considera el impacto colateral que puede causar ciertas medidas?
¿Las recetas que se realizaron en otros países garantizan el éxito en otros lugares?
¿Se debe considerar el contexto al implementar ciertas políticas educativas?
Es en este punto donde el enfoque sistémico se revela como una nueva mirada para comprender y abordar los desafíos educativos de manera integral, analizando los elementos que constituyen el sistema, como se relacionan entre sí y como le afecta el contexto y el entorno.
2) Concepto de sistema
Un sistema es un conjunto de elementos interconectados que interactúan entre sí para lograr un objetivo común, ya que tienen una función determinada. Los sistemas se clasifican en abiertos y cerrados según la influencia que puede tener el entorno. Los sistemas abiertos están en constante interacción con su entorno, mientras que los sistemas cerrados son relativamente independientes de su entorno, funcionan en forma aislado.
Un ejemplo de sistema en el ámbito educativo es una escuela, los elementos que lo constituyen son los estudiantes, los maestros, las autoridades, las instalaciones y los recursos; estos elementos interactúan entre sí para lograr el objetivo de educar a los estudiantes, además es abierto, pues existe una constante interacción con su entorno.
Cabe aclarar que los términos “entorno” y “contexto” son conceptos interrelacionados que se utilizan para comprender las relaciones y conexiones que existen en un sistema más amplio. Aunque a menudo se utilizan como sinónimos, hay matices que diferencian estos términos: el entorno se refiere a todo lo que rodea al sistema y que puede influir en él, mientras que el contexto se refiere a las circunstancias específicas en las que se desarrolla el sistema. El entorno podría ser el barrio o la comunidad donde se encuentra la escuela, mientras que el contexto sería el nivel socioeconómico de los estudiantes o las políticas educativas que aplica el gobierno de turno.
3) ¿Qué es el enfoque sistémico?
Este enfoque considera que un sistema es más que la suma de sus partes individuales; se centra en las interconexiones y relaciones entre sus elementos constituyentes. Aplicado a la educación, implica ver la institución educativa como un sistema complejo en el cual los diferentes elementos y componentes están conectados e interactúan entre sí con el entorno y un contexto. Este enfoque brinda una visión más holística, que permite comprender cómo los diferentes factores, tanto internos como externos, pueden influir en el proceso educativo.
Una de las razones fundamentales para adoptar un enfoque sistémico es la comprensión de las interconexiones entre diferentes aspectos del proceso educativo que se lo analiza como sistema. Desde la interacción docente-estudiante hasta la relación entre el currículo y las evaluaciones, todas estas partes forman un tejido interdependiente que afecta directamente la educación.
Un ejemplo donde el enfoque sistémico es recomendable aplicar en el ámbito educativo es en el diseño e implementación de políticas educativas a nivel nacional o regional. Imagina que un gobierno quiere mejorar el rendimiento académico en las escuelas de una determinada región. En lugar de simplemente enfocarse en aspectos individuales como la calidad de los maestros o los recursos disponibles, un enfoque sistémico consideraría todos los elementos interrelacionados que afectan la educación en esa región. Esto incluiría factores como el currículo escolar, la infraestructura educativa, el acceso a recursos educativos, el apoyo a los maestros, la participación de los padres, la situación socioeconómica de los estudiantes, entre otros. Al aplicar un enfoque sistémico, el gobierno podría analizar cómo estos diferentes elementos interactúan entre sí y cómo cada uno contribuye al rendimiento académico. Luego, podrían desarrollar políticas integrales que aborden múltiples aspectos del sistema educativo al mismo tiempo. Por ejemplo, podrían invertir en capacitación para maestros, actualizar el currículo escolar para que sea más relevante, mejorar las instalaciones físicas de las escuelas y establecer programas de apoyo para familias con dificultades económicas. Al abordar el sistema educativo de manera holística, es más probable que las políticas sean efectivas y sostenibles a largo plazo, ya que tienen en cuenta las complejas interacciones entre los diferentes componentes del sistema educativo. Esto puede conducir a mejoras significativas en el rendimiento académico y en la calidad general de la educación en la región.
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4) Aplicaciones del enfoque sistémico en el ámbito educativo
La perspectiva sistémica tiene una serie de potenciales implementaciones en el ámbito educativo, entre los que se destacan las siguientes:
Adoptar un enfoque sistémico en educación brinda una variedad de beneficios que fortalecen la capacidad del sistema para abordar desafíos, adaptarse a cambios y mejorar continuamente.
Conclusiones
En un mundo educativo que enfrenta desafíos cada vez más complejos, el enfoque sistémico emerge como una herramienta esencial. Al adoptar esta perspectiva holística, podemos transformar la manera en que concebimos la educación, identificamos problemas, diseñamos soluciones con un monitoreo permanente y trabajamos juntos para lograr mejoras sostenibles. La importancia del enfoque sistémico en el ámbito educativo radica en su capacidad para crear sistemas educativos más efectivos, adaptables y centrados en el aprendizaje a lo largo de la vida.
Esta perspectiva es una herramienta valiosa que puede contribuir a mejorar la educación, al proporcionar una visión más integrada, permitiendo comprender mejor cómo los diferentes factores, tanto internos como externos, influyen en el proceso educativo. Esto puede contribuir a tomar decisiones más informadas, a favorecer la innovación educativa y a mejorar los resultados educativos.
El enfoque sistémico también puede ser utilizado para desarrollar nuevas soluciones. Por ejemplo, el enfoque sistémico podría ayudar a diseñar programas educativos que sean más efectivos para satisfacer las necesidades de los estudiantes. También podría ayudar a desarrollar herramientas y recursos educativos que sean más accesibles y útiles para los estudiantes y los educadores.
En conclusión, el enfoque sistémico es una perspectiva valiosa que puede ayudar a mejorar la educación. Al comprender la educación como un sistema complejo, los educadores pueden desarrollar soluciones más efectivas para los problemas educativos y mejorar la calidad de la educación para todos los estudiantes. Por otro lado, la metodología "tradicional" para resolver los problemas educativos, con los resultados evidencian que es necesario incorporar nuevas metodologías de solución.
Fuente de información:
Lara, L. R. (2024). El escenario interactivo de aprendizaje. Córdoba: Potencia editora
Proyectos de Gestión de Créditos Educativos
9 mesesmuy interesante su publicación 👍