Qampo y la Agricultura en el Siglo XXI: enfrentando el desafío de alimentar al mundo

La agricultura en el siglo XXI se enfrenta a múltiples retos, siendo el cambio climático y el aumento de la población mundial los más desafiantes.

La Demanda y Producción de Alimentos

Se estima que la población mundial aumentará en más de un tercio, o 2.300 millones de personas, entre 2009 y 2050. Aunque esta tasa de crecimiento es menor a la registrada en las últimas cuatro décadas, sigue siendo significativa. Se prevé que la mayoría de este crecimiento se dará en los países en desarrollo, con el África subsahariana experimentando el mayor aumento de población y el Asia oriental y sudoriental un crecimiento más lento. Además, se espera que la urbanización siga en aumento, representando el 70% de la población mundial en 2050.

Estas tendencias indican que la demanda comercial de alimentos seguirá creciendo. Por ejemplo, se estima que la demanda de cereales, tanto para consumo humano como animal, alcanzará los 3 mil millones de toneladas en 2050, en comparación con los 2.1 mil millones de toneladas actuales.

Si bien se espera un incremento de la superficie cultivable en los países en desarrollo, principalmente en el África subsahariana y América Latina, no será suficiente para poder satisfacer este aumento en la demanda global de alimentos y se hace necesario aumentar la capacidad productiva de las actuales tierras agrícolas productivas en los países desarrollados. Esto se confronta con la falta de suelo que pueda ser destinado a nuevas explotaciones y la presión hídrica subterránea. En este punto hay que tener en cuenta que las zonas urbanas crecerán más debido precisamente a que el aumento de la población se producirá en estas y por lo tanto la presión urbanística será mayor ganando suelo en detrimento de las areas rurales.

El Rol de los Productos Fitosanitarios y las “buenas prácticas agrícolas digitales”

En el contexto descrito no se puede prescindir completamente de los productos fitosanitarios sin poner en riesgo la producción. Su uso ha demostrado ser efectivo para reducir las pérdidas causadas por plagas, pero también es necesario apuntar a una optimización en su uso y a considerar el comportamiento ambiental de estos productos. Los fitosanitarios son una herramienta necesaria pero riesgosa, por lo que es fundamental manejarlos correctamente.

Las buenas prácticas agrícolas son fundamentales para minimizar el impacto ambiental de los fitosanitarios y garantizar la producción de alimentos de calidad. Estas prácticas incluyen el uso eficiente y responsable de los fitosanitarios, la rotación de cultivos, los cultivos de cobertura y el manejo adecuado de los residuos y envases de los productos fitosanitarios, y ahora más que nunca del uso de la tecnología.

La importancia de las herramientas digitales para una producción más eficiente 

Efectivamente el desarrollo de herramientas digitales para optimizar los diferentes procesos productivos, ha surgido como una solución innovadora y eficaz para mejorar la productividad y optimizar los procesos en el campo, y aquí es donde encaja nuestra empresa Qampo que ofrece una tecnología de funcionalidades avanzadas que facilitan las buenas practicas agrícolas de manera eficiente.

Las explotaciones agrícolas y cooperativas de gran superficie pueden ahora hacer uso de nuestra tecnología para optimizar la distribución de los cultivos, planificar su rotación y ajustar las prácticas de riego y fertilización de manera precisa, pudiendo incrementar la productividad y la rentabilidad con un menor impacto ambiental, esto es lo que se conoce como agricultura de precisión.

Los servicios que nuestra tecnología ofrece se dividen en cuatro campos principales:

Servicio salud: la aplicación OLIVIA recoge datos satelitales y les combina con datos de su algoritmo para ofrecer información en tiempo real sobre el estado de los cultivos, lo que permite una toma de decisiones más rápida y eficiente. La aplicación es fácil de usar y  puede monitorizar diferentes parcelas identificando aquellas con un mayor riesgo a plagas como el Mildiu, Botritis u Oidio, creando alarmas para su detección temprana y minimizando así el daño que pudieran ocasionar al cultivo.

Servicio suelo: la calidad del suelo es el otro factor determinante en el éxito de los cultivos. Nuestra herramienta digital permite a los agricultores realizar análisis del suelo de manera rápida y precisa, lo que les ayuda a determinar las necesidades de nutrientes de los cultivos y ajustar las prácticas de fertilización en consecuencia. Esto no solo contribuye a un uso más eficiente de los recursos, sino que también ayuda a prevenir problemas de salud del suelo a largo plazo.

Servicio clima: el clima es un factor impredecible pero fundamental para la agricultura de precisión. OLIVIA ofrece pronósticos meteorológicos en tiempo real, lo que permite tomar medidas preventivas ante eventos climáticos adversos. Además, estas herramientas también permiten el monitoreo constante del clima, lo que facilita la toma de decisiones informadas en cuanto a la siembra o cosecha.

Es importante que los productores se asesoren con profesionales en agronomía y se mantengan actualizados sobre las últimas tecnologías y conocimientos en el manejo de plagas y el uso de fitosanitarios.

Para una mayor información, visite nuestra página web o póngase en contacto directamente con nosotros.

" Juntos, podemos construir un futuro agrícola más digital y sostenible".