¿Qué aprendemos en la Universidad? ¿Información, Conocimiento o Sabiduría?
Al inicio de la clase de 2 horas de hoy, he preguntado a mis alumnos de Cálculo Numérico (Grado Ingeniería Química en UPV/EHU):
¿Qué creéis que estáis aprendiendo en el aula? ¿Datos, Información, Conocimiento o Sabiduría?
¿De estos cuatro conceptos, qué aprendéis cuando preparáis la clase en casa viendo las video-presentaciones interactivas? y ¿Cuáles aprendéis cuando resolvemos problemas en el aula?
La respuesta mayoritaria ha sido Información y Conocimiento. Concretamente, una mayoría cree que las video-presentaciones son Información mientras la resolución de problemas en el aula es Conocimiento. Creen que la sabiduría es algo diferente. Una alumna ha intentado definir la sabiduría, y creo que ha estado bastante en lo cierto. Otros creen que en casa reciben Información y Conocimiento y en el aula aprenden Sabiduría, entendiendo la sabiduría en la aplicación práctica del conocimiento.
Tengo que confesar que me ha costado obtener respuestas. Precisamente no ha sido una lluvia espontánea y efusiva de respuestas. Observo que hay miedo a responder, a dar una opinión. Pero la realidad es esta, y no queda otra que aceptarlo, pero también perseverar y no darse por vencido.
Después he tratado de conversar con ellos sobre el significado de cada término del diagrama (Datos – Información – Conocimiento – Sabiduría), para poder tener una respuesta más acertada de lo que aprendemos fuera y dentro del aula.
Vamos a ver qué es cada cosa y cómo se conectan:
DATOS
Son hechos, experiencias y fenómenos, de la forma más cruda. No tienen significado en sí mismos. Sólo describen una parte de lo que sucede en la realidad. No dicen si algo es importante o no. Tampoco dicen nada sobre el porqué de los hechos, experiencias y fenómenos. Pongamos un ejemplo: Existe un elevado número de personas que mueren tras sufrir una dolencia respiratoria.
Sin embargo, los datos son importantes porque son la base para generar información. Un dato es la unidad básica mínima de conocimiento.
INFORMACIÓN
Cuando se procesan los datos, toman significado y se convierten en información. La palabra “información” (del latín informare) significa dar forma.
Los datos se pueden convertir en información añadiendo valor:
Por ejemplo: Al inicio del siglo XX (cuándo), en el Reino Unido (dónde), el número de muerte por cáncer del pulmón (qué) era cada vez mayor (cuánto); se había convertido en una epidemia.
En el siglo XX y en lo que llevamos del XXI, hay una ingente cantidad de información al alcance de todos. En el pasado, sin embargo, la información sólo estaba a disposición de unos pocos.
CONOCIMIENTO
Conectando la información, organizándola, comparándola con otros elementos, contrastándola con la experiencia y combinándola con otros conocimientos, razonando, construimos modelos teóricos para explicar y comprender los hechos, para hacer predicciones e incluso, para actuar de forma razonada.
Si seguimos con el ejemplo anterior de los pacientes que morían después de una dolencia respiratoria, a mediados del Siglo XX, algunas investigaciones llevaron a determinar que dicha dolencia respiratoria era cáncer de pulmón y que estaba relacionada con el hábito de fumar (en aquella época fumaba 80% de la población). También se ha construido un modelo epidemiológico que permite predecir el riesgo de padecer cáncer de pulmón en personas fumadoras en base a una serie de variables predictoras: número de cigarrillos al día, edad de inicio, antecedentes familiares, etc. Esto también es conocimiento.
Hay dos agentes que pueden validar el conocimiento: por una parte, los investigadores y científicos mediante protocolos y métodos científicos, por otra, la población a través de sus resultados y aplicaciones.
Hoy en día, a diferencia del pasado, la mayoría de la población tiene acceso a una ingente cantidad de información y conocimiento. Por eso le llaman la era del conocimiento o la sociedad del conocimiento. El reto está en utilizar la información y el conocimiento con sabiduría.
SABIDURÍA:
No es algo concreto, medible ni cuantificable.
No hay sabiduría sin información, ni sabiduría sin conocimiento, pero se necesita información y conocimiento para ser sabio, y algo más también.
La sabiduría es el buen uso del conocimiento, es decir, cuando al conocimiento se le añade la reflexión, las creencias, los valores éticos, la experiencia, el sentido, la prudencia, la empatía, la compasión, la escucha y la comprensión.
Actualmente, disponemos de mucho conocimiento en muchos temas, pero no actuamos de forma sabia. Vemos algunos ejemplos:
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¿Cuáles son las características de un sabio?
El sabio no se siente más que los demás; acepta y valora otras costumbres y formas de pensar; se enriquece con los que son diferentes, y huye de los dogmatismos; tiene creencias, pero no quiere imponerlas a los demás.
La sabiduría se relaciona también con la felicidad ( Edith Hall ). Para el capitalismo, muy presente en nuestra relaciones sociales, lo más importante es ganar y tener más dinero que los demás. Pero es una imagen falsa de la felicidad. Afortunadamente, muchas personas saben que intentar ser una buena persona (sabia) les hace más felices que tener mucho dinero (o casas, o títulos, o poder,…).
La sabiduría no se desarrolla en la soledad, sino en comunidad. Pero implica reflexión y espiritualidad, los cuales se han de trabajar en soledad; por ejemplo, en la meditación. La sociedad actual, y especialmente la clase política, nos inunda con ruido para, entre otras cosas, no sentirnos solos y evitar que sigamos el camino de la sabiduría. Por eso, es tan necesario el silencio.
Ese silencio, es el que permite, tras un trabajo de auto-indagación, llegar a experimentar el silencio de la mente, como si la mente quedara suspendida, sin parloteo de pensamientos, o como si tomáramos distancia de nuestros pensamientos, en una sensación de quietud y plenitud de presencia (#Enrique_Martínez_Lozano: Comprensión de lo que somos).
Es decir, alcanzan la sabiduría aquellos que han experimentado la consciencia de Ser. Una experiencia difícil de expresar, pero que #David_Carse lo hace de forma excelente en su libro Perfecta Brillante Quietud: Más allá del yo individual. Aunque a priori es una experiencia individual, necesita de la comunidad, en tanto que, como seres humanos habitando el planeta Tierra, formamos una única comunidad de consciencia de vida.
Entonces, ¿qué se aprende en mi aula?
Buena parte de lo que se aprende en la Universidad no nos sirve para ser más sabios. Quizás nos sirva para tener mejores conocimientos o desarrollar las habilidades prácticas necesarias en la vida. Mucho de lo que aprendemos está ligado a fines comerciales y laborales, pues está orientado a que podamos ganarnos la vida. Esto está muy bien y es necesario, pero mucho conocimiento que tengamos, no nos abre a la consciencia.
Cuando la información y el conocimiento estaba en manos de uno pocos, memorizarla y transmitirla ere prioritario. Sin embargo, hoy en día, que está al alcance de todos, no tiene sentido memorizarla. . Por ello, las formas de aprendizaje basadas en la reproducción memorística de la información y la aplicación mecánica (casi memorística) de cálculos y fórmulas en ejercicios, no tienen sentido.
El objetivo es aprender a manejarlos y aplicarlos, es decir, a desarrollar las capacidades para utilizar y aplicar la información y los conocimientos para resolver problemas sociales, científicos, técnicos, de comunicación, etc. Es más, las formas de aprender deberían contribuir a construir el propio conocimiento de los alumnos (constructivismo).
En otras palabras, no se trata de aprender a leer o a calcular, sino de leer y calcular para aprender. Por eso, en lugar de ejercicios mecánico-memorísticos, los profesores debemos plantear problemas o retos auténticos.
En concreto, en la asignatura de Cálculo Numérico mis alumnos abordan dos tipos de actividades:
1. En casa: Leer y entender apuntes o ver y entender video-presentaciones => Información y Conocimiento.
2. En el aula y en casa: Resolver problemas auténticos, desarrollando habilidades que les permita alcanzar los siguientes resultados de aprendizaje:
Planteé esta pregunta y este análisis con dos objetivos:
1) Que los alumnos tomen consciencia de lo que realmente están aprendiendo y pongan el foco en lo importante.
2) Animar a los alumnos a tener una presencia activa en el aula.
En general, la participación activa en el aula es minoritaria. Creo que este comportamiento es endémico de nuestra sociedad que tiene miedo al ridículo, o a ser evaluado en público, lo que lo paraliza. La pena es que sólo unos pocos aprovechan el diálogo alumno-profesor, para entrenarse en habilidades de resolución de problemas.
Investigando*Enseñando*Transfiriendo Procesos con Fluidos Supercríticos
1 añoGracias Asier por compartir esta reflexión de tu aula y para la vida. De ésto tendrían que aprender los Tiktokers, influencers y demás especie mediática. ¿En qué influyen? ¿Para qué influyen? ¿Son expert@s con datos y conocimiento? ¿ Y sabi@s?. Cuánta ignorancia condensada...
Doctora en Medicina, docente de Fisiología Médica y Nutrición
1 añoEskerrik asko, Asier. Una vez más tus preguntas nos ayudan a reflexionar-replantear nuestras dinámicas en el aula. Beharrezkoa da ikasleak hausnarketa honetan sartzea.
Customer Management Services en CWT
1 añoMuy interesante Asier!
🧩 Emprendimiento 🧩 Innovación 🧩 Estrategia🧩 Networking 🧩 Formación 🧩 Orientación laboral 🧩Mentoring...para #proyectosconalma
1 añoQué interesante Asier Aranzabal Maiztegi. Fomentar la participación, plantear reflexiones sobre conceptos abstractos y complejos, incentivar el aprendizaje colaborativo... me parece una propuesta docente genial 👏🏽👏🏽👏🏽👏🏽
Te ayudo como ✔Docente ✔Orientadora ✔Escritora ✔Creatividad ✔Talento ✔Ingeniera Informática ✔Roles Belbin
1 añoGenial, Asier Aranzabal Maiztegi . Gracias