¿Qué debes evitar al usar una tarjeta de crédito?
Las tarjetas de crédito pueden ser esenciales para nuestro éxito financiero o ser un obstáculo muy grande de sortear. Éstas han llegado a convertirse en la vía más rápida para construir nuestro historial crediticio, pero puede ser muy fácil para algunos acumular deudas y sentirse abrumados por los altos intereses que se van acumulando si es que no las pagamos.
A medida que las tarjetas de crédito premium se vuelven más accesibles para el consumidor promedio y los programas de beneficios mejoran, nos toca aprender a administrar bien este producto y sacarle el máximo provecho. Para ello, es necesario saber todas las condiciones contratadas y tener en mente una clara estrategia para aprovechar al máximo sus beneficios sin incurrir en el pago de intereses y así convertirnos en malos clientes para los Bancos.
Sin embargo, es posible cometer errores que pueden a convertir a las tarjetas de crédito en un enemigo implacable y al final del día las terminaremos odiando, no queriendo tener ninguna más y desaprovechando todo aquello que te puede dar. Veremos algunos de ellos a continuación.
Principales errores
1. Usar tu tarjeta de crédito cuando no puedes pagarla
Si ya vamos con la tarjeta de crédito cerca del tope de línea o ves que el monto usado es mas de lo que puedes pagar a final de mes, entonces esto es un buen indicio para dejar de gastar con la tarjeta (o bueno, dejar de gastar realmente en cosas que no sean necesarias). Sin embargo, si puedes pagar la totalidad del saldo a final de mes o has hecho una compra en cuotas sin intereses, entonces es un buen momento para poder aprovechar todas las recompensas que te ofrece la tarjeta y a la vez, generar un buen récord crediticio.
Si estás en una situación en la cual no pagas la totalidad de tu tarjeta, financiando una y otra vez las compras, los beneficios que puedas obtener no se van a ver compensados por las altas tasas de interés y estarás en un ciclo de deuda duro de eliminar.
Por lo general las tarjetas de crédito te exigen un monto mínimo de gasto para que no te cobren la membresía, pero si esa tarjeta la usas para alguna emergencia, lo que puedes hacer es hacer que algún cargo automático (como el agua, el teléfono o internet) se realice en la tarjeta, así mantienes tus pagos al día y la tarjeta utilizada.
2. Cuando no sabes cuánta línea te queda
Hay algunas tarjetas que te permiten sobregirarte sobre la línea que tienes asignada. Esto no quiere decir que vayas corriendo a hacerlo, porque tiene un costo asociado. Si no sabes cuál es tu disponible, es mejor revisarlo antes de pasar la tarjeta de crédito.
3. Cuando sólo la usas por las recompensas… pero te olvidas del resto
Cada vez que pagamos algo, debemo decidir si vamos a usar la tarjeta de crédito, la de débito o el efectivo, y claro, parece obvio que la mejor alternativa siempre es elegir la de crédito, por los beneficios que nos da.
Antes de usar una tarjeta de crédito, debemos asegurarnos que el cobro que nos van a hacer, no incluye el costo por precesamiento de la operación (que puede ser un 3% del monto). Este cobro es el que le hacen al comercio para poder usar la tarjeta y es un costo que el comercio debe asumir y no el comprador. Este incremento del precio, puede que no compense la recompensa que vas a tener. En este caso, seguro que será más conveniente usar otras alternativas.
4. Cuando te presionan
Existen ocasiones que vas a una tienda por departamentos o una tienda minorista y necesitas comprar algún producto, ya sea por una emergencia o porque se te malogró algún electrodoméstico. Algunas de estas tiendas te ofrecen (y a veces de una manera demasiado insistente) adquirir una tarjeta de crédito de la tienda, que te ofrece grandes promociones y descuentos, sobre todo en la primera compra.
Antes de dar el sí a su tarjeta, tenemos que estar seguros de lo que estamos contratando, ya que la letra pequeña puede jugar en nuestra contra y los intereses luego de la primera compra pueden ser más de lo que estamos dispuestos a aceptar. Por eso es importante darse un tiempo, evaluar y preguntar a cabalidad todas las condiciones, no solo durante la promoción que te puedan ofrecer, sino luego de que la misma caduque.
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5. Cuando estás en un estado emocional elevado
Nunca es una buena idea ir a comprar con tu tarjeta de crédito cuando tienes emociones fuertes, sobre todo si tu “terapia” es ir de compras.
Gastar de manera emocional nuestro dinero, y en este caso endeudarnos por ello, siempre es un error. El problema se deriva de que una vez pase la emoción, la compra realizada perderá su importancia y el objeto o servicio adquirido no será usado, lo cual hace que hayamos incurrido en una mala compra.
Si eres de las personas que no se controla con las compras cuando tiene emociones fuertes y de todas maneras “necesita” comprar, lo ideal es que vayas con efectivo y sepas que ese será el máximo que te puedas gastar y dejes todas tus tarjetas en casa.
Otra alternativa es que en vez de salir de compras, busques opciones diferentes que puedan ayudarte a procesar las emociones que sientes.
6. Cuando sospeches de un fraude
Nunca es una buena idea entregar los datos de tu tarjeta de crédito a una fuente que no confíes. Muchas páginas web te piden datos de tus tarjetas para poder realizar las compras. Cada vez que tengas que hacerlo, siempre hazlo desde un dispositivo propio. Hay algunos bancos que te ofrecen utilizar una clave CVV dinámica, por lo que le agregan un extra de seguridad a tu tarjeta.
7. Cuando la usas para obtener efectivo
La mayoría de las tarjetas de crédito nos permiten retirar efectivo, lo que significa que podemos sacar dinero contra nuestra línea de crédito. Lo recomendable es no hacerlo, ya que la tasa de interés asociada a este retiro es mayor que la de usar la tarjeta en sí.
Los bancos te permiten configurar el uso de la tarjeta de crédito a través de la app misma, por lo que en general, deberías tener apagada la posiblidad de la disposición de efectivo.
¿Qué puedes hacer si no sabes debes usar tu tarjeta de crédito?
Lo mejor es empezar con planificar tus gastos y cualquier evento que pueda significar un pago de dinero. Ya con eso en mente, deberemos definir qué método de pago utilizar para qué evento. Hay personas que por ejemplo tienen una tarjeta de crédito para gastos corrientes y otra para compras grandes, cada una con beneficios diferentes. Por ejemplo, para la primera usan alguna que dé puntos o millas en viajes, mientras que la segunda te ofrece cuotas sin intereses, entonces según el tipo de gasto usan la que más les convenga. Si tienes más de una tarjeta con los mismos beneficios, sería bueno revisar si realmente necesitas las dos, ya que estarías dividiendo los beneficios en dos y no necesariamente sea beneficioso.
Si compartes las finanzas con tu pareja, también sirve mucho conversar sobre el tema, ya que esta comunicación puede ayudarte a decidir sobre compras grandes. Por otro lado, siempre debes tener un ojo puesto en tu estado de cuenta para ir revisando el estado actual de tu linea y tu disponible.
Finalmente, si crees que puedes en una situación tentadora para usar tu tarjeta de crédito, una buena idea es dejar la tarjeta en casa y así evitar gastos innecesarios. Así podrás descubrir que muchas de tus necesidades, no son más que deseos.
Las Claves