¿Qué es la inflación?
La inflación es un aumento generalizado en los precios y servicios de una economía durante un periodo de tiempo. Por tanto, refleja la devaluación de la moneda. Cuando existe inflación, el dinero pierde valor y merma nuestra capacidad de compra. Un euro hoy no es lo mismo que un euro dentro de un año. Podemos observar sus efectos cuando, por la adquisición de un mismo bien o servicio, deberemos pagar más dinero.
La inflación se mide mediante el indicador IPC: el Índice de Precios al Consumo, desarrollado por el Instituto Nacional de Estadística con el propósito de calcular la evolución de la inflación.
Por esto, los ahorradores deberían tener, como mínimo, el objetivo financiero de conseguir un rendimiento superior a la inflación. Por tanto, para preservar el poder adquisitivo de las familias, deberíamos aspirar a dicha rentabilidad.
Sin embargo, debido también a su gran volatilidad, deberemos hacerlo siempre a través de consultores financieros profesionales que nos puedan ayudar a seleccionar el producto más adecuado y el porcentaje que debe pesar dentro del global de mi cartera de inversión.
El servicio de asesoramiento financiero busca profesionalizar las inversiones y realizar una estrategia de inversión planificada basada en los objetivos y necesidades personales del cliente y su horizonte temporal (corto, medio y largo plazo).