¿Qué es una corrida financiera y para qué nos sirve?

"No basta con tener una buena idea, un buen presupuesto y un buen producto"

Bien se dice que “nadie experimenta en cabeza ajena y que echando a perder se aprende”. Así como sé lee es como nos suele suceder en el momento que tomamos la decisión de hacer las cosas por nuestra cuenta y con nuestros recursos. Es normal que, en el proceso de cristalizar nuestro plan de negocio, la mezcla de ideas, emociones e impulsos nos lleven a tomar decisiones precipitadas o inadecuadas para el proyecto que estamos desarrollando. Muchas veces estas decisiones mal tomadas van de la mano con la falta de conocimientos en áreas específicas como lo administrativo o técnico del negocio que estamos abriendo. Realmente el mundo de alimentos y bebidas es amplio, basto y con cierto grado de complejidad, hay muchos equipos, muchos materiales, locales encantadores, vajillas excepcionales, etcétera. Por tanto, no cometas el error de comenzar a gastar sin antes haber realizado y revisado tu corrida financiera. Entiéndase como corrida financiera una proyección a futuro de los ingresos y egresos del negocio en cuestión. Partiendo de esto debes considerar que una parte del capital con el que cuentas, debes destinarlo como colchón para cubrir gastos operativos derivados de la operación como lo son el pago de nóminas, renta del local, pago de servicios y proveedores, como las principales salidas de dinero que tendrás durante tu curva de crecimiento hasta llegar al punto de equilibrio del negocio. Como me puedes darte cuenta, no puedes comenzar a gastar sin antes saber cuanto te va a costar el proyecto de negocio que quieres.

Otro error que cometemos es invertir sin estudiar nuestro mercado. No basta con tener una buena idea, un buen presupuesto y un buen producto. Si tu negocio no está situado donde realmente existe un mercado potencial, un cliente meta y se cumplan otra serie de factores o productos inherentes a la industria, es muy probable que tires tu dinero a la basura o lo que es peor tus ahorros y los de tus socios si es que los tienes.

Mi conclusión es que no te cierres, se cauteloso y estudia tu idea y analiza lo siguiente: ¿Qué puedo hacer realmente con el capital que cuento? ¿Cuál es el mejor escenario para mi negocio? ¿Qué es lo básico que necesito para arrancar? Son tres preguntas claves que tienes que hacerte antes de aventarte a emprender. Muchas veces los negocios dedicados a la restauración fracasan por carecer de estos planteamientos y la falta de asesoría y/o búsqueda de la misma. Recuerda “Sin prisa, pero sin pausa”, “Primero bien y luego rápido”.