¿Qué harías si sólo te quedaran 168 horas?

Es la 1:20 AM y un fuerte dolor en el pecho te despierta. Te levantas y te das cuenta de que estás sudando.  Te sientes confundido, estás mareado, de pronto sientes que tu brazo izquierdo se está adormeciendo. Dentro de ti sabes que está pasando, pero no puedes aceptarlo, mucho miedo recorre tu cuerpo y muchas preguntas te inundan en ese terrible momento: ¿Por qué a mí? ¿Qué pasará con mi familia? ¿Por qué no me anime antes a emprender? ¿Por qué no cumplí todo lo que me prometí? entre otras preguntas que te atormentan hasta que de pronto, todo se empieza a apagar, el dolor se va, el tiempo se detiene y finalmente te desvaneces.

Unas horas después, el sonido de un monitor cardiaco te despierta, estás en UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) y al frente tuyo está un doctor, que tiene un rostro que refleja mucha preocupación. El doctor se acerca y tomando tu mano te dice: “Lamento mucho informarle, que su corazón ha sufrido un fuerte daño y que sólo le quedan 168 horas de vida.  No hay nada que podamos hacer. Le recomiendo que aproveche este tiempo para poner en orden todos sus asuntos e intente disfrutar de su familia”. 

Frente a una situación así, ¿cuáles serían nuestras prioridades? ¿En qué invertiríamos nuestras últimas 168 horas?.

Este fue el caso y algunas de las preguntas que nos planteó el profesor Harry Kraemer, durante el curso: Liderar y Sostener una Cultura de Innovación en Kellogg School of Management, donde nos compartió parte de las enseñanzas de su libro: “ Your 168: Finding Purpose and Satisfaction in a Values – Based Life”. Durante el curso el profesor nos recalcó que no debemos buscar solo un balance entre la vida y el trabajo, sino que debemos buscar un equilibrio en la vida en su totalidad.

Vivimos en una era en la que todo parece moverse a una velocidad frenética. Nos encontramos siempre con la sensación de que nos falta tiempo, corremos sin cesar y terminamos exhaustos al final del día. Pero aquí está la clave: la vida no debería reducirse a simplemente ser una persona muy activa, sino que deberías enfocarnos en ser más productivos, es decir, invertir nuestro tiempo en lo que más valoramos.

Tenemos 168 horas cada semana, sin importar cómo las dividamos. La verdadera clave para encontrar un equilibrio en la vida radica en ser conscientes de cómo invertimos esas valiosas horas. Esto significa identificar nuestras áreas prioritarias y dedicarles nuestro recurso más valioso: el tiempo. Pero, aquí está el desafío: también hay actividades que son necesarias, incluso si no parecen importantes a primera vista. El sueño y el descanso, por ejemplo, son fundamentales para nuestra salud y bienestar.

Es por esta razón que el profesor Harry Kraemer nos brinda cuatro principios basados en valores que pueden ayudarnos en esta búsqueda del equilibrio:

1. Autorreflexión que significa identificar y reflexionar que es lo importante para nosotros y cuáles son nuestros valores.
2. Balance: analizar las situaciones desde diferentes puntos de vista, desde múltiples perspectivas para tener un entendimiento holístico.
3. Verdadera Autoconfianza: aceptar y reconocer nuestras fortalezas y debilidades, mientras nos enfocamos en mejorar continuamente.
4. Genuina Humildad: nunca olvidarnos de quienes somos, apreciando el único valor que tenemos como personas y tratando a todos con mucho respeto.

Mientras más auto reflexivos seamos, será más fácil tomar caminos que estén alineados con nuestros valores. Si no auto reflexionas, nunca sabrás en qué estás invirtiendo tu tiempo. Por ejemplo, cuando analizamos el tiempo en pantalla que nos da como estadística los celulares, podemos identificar cuantas horas en la semana hemos estado en redes sociales, tiempo que se pudo invertir en temas más productivos como aprender algo nuevo o incluso seguir trabajando.

Muchas veces nos damos cuenta de que no estuvimos cerca de las personas que queremos, justo cuando lamentablemente ya no están con nosotros (familia, amigos o incluso la salud). La vida no se queda quieta esperando que cumplas tus prioridades y objetivos, la vida avanza a gran velocidad y la única verdad es que sólo tenemos 168 horas a la semana.

Para la mayoría de nosotros, el trabajo es muy importante y suele ser el medio para alcanzar nuestros objetivos. Sin embargo, es importante encontrar un balance entre la vida y el TRABAJO, nuestra CARRERA, la FAMILIA, los AMIGOS, la COMUNIDAD, nuestra SALUD que engloba como nos alimentamos, cuanto deporte hacemos y cuanto dormimos; la FE y ESPIRITUALIDAD, la búsqueda de la TRASCENDENCIA a través de la ayuda al prójimo o enseñando, los espacios para aprender cosas nuevas a través de la lectura, los cursos, las maestrías; así como también, de tener un espacio para poder DIVERTIRNOS y buscar ser felices.

Un aspecto importante que solemos dejar de lado dentro de las 168 horas es la SALUD. Frases como “no tengo tiempo para hacer deporte”, “Tengo mucho trabajo y solo puedo dormir 4 horas al día”, “no tengo tiempo para cocinar alimentos saludables”, entre otras suelen ser excusas para no darle prioridad a lo más importante que es la salud. SIN SALUD NO HAY ÉXITO, pues la misma afecta directamente la calidad de vida presente y futura.

Asimismo, un aspecto que muchos descuidan es tener espacios donde puedan desarrollar su FE y ESPIRITUALIDAD. Meditar para algunos y orar para otros, son espacios que ayudan al autoconocimiento, refuerzan la autorreflexión y abrazan el propósito de uno a un nivel más profundo.

Otro aspecto que es importante desarrollar dentro de las 168 horas es la oportunidad que tenemos de TRASCENDER con nuestras acciones, ayudar al resto y buscar hacer la diferencia. Buscar trascender termina generando un impacto positivo, contribuye a construir un mundo mejor y a generar un legado.

Finalmente, es muy difícil que podamos todo el tiempo estar en equilibrio, sin embargo, teniendo claras cuales son nuestras prioridades, auto reflexionando constantemente y siendo conscientes, podremos entender en que estamos invirtiendo nuestro tiempo y buscar un balance entre los aspectos realmente importantes.

La ventaja es que mientras tengamos vida, cada lunes empiezan de cero las 168 horas y tenemos una nueva oportunidad para enfocarnos en lo más importante.

Después de esta importante reflexión:

 ¿Cómo estás invirtiendo tus 168 horas? ¿Qué es verdaderamente importante para ti?  ¿Le estás dando prioridad a lo más importante? ¿Cómo va tu balance de vida en el trabajo, con la familia, con tu salud, con el deporte, con la espiritualidad, con los espacios para divertirte y trascender?

Quedo atento a tus comentarios y sigamos juntos construyendo más espacios de reflexión y conocimientos.

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