¿Qué tanto conoces a tus colaboradores?
Publicado originalmente en el blog de Semana Económica
Lidero a un equipo de siete muchachos, algunos caminan mejor que otros. ¿Qué puedo hacer para tenerlos motivados?
Recuerdo haber leído el caso de un gerente comercial de una empresa de automóviles que necesitaba mejorar las ventas. Se tomó la molestia de preguntar a cada miembro de su equipo cuál era su sueño. Uno le contestó “una lancha”, el otro su “casa propia”, y así sucesivamente.
Luego les pidió que para el día siguiente le trajeran una foto o un recorte de una revista de su ‘sueño’. Mandó a enmarcar los ‘sueños’ y los colgó en un sitio visible de la oficina de cada uno de los integrantes de su equipo para asegurarse de que vieran sus ‘sueños’ todos los días.
Los resultados no se hicieron esperar. Tener el ‘sueño’ cerca como para recordarlo continuamente hizo que en poco tiempo se lograran las metas del equipo. Esto quizá habría parecido imposible si el gerente no se hubiera tomado el tiempo para acercarse a su equipo y conocer sus motivaciones.
Una de las primeras cosas que tiene que hacer un gerente es conocer bien a sus colaboradores. La mayoría confiesa conocerlos bien, pero quizá sin la profundidad necesaria como para poder detectar el abanico de competencias que poseen y quizá no utilizan en el día a día.
De esta manera, sin saberlo, te podrías ‘privar’ del valor agregado que pueden aportar estas personas y a generar situaciones incómodas. Por ejemplo, puedes estar a punto de contratar a alguien con experiencia comercial en pequeñas empresas, cuando resulta que en el equipo hay alguien con esta experiencia producto de un trabajo anterior, que, de paso, le fascinó. Pero no lo sabrás si no te has tomado la molestia de conocer a profundidad a tus colaboradores, no serás consciente de que tienes lo que necesitas, ‘en casa’.
Entonces probablemente contrates a un externo y generes malestar en las personas que pudieran tranquilamente haber asumido la función, quienes no se mostrarán muy colaboradoras con el ‘intruso’.
También puede suceder que la persona tiene las competencias para hacer una tarea, pero que no le guste o quiera hacerla. Si bien es cierto que todo trabajo tiene sus partes menos atractivas, al conocer las motivaciones de tu personal podrás encajar mejor las asignaciones y conseguir mejores resultados.
Algunos tips a continuación:
- Acércate a tus colaboradores. Separa un tiempo para conocerlos bien: lo que piensan, sus motivaciones, aspiraciones, competencias, historia laboral y familiar. Estarás en mejor posición de alinear expectativas profesionales con la empresa, tu equipo lo apreciará y obtendrás mejores resultados.
- Traduce sus experiencias en competencias. Si preguntas directamente qué sabes hacer, probablemente no obtengas las respuestas que buscas. Obsérvalos, diviértete en el proceso y sostén una conversación distendida donde indagues y profundices para conocerlos mejor.
- Amarra las competencias a las motivaciones. Obtendrás mejores resultados si las asignaciones van de la mano con las competencias y motivaciones de las personas. Uno pasa muchas horas en el trabajo; es mejor que los colaboradores disfruten haciendo el trabajo y no sufriendo porque no se sienten bien con lo que hacen.
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