... que nunca sabes cuando será la última

Esta reflexión forma parte (cómo todas las demás) de un listado que hice en su día y que fue el detonante de empezar a escribir esta newsletter. En aquel listado hablaba de la importancia del ahora. Y por ahí va la idea de este post.

Un ejemplo muy tonto. He jugado en muchos equipos de fútbol. En el que he estado más fue en el Ciclón Sabanero. Creo que fueron 8 años en total. Llegué invitado por Edgardo Martinez bajo la capitanía de Tomás. Después de algunos años terminé asumiéndola porque la gente se fue cayendo poco a poco por diversas razones. Yo ya daba por hecho el equipo, pero de repente hace un par de años no conseguimos formarlo. ¿A dónde quiero llegar con esto? Creo que los últimos partidos no los disfrute como si fueran los últimos. Los di por hecho. Este ejemplo tan tonto nos ocurre con todo. Damos por hechos demasiados momentos y muchas veces será la última. La última vez que vas a disfrutar de la compañía de alguien, la última vez de estar en un lugar, la última vez que pudiste hacer algo porque tu estado físico te lo permitía, etc., etc.

Tengo la gran suerte de tener a mis dos padres conmigo. Es un gran regalo y me siento muy afortunado. Os prometo que siempre que les veo cuando les abrazo y les beso lo hago como si fuera la última. Nunca se sabe. Por ellos o por mí que soy un poco cabra loca. Pero lo hago así, 100% consciente.

En este viaje de crecimiento personal este ha sido uno de mis mayores descubrimientos. El pasado es pasado y el futuro es incierto. Está demostrado que un exceso de pensamientos en el pasado genera depresión y un exceso de pensamientos en el futuro genera ansiedad. Lo único que tenemos es el presente. El ahora. Por si no fuera ya difícil caer en pasado o futuro, además tenemos el handicap de vivir en piloto automático o lo que es lo mismo, vivir una vida poco consciente y quiero recordarte que quizás sea la última vez. No lo puedes saber. Una de las cosas que te recomendaría es que si quieres estar lo más consciente posible no estés con el móvil. No necesitas grabar ese atardecer o ese concierto. Disfrútalo. Realmente ese momento es único. Ya no volverá.

Memento mori "Recuerda que morirás". Esta cita tiene su origen en una peculiar costumbre de la Antigua Roma. Cuando un general desfilaba victorioso por las calles de Roma, un siervo se encargaba de susurrarle "Recuerda que morirás" para recordarle las limitaciones de la naturaleza humana.

Así que recuerda que morirás, recuerda que quizás sea la última. Esta batalla es muy difícil de llevar a cabo por la cantidad de distracciones a las que estamos expuestos. Pero quiero decirte algo. Poner foco siempre ayuda. Con poner foco me refiero a hacerlo consciente. Tener momentos de reflexión. Ese es el mejor antídoto para no vivir en piloto automático.

Uno de los libros más consagrados sobre este tema es "El poder del ahora" de Eckhart Tolle que recomiendo a todo el mundo. Una de las cosas que más me gusto del libro es su planteamiento de que en el presente prácticamente todos los problemas desaparecen. Por supuesto hay excepciones, pero en la mayoría de los casos anticipamos problemas. De hecho, algunos expertos lo cuantifican en un 90%. ¿Para qué preocuparse entonces? Y si finalmente terminas teniendo el problema me encanta una frase que dice mucho mi madre: "Hay que ocuparse, no preocuparse". Cuantas veces te habrás visto durante el fin de semana pensando en problemas que tienes que resolver la siguiente semana.

En resumen, espero que vivas en el presente el mayor tiempo posible. Como si fuera la última vez. No te dejas llevar. No vayas en piloto automático. No te preocupes por el futuro. Solo ocúpate del presente que el futuro se colocará solo. Busca momentos de reflexión. Si lo haces vas a ver unos cambios increíbles en tu vida.

Álvaro Peña

Lecturas de Mares y Montañas