Que no te roben la sonrisa
Hay un viejo dicho que reza: "No hagas decisiones permanentes basadas en emociones temporales".
Los seres humanos somos, por naturaleza, seres emocionales. A pesar de tener un cerebro más desarrollado que otras especies animales, y eso nos permiten pensar racionalmente, el acceso a la razón no es del todo inmediato porque nuestra mente siempre busca el camino más fácil: la respuesta automática, preestablecida, intuitiva.
Biológicamente, las emociones han sido necesarias para nuestra supervivencia y evolución dado que conducen a la acción y disparan un cambio de comportamiento que puede ser vital en situaciones de riesgo (inclusive la ira). Además, son vehículos sociales para comunicar cómo nos sentimos respecto a otros.
Sin embargo, cuando se trata de tomar decisiones en el día a día, las emociones juegan en contra si uno se deja llevar por ellas, ya que tienen la capacidad de cambiar la cognición (la forma cómo vemos el mundo) y hacernos perder la objetividad.
Por esta razón, es fundamental aprender a reconocer las emociones cuando aparecen (incluyendo su intensidad e impacto en el comportamiento). De esta manera, evitamos perder objetividad sobre una situación en particular, y podemos actuar racionalmente en consecuencia.
Sin duda, esto requiere de DISCIPLINAy AUTOCONTROL.
El autocontrol es uno de los 4 bloques del segundo nivel de la pirámide del éxito de John Wooden, considerado el mejor entrenador de la NBA de todos los tiempos. Según Wooden, el autocontrol, independientemente de que lo que estemos haciendo involucre una actividad física o una mental, se lo debe mantener para producir resultados deseables.
Cuando las emociones toman el control, la razón se esconde y los actos o decisiones que uno debe tomar tienden a no ser tan productivas como deberían.
El autocontrol requiere que mantengamos nuestras emociones bajo el radar en todo momento. Para cumplir con nuestros objetivos, debemos tomar decisiones basadas en la razón, no en el miedo o la alegría. El primero puede paralizarte, mientras que el segundo puede hacerte demasiado confiado e impulsivo. La falta de autocontrol comprometerá nuestro juicio, sentido común y confianza.
No por nada Warren Buffett, el inversionista más reconocido del mundo y uno de los hombres más ricos, dice que "la cualidad más importante de un inversionista es su temperamento, no su intelecto".
El autocontrol no solo beneficiará a nuestras inversiones, a nuestro negocio o a nuestras finanzas personales, sino también al resto de aspectos de nuestra vida. No podemos tener control sobre nuestro cuerpo, por ejemplo, si no tenemos control sobre nuestra mente.
Si no te gusta la forma en que alguien te está hablando, intenta concentrarte en la información y por qué la está comunicando en lugar de cómo la está diciendo. De esta manera, aún puedes absorber la información que se está comunicando, pero puedes hacerlo sin que tus propias emociones se vean afectadas por la otra persona. O dicho de otra manera, sin conceder a la otra persona el control sobre ti a través de tus propias emociones.
El autocontrol no es tarea fácil, pues no es algo que se enseña en la escuela o peor aún en la casa (la meditación como materia obligatoria haría maravillas en el desarrollo del individuo). En la posdata te dejo algunos recursos si quieres comprender mejor las emociones y ganar autocontrol. No dejes que nadie te robe la sonrisa.
Buen viento y buena mar para tus negocios y tu vida.
PD 1: Pensar rápido, pensar despacio, Daniel Kahneman. Es probable que después de leerlo tengas una pequeña crisis existencial y dudes de si realmente estás a cargo de las decisiones que tomas, pero luego de eso estarás mucho más alerta sobre la información que recibes y consciente de tus decisiones.
PD 2: Emociones Destructivas, Daniel Goleman. Una visión a las emociones negativas desde el lado científico y desde el lado de la filosofía budista (con el Dalai Lama) para comprender qué son y cómo controlarlas.