¿Quién se hace cargo del mantenimiento de las instalaciones de un hogar?
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¿Quién se hace cargo del mantenimiento de las instalaciones de un hogar si la vivienda es de tu propiedad? ¿Y si vives del alquiler?
¿Qué dice el Código Civil? ¿Y la Ley de Arrendamientos Urbanos? ¿Y cómo puede afectar el mantenimiento a un seguro de hogar?
Si lo quieres saber todo sobre quién es el responsable de las instalaciones de un hogar y las consecuencias de su falta, has llegado al lugar más adecuado.
En las próximas líneas te lo vamos a explicar todo.
Por supuesto que todas las respuestas que te vamos a dar las relacionaremos con tu protección, con el seguro de hogar.
Es decir, ¿si el mantenimiento de tu hogar no es el adecuado, cómo puede reaccionar tu aseguradora en caso de daño?
Lo vamos a ver enseguida. Ya verás qué interesante es todo lo que te vamos a contar a continuación.
Responsabilidades del propietario en el mantenimiento de las instalaciones de un hogar
El Código Civil es claro en este aspecto. La responsabilidad del mantenimiento de un edificio recae en el propietario y así lo podemos ver en los artículos 1907, 1908 y 389.
El propietario está obligado a realizar las tareas de limpieza necesarias, a mantener los sistemas eléctricos y de plomería y, en definitiva, que todas las infraestructuras estén en perfecto estado.
También está obligado al mantenimiento de las estructuras, tales como fachadas y tejados.
Para esto, es muy conveniente realizar inspecciones regulares de techos, paredes y cimientos para detectar signos de desgaste.
Por supuesto que estas revisiones son especialmente útiles para evitar filtraciones por culpa del agua de lluvia que, tal y como indican todos los estudios de Unespa reiteradamente, son los daños más frecuentes.
Pongamos un ejemplo que es de lo más habitual. Imagina que el agua de lluvia se ha filtrado por las paredes de una vivienda porque el tejado está dañado. Puede que alguna de las tejas estén en mal estado.
En este ejemplo podemos decir que la responsabilidad de la filtración va a recaer en el propietario del tejado porque no ha tenido precaución en su mantenimiento.
Ya puedes empezar a intuir que el mantenimiento de las instalaciones de un hogar es fundamental para prevenir daños. Daños que, dependiendo de los casos, también puede ser personales.
Imagina si un edificio se derrumba por falta de mantenimiento y en su interior atrapa a sus propietarios.
Antes de comentar qué implica la falta de mantenimiento en un seguro de hogar, has de tener en cuenta que habrá otras consecuencias, como por ejemplo que un inmueble va a perder valor de cara a una posible futura venta.
¿Cómo afecta la falta de mantenimiento al seguro de hogar?
El mantenimiento de la propiedad tiene un impacto directo en la cobertura del seguro de hogar, como te puedes imaginar.
El seguro de hogar cubre muchos supuestos, siempre y cuando se hayan contratado las coberturas.
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Entre estos supuestos, cubre los robos, los incendios, los fenómenos atmosféricos adversos…
Como ves, cubre supuestos que no se pueden prevenir. ¿Pero cómo actúa el Seguro en caso de daños que sí se pueden predecir?
Porque lo cierto es que muchas pólizas excluyen de manera explícita los daños que se han producido en un hogar o en un edificio por negligencia en el mantenimiento.
Es decir, si después de una investigación o peritaje se descubre que el daño ha sido causado por la falta de mantenimiento, lo más probable es que la aseguradora no se haga cargo de los daños.
Así de claro.
Volvamos al ejemplo de las lluvias. El Seguro va a pagar la filtración de agua. Por ejemplo, se va a hacer cargo de la pintura. Pero no se hará cargo de la reparación del tejado si se concluye que no ha existido mantenimiento.
Por supuesto que existen muchos casos y por eso los peritos han de determinar si estamos ante un accidente poco previsible o ante falta de mantenimiento.
La indemnización variará sea uno u otro caso.
¿De quién depende el mantenimiento cuando la casa es alquilada?
Este es un asunto que crea no pocas polémicas.
Si acudimos a la Ley de Arrendamientos Urbanos, vemos que dice que el arrendador (el propietario) está obligado a hacer todas las reparaciones necesarias para conservar la habitabilidad y también las reparaciones urgentes.
Mientras que el arrendatario o inquilino debe hacerse cargo de las pequeñas reparaciones consecuencia del desgaste diario.
Pero, como puedes imaginar, existen una delgada línea entre reparaciones mayores y menores.
Lo más aconsejable cuando se alquila una vivienda es que arrendador y arrendatario hablen sobre cuáles son sus respectivas responsabilidades.
También es conveniente que ambos tengan un seguro de hogar. En el caso del arrendador para hacer frente a daños estructurales y en el caso del arrendatario para proteger sus bienes.
Existe también la posibilidad de que exista un seguro de comunidades de vecinos, altamente recomendable, pero que, de momento, solo es obligatorio en la Comunidad de Madrid y en la Comunidad Valenciana.
En resumen. El mantenimiento corre a cargo del propietario. Y su falta puede provocar que el Seguro no pague las indemnizaciones en caso de siniestro.
Si la casa es alquilada, lo más recomendable es que arrendador y arrendatario hablen de sus respectivas responsabilidades.