Quiérete

Nos pasamos media vida queriendo ser diferentes a como somos, queriendo gustar a todo el mundo. Queremos tener un cuerpo distinto al que tenemos, un trabajo mejor al que tenemos, un guardarropas ideal, una casa bonita, una familia perfecta para los demás... en definitiva ser quienes no somos. Este empeño de estar peleado con uno mismo solo nos genera malestar, y nos nubla la razón, sin reconocer aquello que nos hace auténticos y con lo que podemos brillar. No le podemos caer bien a todo el mundo, ni gustar a todos. La vida a veces es más simple, quiérete por lo que eres.

Esto no significa que no hagamos todo lo posible por mejorar, por encontrarnos y por obtener lo que queremos de nosotros mismos, pero de ahí a no aceptarnos hay una línea en la que se encuentran muchos problemas emocionales que nosotros mismos creamos en nuestra mente. Nos han enseñado a valorarnos a través de metas externas poco asequibles para la mayoría de la población. Seguimos cuentas de Instagram o vemos programas o revistas de personas con vidas perfectas. Esto hace que vivamos en un malestar general por metas que muchas veces no se encuentran a nuestro alcance. Queremos ser más altos, mas delgados, tener un status social mejor, tener muchos amigos, viajar todo el tiempo... Esa es la vida que actualmente vemos en los medios y redes sociales que hacen que sintamos que vivimos precariamente. Pero no hay que olvidar que esas vidas perfectas que vemos, están preparadas para la foto o la imagen de ese instante, que una vez se apaga la cámara, esas personas seguramente tienen una vida muy similar a la nuestra pero no lo vemos. Y nos quedamos con esos momentos idílicos que se muestran en los medios/redes sociales.

Lo importante es reconocer lo bueno que tenemos en nuestro interior y potenciarlo. Ver que hay cosas que nos rodean o actos que realizamos que nos hacen ser personas de bien. Si comenzamos a reconocer nuestras virtudes y tratar de corregir o sobrellevar los defectos, podremos avanzar. Amarnos es el único camino que nos queda si queremos dejar atrás gran parte de nuestra inseguridad. Por eso quiérete porque te vas a necesitar.

Oscar Wilde decía “Amarse a uno mismo es el principio de una historia de amor eterna”.

Comencemos con esa historia y seguramente iremos involucrando a quienes nos rodean formando muchas historias de amor entrelazadas...

A que suena muy bien... ¿por qué no hacerlo? ¡Anímate! ¡Quiérete!