Los primeros pasos de una nueva realidad.
No sé si es mi percepción, pero he visto los atardeceres más hermosos en muchos años, así como los amaneceres más refulgentes; aun en marzo he sentido una brisa suave y refrescante en las noches, la luminosidad, muy típica de esta época tiene otros ribetes, unos más hermosos.
En lo personal me gusta disfrutar de los amaneceres y atardeceres -esta costumbre la tengo desde muy pequeño-, pero los de estos últimos días tienen implícita una belleza serena, muy parecida a la de mis años de infancia.
Guayaquil es una ciudad complicada, con gente llegada de otros sitios, con ganas de prosperar pero sin costumbres, ni leyes, son como animalitos; es triste, pero es lo que tenemos.
Deberíamos, en vez de juzgarlos, tratar de hacerles entender, que usen sus mentes, pues nunca han tenido la oportunidad en sus regiones por el abandono, pobreza o pillería de los respectivos gobiernos de turno.
Si viviésemos donde ellos quizás entenderíamos su cosmovisión...
Pero sí, me da iras de verlos tan salvajes, aunque luego reflexiono y veo que jamás tuvieron las oportunidades que tuve yo o tú, que lees este post.
El hecho es que hay personas que han tenido todas las oportundades del mundo y se han comportado peor, con un nivel de irresponsabilidad que debería ser causa de enjuiciamiento penal.
Elos no tienen justificación.
Este escenario debe motivarnos a mejorar y a ayudar, a no votar por los ladrones de siempre o por los advenedizos de toda la vida, o por las bailarinas, animadores, cantantes o actores que solo sirven para una cosa, lo suyo -a veces-, pero no para gobernar.
Esta lección debe ser aprendida porque ha costado vidas valiosas, es una de las más grandes oportunidades que nos ha dado la vida para escribir una historia nueva, no para reescribirla.
A partir de hoy, nuestra única misión debe ser trabajar por otros, solo así prosperaremos todos; la clave está en compartir, enseñar, guiar, no en ufanarse.
¿Queríamos la oportunidad para empezar desde cero?, bueno pues, aquí está, no la desechemos.