¿Quieres que tus vendedores te sigan? Te cuento cómo lo hago yo

Coordinar y dirigir equipos de ventas son dos de las cosas más complicadas que existen en el mundo comercial, sobre todo porque la mayoría de las veces, estas redes de venta son profesionales independientes. Y cuando no existe una nómina de por medio, liderar equipos se complica.

Las redes de vendedores son heterogéneas, anárquicas, creativas en extremo y apasionadas. No siempre siguen un patrón y muchas veces la frustración y experiencias personales influyen en sus comportamientos profesionales.

Yo esto lo sé desde hace muchos años y por ello siempre intento poner en práctica los siguientes consejos:

1. Escuchar NO es lo más importante. Si te digo que escuchar es lo más importante, eso seguro que ya lo sabes; está dentro de cualquier manual del buen Director de Ventas, así como ponerte en sus zapatos. Pero ¿qué tal si lo haces de manera natural? Escuchar tiene un gran componente de "vivir y sentir" lo que la otra persona nos cuenta. Dejarte llevar por su pasión, por sus deseos, por sus miedos, para volver a retomar el rumbo y darle sugerencias para enfrentarse a ellos. Y luego, como si de un buen perfume se tratara y para no dejarte arrastrar por las emociones ajenas, quédate solo en tu mente con la nota predominante del aroma, para poder reconocer las necesidades de tu equipo y encontrar posibles soluciones.
2. Congela el momento y aprende. No pierdes el tiempo si lo paras para dedicárselo a alguien. Cada palabra, cada idea de un vendedor, rellenan tu poso de experiencia. Las redes de ventas son increíbles; conocen a la perfección el producto que venden y podrían asesorar a cualquier departamento de marketing de empresas consolidadas. Ellos lo saben todo sobre el cliente final. Nosotros no.
3. Contágiate de su locura. Vender, en ocasiones, no es un camino de rosas y se hace duro. Por eso, estamos acostumbrados a ver vendedores que parecen salidos de una película de Almodóvar. De hecho, cuántos libros podríamos escribir sobre anécdotas que hemos visto o nos han contado. Y por el hecho de su dureza, la venta se llena de locura, creatividad y diferenciación. Y eso, solo lo saben hacer ellos, con esa fantástica forma de transformar lo negativo en positivo y lo aburrido en diversión. Son los primeros que nos enseñan automotivación. Intenta tu hacer eso. Cuesta, ¿verdad?
4. Copia y pega. Tus maestros en el arte de vender no han sido tus superiores. Yo siempre digo que de ellos, como de mi, se aprenden las cosas que no se deben hacer pero de los vendedores, copia todo aquello que te parezca una genialidad y pégalo adaptando el estilo. Y no te preocupes por ocultarlo. Yo siempre les digo a mis vendedores que si me cuentan algo, corren el riesgo de que lo copie y se ríen, pero creo que es motivador incluso para ellos.
5. Y finalmente, como todo en la vida disfruta de lo que haces. Tus vendedores tienen un detector de insatisfacción y si lo que haces no te gusta, lo sabrán y los habrás perdido desde el primer momento. Y a veces no es fácil elegir un trabajo, es el trabajo el que te elige a ti, pero no es tan difícil poner todo de nuestra parte, como en la vida, para encontrar aquellos momentos que nos hacen disfrutar y sonreír.

Con tan solo 3 de estos consejos, te aseguro que tienes el 80% de tus equipos siguiéndote, escuchándote y valorándote. Esto no va de dar órdenes, va de compartir experiencias y que cada persona aporte aquello que sabe hacer.