Realidad Virtual y maquinaria inteligente, sus posibilidades en construcción
La realidad virtual es una tecnología que asociamos muchas veces al mundo de los videojuegos, y de hecho tuvo su origen precisamente en esa industria tan ligada a la innovación. Permitía a los jugadores formar parte de una nueva realidad, una nueva dimensión mientras participaban en primera persona en otros mundos imaginarios.
Pero IDC Research España ya nos indicaba en su último evento sobre Transformación Digital, que en el año 2019 el gasto empresarial en Realidad Virtual (VR) y Realidad Aumentada (AR) va a superar al gasto de consumidor. Y que más del 50% de las grandes empresas europeas habrán puesto en marcha una estrategia AR/VR en 2020.
El sector de la construcción es un campo abonado precisamente para la realidad virtual y la realidad aumentada. Ya supuso en su día toda una revolución el abandono de los planos en papel cebolla tirados por delineantes, para trasladarlos al mundo digital con sus enormes capacidades de edición y reutilización mediante herramientas CAD. El paso siguiente fue la posibilidad de levantar perspectivas 3D, y no sólo en modo croquis, sino llenas de realismo pudiéndolas dotar de texturas, efectos de iluminación e incluso paseos virtuales mediante renderización. Es el modelado mediante herramientas BIM (Building Information Modelling).
Ahora le toca el turno a la realidad 3D. Se trata no sólo de que los clientes puedan disponer de la capacidad de pasear por sus futuras viviendas, locales o construcciones en general, puesto que no todos estamos dotados de la capacidad espacial que requiere la interpretación de un plano en 2D. Es que el propio personal de campo, diseñadores, arquitectos e ingenieros puedan interactuar con un proyecto desde sus primeras fases. No sería la primera vez que un proyecto deba paralizarse por no haber interpretado bien algún detalle plasmado en papel. Y el poder compartir con el cliente no sólo los avances reales a pie de obra sino cualquier estado futuro en VR puede ahorrar muchas sorpresas y facilitar la toma de decisiones, con el ahorro de tiempo y coste que éstas puedan suponer.
Hablamos de realidades virtuales ofrecidas por tecnologías inmersivas cuyo coste en los últimos cinco años ha estado decreciendo paulatinamente para ponerse al alcance de un número mayor de empresas. Cierto es que todavía estamos en una fase muy preliminar de todo lo que nos va a llegar en breve, pero sin duda va a suponer toda una revolución por la reducción de costes que conllevará. Porque va a acelerar las fases de planificación y ejecución aminorando el downtime, ayudará a evitar posibles errores, y permitirá la colaboración más estrecha proveedor-cliente y entre los diferentes departamentos de una obra.
Para terminar, quiero compartir un par de interesantes enlaces… cómo HoloLens de Microsoft podrá ayudar con tecnologías de realidad aumentada en proyectos de construcción, y otro no menos impactante: un robot capaz de construir paredes de ladrillo con total precisión, sin necesidad de intervención humana. Estamos a las puertas de unos cambios verdaderamente revolucionarios en este sector. Y los vamos a ver en muy breve tiempo aplicados a la transformación digital de nuestros negocios.