Reglas para una correcta planificación fiscal
A la hora de iniciar un negocio, constituir o reestructurar una sociedad, son varios los aspectos a tener en cuenta. La dotación del personal, la tecnología a utilizar, la localización del establecimiento entre otras cuestiones, son algunos ejemplos del complejo escenario en el cual se encuentran las empresas.
Entre estas cuestiones reviste particular importancia el pago de impuestos. Año tras año las compañías y empresarios se preguntan que pueden hacer para pagar menos tributos, dado que las empresas se organizan para producir ganancias. En ese escenario reviste particular importancia el concepto de planificación tributaria.
La planificación tributaria es una herramienta que busca, en forma lícita, minimizar el costo impositivo de una empresa. Su uso permite a la gerencia evaluar acciones, encontrar alternativas y obtener beneficios que las normas impositivas permiten. Es altamente recomendable que la plana directiva de una empresa tome conciencia de la importancia de la planificación fiscal.
Cada día es más necesario para las empresas adecuar sus políticas administrativas y financieras para permanecer en un mercado más competitivo. El manejo incorrecto de los impuestos genera riesgos que pueden representar costos y serias consecuencias para un negocio. Por ello se vuelve cada vez más imperativa la ayuda de expertos que investiguen, detecten y sugieran las medidas fiscales pertinentes para obtener una mayor rentabilidad.
¿Cómo hacemos una planeación tributaria?
La planificación fiscal debe ser realizada desde la creación misma de la empresa, por equipos profesionales de abogados, contadores y financieros. La gerencia debe ser consciente de que los impuestos inciden en la mayoría de las transacciones económicas que afectan a una empresa, tales como importaciones, ventas, ganancias, intereses, dividendos, etc.
La planeación debe estar orientada a crear sistemas que permitan cumplir con las disposiciones fiscales al menor riesgo y costo posible. Para ello debe establecer estrategias que permitan aprovechar estímulos fiscales, diferir el pago de impuestos y disminuir las cargas fiscales.
La planificación tributaria no solo puede ser utilizada por empresas. También puede ser utilizada por sus dueños, a través de la planificación personal destinada a reducir el impacto de los impuestos que le afectan en forma personal, y a nivel de empresas familiares, a través de la planificación hereditaria.
Reglas para una correcta planificación fiscal
Si bien no existen soluciones generales aplicables a todos los negocios, existen pautas básicas para hacer una correcta planificación fiscal. Cuando hacemos las planeaciones fiscales, tenemos en cuenta las siguientes reglas:
Lo primero a tener en cuenta es conocer el negocio del cliente, comprendiendo en forma clara los tipos de productos que venden y su cadena de valor. También resulta muy importante conocer el lugar de ubicación de la empresa y el tipo de productos que se desean comercializar. No es lo mismo comercializar con un país del MERCOSUR que uno incluido en otro acuerdo de integración, ni tampoco es lo mismo comercializar comodities, productos manufacturados o intangibles.
Conocer acabadamente el negocio es clave para comprender el tipo y magnitud de impuestos que pueden afectar su actividad y proponer, sin desnaturalizar el negocio, alternativas para obtener un menor costo impositivo a sus actividades.
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Conocer la estructura del negocio es importante dado que existen ciertas formas de organización empresarial que permiten obtener determinados beneficios fiscales. No es lo mismo la tributación que puede afectar a una subsidiaria, a una sucursal o a una cooperativa o fundación. Sugerir las mejores formas societarias puede tener un impacto impositivo importante para el negocio.
En todos los ordenamientos fiscales, existen importantes exenciones, deducciones o desgravaciones para determinados tipos de industrias o actividades. Conocer acabadamente el régimen de incentivos es clave para las empresas dado que permite una importante reducción de la carga tributaria y optimizar los márgenes de ganancia. Todo profesional debe tener un conocimiento solido de estos regímenes para sugerir la mejor planificación para el negocio.
La existencia de Convenios de Doble Imposición con terceros países es importante, principalmente si la empresa realiza operaciones de comercio internacional. Esto puede permitir tomar decisiones ventajosas para decidir la localización de la empresa y los mercados con quien comerciar.
Las normas de precios de transferencia también son importantes dada la cada vez mayor existencia de operaciones internacionales entre compañías de un mismo grupo. Toda planeación fiscal debe recomendar a la gerencia los criterios corporativos de precios de transferencia en operaciones internacionales intragrupo.
En un mercado globalizado, se vuelve cada vez más importante conocer en forma detallada las regulaciones existentes en materia de entrada y salida de capitales. Este aspecto es de particular relevancia para determinar las restricciones que pueden afectar a las ganancias que se desean remesar a los accionistas del exterior y las financiaciones que se deseen realizar a la empresa.
Finalmente, es importante que los asesores impositivos tengan conciencia de la diferencia entre planeamiento impositivo y los conceptos de elusión o evasión tributaria, figuras que buscan reducir el impacto impositivo de una empresa mediante medios no éticos o ilícitos.
Toda planeación fiscal debe buscar la mejor alternativa dentro de un marco normativo dado. En todos los casos debe estar orientada a crear estructuras tributarias óptimas que no se salgan de los parámetros legales y que puedan resistir cualquier fiscalización de la administración tributaria.