Resolución de conflictos, la habilidad más contratada.
En un trabajo existen dos maneras de resolver un conflicto, por tus propios medios y conocimientos o comunicarte con un Supervisor para que lo resuelva. Si algo he aprendido es que no existe una salida fácil al momento de querer resolver un problema profesional, al intentar ser valiente y solucionarlo por tu cuenta pudieras aprender que ese problema en específico tienes que escalar con Supervisión, o bien si pides apoyo de otros para resolverlo, pensando que es lo más asertivo, pudieras ser juzgado de tener pocas habilidades para resolver conflictos. Repito, no hay salida fácil, pero los conflictos deberían tener fama de ser lecciones envueltas en problemas.
La habilidad de resolver conflictos sufre de la misma suerte que la experiencia, dentro de un proceso de contratación normalmente la industria busca perfiles que ya tengan experiencia en la resolución de conflictos. Te quiero ofrecer opciones de cómo acelerar este aprendizaje tan importante, cuya habilidad te hará destacar de cualquier proceso de selección:
Nivel principiante: sigue los conflictos de lejos.
Cuando veas un conflicto mantén tu distancia (aunque creas que sepas cómo resolverlo) pero presta atención, observa y analiza cómo funcionan ahí las personas y los procesos, a quién le comunican qué tema, qué nivel de responsabilidad tiene tu puesto y el de los demás.
Nivel intermedio: resuelve sin miedo.
Cuando ya tienes experiencia, pero no la suficiente, es el momento perfecto para meter las manos al fuego, tu intuición te dará el impulso necesario para resolver con las herramientas que tengas a la mano, pero tu falta de experiencia te puede sacar del mismo problema sin tener que perder tu trabajo. Equivocándose es la única manera de entrenar tu habilidad de resolución, al final del día vas a irte sabiendo qué hacer o qué no hacer.
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Nivel avanzado: escalar vs. resolver.
Para este punto ya sabremos discernir entre resolver por cuenta propia o bien compartirlo con tu Supervisor para que te aconseje de cómo abordar mejor el problema. Naturalmente entre más años de experiencia tengas tus conflictos serán un poco más complejos, entonces es cuestión de decidir entre escalar o resolver por tu cuenta. Considera que, si es un problema que te parezca nuevo, que no se haya presentado antes sin importar la complejidad, siempre podrás encontrar con quien consultarlo, una perspectiva diferente a un problema es una solución diferente al mismo.
Independientemente de dichos niveles recuerda que cuando se trata de conflictos entre personas lo más probable es que un estilo de resolución no aplique para todos, para esto tu instinto y tu experiencia propia dictarán la manera ideal de abordar cada problema. Aunque parece que esto tomara tiempo, cuando te involucras en tu trabajo y eres intencional con tu crecimiento profesional, puedes estar desarrollándote en esta habilidad sin notarlo.