Resoluciones 2022 para un año laboral saludable

Ocupamos aproximadamente un tercio de nuestros días en función del trabajo, y con esta fusión casi indisoluble que nos llevó a tener la oficina en casa, los emails al alcance de la mano, y una exigencia creciente de responder de inmediato, es bueno aprovechar el inicio de año para trazar par de resoluciones, y limites. Probablemente fallaremos en el curso del camino, cuando la ansiedad retome sus niveles normales y la lista de pendientes crezca, las metas nos persigan, y debamos reportar cómo cumplimos en nuestra posición. De cualquier modo, vale la pena poner estas ideas sobre la mesa desde hoy y hacer todo lo posible por seguirlas obedientemente.

Cuido mis pensamientos y confío en mis capacidades. Alejemos desde ya esos murmuros mentales que nos llevan a sufrir, de vez en cuando, del famoso sindrome del impostor. ¡Así se empieza el año! Seguros de nuestras capacidades y del lugar que ocupamos. De lo valioso de nuestras contribuciones al equipo. Si estamos aquí, otros han confiado en nosotros, ¿por qué no hacerlo también?

Cada interacción es positiva y memorable para mi interlocutor. Que cada llamada, cada email, cada saludo proyecte vibras positivas, buena actitud y que al terminar, la persona "salga de la sala" reenergizada. Esa energía vuelve a nosotros. No se agota. ¡No detengas su curso!

Me enfoco en el trabajo a la hora del trabajo, para asegurar que soy productiva y que llegada la hora de desconectarme hice lo más y mejor que pude, lista para dedicar tiempo a mi misma y a mi familia. Poner a un lado distractores, redes sociales, memes y esas cositas nimias que nos sacan de curso, cortan la inpiración y el ritmo. Para los más pro, quiza explorar metodos como pomodoro.

Respeto mis horarios y los de mi equipo. El trabajo es importante, pero tambien lo son los espacios para tomar los alimentos y el sano descanso, un break para el café, estirar las piernas mientras caminas al perro. Respetar esos espacios revitaliza y ayuda a mantener el buen humor y actitud en las horas laborales. Cuando se apaga la computadora, se acaba el trabajo. Alguien me dijo un día, que mi trabajo no es hallar la cura contra el cancér. Así que eso que titila como pendiente en la bandeja, con seguridad puede esperar hasta mañana.

Sigo tomando vacaciones, o staycations. Ha sido así el ultimo año, sea para disfrutar un libro en casa o conocer una nueva playa del país. No importa si viajo o no a un destino exótico, lo importante es pausar y recargar.

Aprendo y disfruto cada día. Asumo los retos con apertura, con growing mindset, con visión crítica y de equipo, con innovación, consciente y aceptando el cambio.

Creatividad y actitud de escucha para encontrar soluciones. Cuando parece no haber salida, ¡si que la hay!, solo hay que abrir el camino. Luchar contra corriente, contra lo nuevo, cansa. ¡Fluye y avanza!

Practico decir que no. Acostumbrada a no negarme, al miedo a "qué pensaran si..." es hora de analizar y priorizar antes de embarcarme en acciones que no contribuyan verdaderamente, esas que consumen tiempo y esfuerzo, pero poco mueven la aguja. Dificil, si. Veamos qué tal nos va.

8 prácticas resoluciones que trabajaré en aplicar y con seguridad harán que este año sea sastisfactorio, lleno de aprendizaje y balance. ¿Alguna que debamos agregar?

¡Feliz y exitoso 2022!