Responsabilidad civil objetiva

Qué es la responsabilidad civil objetiva. Los aspectos legales más importantes a tener en cuenta.

La responsabilidad civil se fundamenta en el hecho de que cuando un individuo causa daño a un tercero tiene la obligación de repararlo. Sin embargo, la forma en la que se determina ese cargo puede dividirse en dos categorías: responsabilidad civil objetiva o responsabilidad civil subjetiva. Esto depende de si la persona ha causado directamente o no el daño, o si tenía o no la intención de causarlo.

Desde Angular Group entendemos que puede existir cierta confusión entre una responsabilidad y otra. Centrándonos esta vez en la responsabilidad civil objetiva, entraremos en profundidad a analizar los aspectos legales más importantes que deben tenerse en cuenta.

Diferencias entre responsabilidad civil objetiva y responsabilidad civil subjetiva:

La diferencia principal entre una y otra es la valoración de la culpa. La responsabilidad civil objetiva se centra en el riesgo inherente a una actividad o situación o bien en el hecho de ser responsable, de alguna forma, del autor de los daños. Mientras que la responsabilidad civil subjetiva se centra en la conducta individual y requiere la demostración de culpa, negligencia o, en su caso, dolo.

La elección entre una u otra depende de las leyes y regulaciones de cada jurisdicción y del tipo de caso específico que se esté considerando.

En Angular Group queremos proporcionarte una breve descripción de la responsabilidad civil subjetiva antes de profundizar en la responsabilidad civil objetiva. La primera, se refiere a la obligación de una persona de reparar un daño que haya causado directamente debido a su propia negligencia o dolo. En este tipo de responsabilidad, la culpabilidad se determina subjetivamente por partes como jueces o intermediarios. Los ejemplos más comunes incluyen accidentes de tráfico donde el conductor comete una infracción o es directamente responsable del accidente por su actuación en el mismo, así como situaciones cotidianas como la negligencia de un vecino que no realiza reparaciones en su propiedad, lo que causa daños a un tercero o la causación de desperfectos por el inquilino en un piso de alquiler. También es subjetiva la responsabilidad derivada de la comisión de un delito, como por ejemplo, la indemnización de unas lesiones causadas intencionadamente. En estos casos, la culpa o negligencia del responsable es clara, y debe hacerse cargo de reparar los daños causados.

La responsabilidad civil subjetiva aparece regulada en el artículo 1902 del Código Civil, principio básico del sistema de responsabilidad en España y que es claro al respecto: “El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado”.

¿Qué es la responsabilidad civil objetiva?

La responsabilidad civil objetiva es un concepto legal que establece que una persona o entidad debe indemnizar a otra por un daño, sin necesidad de demostrar si es culpable o no del acto negligente provocador. Se fundamenta en dos supuestos distintos, la naturaleza del daño y la relación de subordinación existente entre el agente productor del daño y la persona que debe responder de su reparación.

En el primer caso, se responde por el simple hecho de haberse producido un daño en el ejercicio de una actividad. En otras palabras, este tipo de responsabilidad se basa en los riesgos que conllevan ciertas actividades, como por ejemplo los de una obra de construcción o los derivados de la circulación de vehículos. Conducir, volar, el manejo de sustancias nocivas, son consideradas legalmente actividades peligrosas que requieren de un responsable en caso de producción de un daño, con independencia de que en su producción haya intervenido culpa o negligencia. Se aplica la doctrina del riesgo y el llamado «riesgo creado» como base para establecer la responsabilidad. Este sistema impone una obligación legal de reparar. Tiende a proteger la estabilidad y la integridad patrimonial en lugar de reforzar normas de conducta específicas. Son actividades en las que, además, se impone legalmente la obligación de aseguramiento. Ejemplos de ello son el seguro de responsabilidad civil obligatorio de vehículos, el seguro decenal de edificios o el seguro de viajeros en el transporte público.

En el segundo caso, constituye responsabilidad civil objetiva la que tienen los padres respecto de los daños causados por los hijos menores de edad, los propietarios de animales de compañía por las actuaciones de los mismos o los empresarios por las acciones de sus empleados. En estos casos, la responsabilidad se fundamenta en la previa responsabilidad subjetiva del agente productor del daño, debiendo responder de su reparación un tercero que no ha intervenido en los hechos, como consecuencia de la relación de subordinación o dependencia que ese agente tiene con él. 

Algunos puntos clave sobre la responsabilidad civil objetiva son:

1. Riesgo creado. El demandante debe demostrar que el demandado creó un riesgo que resultó en daño o que ese daño fue causado por su dependiente o subordinado. No es necesario demostrar la existencia de culpa o negligencia en el  demandado.
2. Ámbitos de aplicación.  Se lleva a cabo en diferentes situaciones como: accidentes de tráfico, daños causados por productos defectuosos o daños en propiedades públicas entre otros. También en las relaciones familiares o laborales, como ya se ha indicado.
3. Legislación específica. Además del Código Civil, existen leyes específicas que regulan la responsabilidad civil objetiva en ciertos sectores, como la Ley de Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor para casos de accidentes de tráfico.
4. Compensación. Se calcula en función del daño sufrido por la víctima. Esto puede incluir daños materiales, daños personales y perjuicios económicos.
5. Excepciones. Existen algunas defensas legales que pueden eximir al demandado de responsabilidad, como la fuerza mayor o la culpa exclusiva de la víctima.

Determinación de los daños y cálculo de la compensación en casos de responsabilidad civil objetiva:

La determinación de los daños y el cálculo de la compensación pueden variar según la jurisdicción y la naturaleza del caso. Pero generalmente siguen algunos principios básicos:

1. Evaluación de los daños. En casos donde el daño es físico o material, como lesiones corporales o perjuicios a la propiedad, se realizan evaluaciones para determinar la extensión y el alcance de estos. Por otro lado, si involucran un daño moral o emocional, se pueden considerar factores como el sufrimiento psicológico, la angustia emocional y la pérdida de calidad de vida. En determinados supuestos es la Ley la que determina el importe indemnizatorio del daño una vez que éste ha resultado acreditado. Es el caso del Sistema de Valoración del Daño Corporal, inicialmente aplicado a las lesiones derivadas de accidentes de circulación y generalizado, a partir de La Ley 35/2015, de 22 de septiembre, a la valoración del daño personal originado en cualquier ámbito.
2. Pruebas y documentación. Esto puede incluir informes médicos, facturas de tratamiento médico, presupuestos de reparación de la propiedad dañada y cualquier otro registro relacionado con el caso.
3. Causalidad entre la acción del demandado y lo sufrido por el demandante. Es decir, se debe demostrar que la conducta del demandado fue la causa directa de los daños.
4. Compensación. Se basa en la restauración de la víctima a la posición en la que se encontraba antes de que ocurrieran los daños. Esto puede incluir:

• Reembolso de gastos médicos y de rehabilitación.
• Reparación o reemplazo de la propiedad dañada.
• Compensación por pérdida de ingresos o capacidad de trabajo.
• Compensación por dolor y sufrimiento, si está permitido por la legislación local.

1. Limitaciones legales (sobre todo en situaciones como accidentes de tráfico). En Angular Group te  recomendamos consultar los límites de cada jurisdicción y el tipo de daño en cada caso particular. 
2. Negociación o litigio. Las partes involucradas pueden negociar un acuerdo de compensación fuera de los tribunales, o en caso de no llegar a un acuerdo, se puede ir a juicio donde un tribunal determinará la compensación final basada en la evidencia presentada y las leyes aplicables.

Con todo ello, el objetivo principal es restaurar a la víctima a su estado anterior al daño, proporcionando una compensación justa por los perjuicios sufridos.

Responsabilidades del demandante y el demandado:

Tanto el demandante como el demandado tienen unos roles y una serie de responsabilidades específicas que deben cumplir a lo largo de un proceso de responsabilidad civil objetiva. 

El demandante debe demostrar mediante las pruebas sólidas y pertinentes que ha sufrido un daño real y cuantificable como resultado de la acción del demandado, a quien debe de identificar demostrando la involucración de este en la actividad o situación que condujo al daño.

Por su parte, el demandado, debe aceptar su obligación de indemnizar al demandante por los daños causados y cooperar en el proceso de resolución del caso. Además, aunque la responsabilidad civil objetiva no requiere culpa o negligencia, el demandado puede buscar posibles defensas legales para eximirse de la responsabilidad. Esto podría incluir argumentos como fuerza mayor, intervención de terceros o imprudencia de la víctima.

Ejemplos de responsabilidad civil objetiva:

La responsabilidad civil objetiva se aplica en muchas situaciones de la vida  cotidiana. A continuación os mostramos ejemplos en los que la responsabilidad civil objetiva se aplica: 

1. Infección hospitalaria. En el ámbito médico nos encontramos con las infecciones nosocomiales, que son aquellas que se desarrollan en pacientes mientras están tratados en el hospital o centro médico, y que no estaban presentes en el momento de admisión del paciente en el hospital. Normalmente los virus, bacterias y hongos que las producen únicamente se desarrollan en entornos hospitalarios, por eso su identificación es bastante sencilla.
2. Accidentes de tráfico. En muchos lugares, los conductores son responsables de los daños causados en un accidente de tráfico, independientemente de si fueron culpables o no del accidente. El propietario o conductor del vehículo debe compensar a las víctimas.
3. Productos defectuosos. Los fabricantes y vendedores pueden ser considerados responsables de los daños causados por productos defectuosos, incluso si tomaron todas las precauciones razonables en su fabricación. La responsabilidad recae en la calidad del producto y no en la culpa del fabricante.
4. Daños causados por animales. En algunos casos, los dueños de animales pueden ser responsables de los daños causados por sus mascotas, independientemente de si el dueño fue negligente en su cuidado. Esto se aplica especialmente a mordeduras de perros y otros incidentes similares.
5. Accidentes en propiedades. Los propietarios de locales comerciales o viviendas de alquiler, pueden ser responsables de los daños sufridos por visitantes en el lugar, incluso si no fueron negligentes en el mantenimiento de la propiedad. Esto se basa en la premisa de que el propietario es responsable de mantener un entorno seguro.
6. Accidentes en obras de construcción. En el ámbito de la construcción, los contratistas y propietarios de obras pueden ser considerados responsables de los daños causados a terceros cerca del lugar de la construcción, independientemente de si fueron culpables o no de un accidente.

En conclusión, la responsabilidad civil objetiva y subjetiva representan dos enfoques distintos para abordar situaciones en las que se ha causado un daño. Desde Angular Group queremos recalcar la idea de que la responsabilidad civil objetiva se basa en que ciertas actividades o situaciones conllevan riesgos inherentes, y quienes se benefician de ellas deben asumir la responsabilidad de los daños, sin importar la culpa o negligencia, al igual que deben asumirla los responsables de personas dependientes o a su cargo por la relación de subordinación existente entre los mismos.