Robale las oportunidades de aprendizaje a tus hijos. ¡Infelicidad garantizada!
En los días pasados, se conoció por la prensa la designación de Delfina Rossi, hija de Agustín Rossi, quien es Ministro de Defensa de la República Argentina, como Directora del Banco Nación. Por supuesto que las opiniones respecto a si la edad, los antecedentes académicos y los años de experiencia en el sector financiero fueron el eje de la controversia; algunos se mostraron a favor, otros no tanto; algunos mostraban lo controvertido de la designación. Mucha gente escribió comentarios en los artículos sobre la noticia (mirar esta nota, debajo del texto), mensajes en Facebook y en Twitter al respecto.
Lo que me llamó la atención de estos comentarios que la gente escribió, en particular, aquellos de quienes estaban en contra de la designación fue que los mensajes eran para Delfina. Por ejemplo, recuerdo un comentario que empezaba: "A ver querida, con 26 añitos...".
Ninguno de los mensajes fueron escritos para el padre.
Una de las áreas en las que trabajo es la Gestión de las Empresas de Propiedad Familiar. Durante las actividades de docencia e investigación en el área, tuve la oportunidad de conversar con padres (padres o madres, o abuelos o abuelas) que han sido exitosos (no necesariamente multimillonarios) con sus empresas. Muchos de estos emprendedores son gente con orígenes muy humildes. Muchos de estos emprendedores con orígenes muy humildes tuvieron o están teniendo que lidiar con que parecería que los descendientes no aprecian todo lo que tienen, todas las oportunidades que tuvieron.
Las generaciones mayores se preguntan por qué los descendientes no aprecian lo que tienen, teniendo todo lo que los padres no tuvieron.
Durante las conversaciones con padres que son propietarios de empresas familiares suelen repetirse las conversaciones sobre el tema. Los descendientes no cuidan las cosas que tienen, no demuestran el mismo amor por la empresa como ellos, no se comportan con el mismo grado de responsabilidad que a los padres les gustaría. Cargando la conversación con algo de resignación, la conversación suele acercarse al final con una frase del tipo: "no entiendo; fueron a los mejores colegios, no trabajaron durante la universidad, se les compró todo lo que pedían".
Para mi, el problema no está en los descendientes, sino que los padres no pudieron resolver una paradoja (tal vez ni se dieron cuenta de la paradoja en la que estaban metidos).
La paradoja es que al darle a los hijos todo lo que los padres no tuvieron y todo lo que pidieron, los padres le quitaron a sus hijos incontables oportunidades de aprendizaje.
Esta idea no es mia. El aprendizaje da poder y libertad; el esfuerzo necesario para aprender algo, también produce responsabilidad en usar y cuidar el resultado de lo que se aprendió. Se dice que un especialista en artes marciales puede matar a un hombre con sus manos; pero en el proceso de aprender esa habilidad, también aprende a controlar su temperamento. Este control es lo que le da la libertad de saber usar bien su habilidad.
Lo interesante es que este tipo de mensajes están frente a nosotros cotidianamente. Por ejemplo, hay una escena sensacional de Parque Jurásico en donde el científico Ian Malcolm, personificado por Jeff Goldblum, explica el por qué el parque será un fracaso, antes de conocerlo. Su argumento se centra en que se está utilizando una capacidad (en este caso un desarrollo científico) sin haber recorrido el camino del aprendizaje... camino que también lleva al desarrollo de la responsabilidad (acá esta el video de la escena).
Volviendo al tema de la educación de los hijos, en general y en el contexto de empresas familiares en particular,
el desafío que los padres tenemos es resolver la paradoja de darle a nuestros hijos la mayor cantidad de oportunidades y al mismo tiempo darles la oportunidad de desarrollar responsabilidad por lo que tienen.
El cómo resolver esta paradoja es un aprendizaje en sí mismo que cada padre tendrá que realizar.
Mi propósito idealista para escribir este pequeño artículo es contribuir a que alguien comprenda la dimensión del desafío que todo padre tiene.