RRHH: de la Revolución Industrial a la Revolución Digital

El 20 de mayo celebramos el Día Internacional de los Recursos Humanos. Se pone en valor el impresionante recorrido de una profesión que ha evolucionado durante casi dos siglos, adaptándose constantemente a los cambios del mundo. Desde sus inicios en la Revolución Industrial hasta la actual Revolución Digital, los Recursos Humanos han sido y siguen siendo un elemento esencial para el éxito y la sostenibilidad de las empresas. Una profesión que nace para ponerse a disposición de las organizaciones focalizándose en el talento humano.

Os cuento un poco más cómo surge…

Es a mediados del siglo XIX, la Revolución Industrial transformó la manera en que se producían bienes y servicios. La mecanización de la industria y la producción en cadena llevaron a una creciente insatisfacción entre los trabajadores debido a las duras condiciones laborales. Fue en esta época cuando surgieron los primeros "Departamentos de Bienestar" para abordar problemas de vivienda, salud y horarios laborales. Esta área nace, por lo tanto, para dar cabida a tareas enfocadas a focalizarse en el bienestar de las personas trabajadoras, y conseguir, además, mitigar los altos índices de siniestralidad y enfermedad. No es hasta 1894 que el economista John R. Commons acuña el término "Recursos Humanos", formalizando el inicio de esta disciplina.

Además, durante las décadas de 1910 y 1920, las empresas comenzaron a reconocer a sus profesionales como activos valiosos, esenciales para el éxito del negocio, debido al conocimiento que almacenaban de los procesos productivos: la fuga de talento podía generar pérdida grave de know how, sobre todo en industrias y profesionales más complejas. Se crearon oficinas dedicadas a la gestión de empleados y empleadas, inicialmente enfocadas en acciones disciplinarias y sistemas de retribución. Con el tiempo, estas oficinas expandieron sus funciones para incluir otras tareas importantes dentro de la vida de las personas trabajadoras: desde la contratación hasta la desvinculación, pasando por la evaluación del desempeño o las acciones disciplinarias. Una etapa muy marcada por la gestión y el control de la productividad de las personas y en la que cada vez más funciones “sociales” eran asumidas por los departamentos de Recursos Humanos.

No obstante, durante las décadas de 1970 y 1980, la perspectiva de los Recursos Humanos cambió significativamente. Se empezaron a considerar factores psicológicos y sociológicos, además del rendimiento laboral. Proactivamente, los/as profesionales de Recursos Humanos comenzaron a priorizar la adaptación de los empleados a la empresa y a fomentar una mayor independencia dentro de la estructura organizativa. El concepto de clima laboral también ganó importancia, subrayando la necesidad de un entorno de trabajo positivo y motivador.

El Presente y Futuro de los RRHH

Hoy en día, en plena Revolución Digital, los Recursos Humanos nos encontramos en una nueva etapa de transformación. La tecnología ha revolucionado la gestión del talento, desde la contratación hasta el desarrollo profesional. El software de Recursos Humanos y las herramientas digitales permiten una gestión más eficiente y personalizada, adaptada a las necesidades individuales. Este cambio permite un enfoque más humanista, con la priorización de tareas que permiten aportar más valor y una gestión más proactiva de las necesidades de las personas y de las organizaciones.

En conclusión, a medida que las empresas navegan por un mundo cada vez más digital y globalizado, la función de los Recursos Humanos se ha vuelto más crítica que nunca. Los departamentos de RRHH no solo gestionan el talento, sino que también impulsan la innovación y el crecimiento sostenible de las organizaciones. Celebramos, por lo tanto, la evolución de esta profesión esencial y su continuo impacto positivo en el mundo empresarial.

Brindo por todas esas personas que han decidido dedicarse a los Recursos Humanos, que se esfuerzan en adaptarse a los cambios, optimizan su tiempo y multiplican el valor del talento en las organizaciones. Especialmente, celebro a quienes ven más allá de los números y resultados, buscando siempre el equilibrio entre las necesidades del talento y los intereses empresariales.

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