COMPARARSE CON OTROS: ¿QUÉ PUEDE SUCEDER?
Por rafel.orantes@conconexion.net - Consultor en RRHH y Capacitador
En el año 68 A.C., cuando Julio César tenía 32 años y era sólo un funcionario de 4a. categoría para la república romana, se registró de forma anecdótica, en un sitio de Gadez (actual Cádiz), muy cerca del Templo dedicado a Hércules, Hispania Ulterior (provincia romana y actual España), su llanto conmovedor frente a la estatua de Alejandro Magno...Ya que Alejandro Magno extendió su imperio Macedonio hasta la India, en sólo 33 años de vida, y él, Julio César, a sus 32 años era sólo un regidor insignificante... se dice que César dimitió de su cargo y se regresó a Roma para tomar un papel más protagónico para la Historia... (cosa que con toda seguridad, logró). La anécdota se oficializó para la posteridad, gracias al insigne escritor Suetonio, en su célebre obra, Los doce Césares.
LO BUENO Y LO ADVERSO DE COMPARARSE
Julio César mantuvo una inspiración permanente de la vida de Alejandro, y quiso también trazar una trayectoria imbatible como conquistador, razón por la cual, expandió el Imperio Romano hasta las nuevas provincias de Galia, Helvecia, Germania, Belgica, Britania, Egipto, entre otras. Podemos deducir que en este caso la Comparación con un personaje histórico, trajo grandeza al Dictador Romano, al punto de ser reconocido como el gobernante de transición de la época Republicana hacia la época Imperial. Por eso, después de Cayo Julio César, los siguientes emperadores hubieron de adoptar el nombre genérico de César.
Más allá del caso de este extraordinario personaje histórico, existen diversos escritos sobre la comparación que hacemos en general los individuos con otras personas, por ejemplo, en los años 90's, surgió el estudio de Collins, que dividía la comparación en 2 categorías básicas, ASCENDENTE y DESCENDENTE. También dicho estudio analizaba si quien se comparaba con otros, en el momento actual estaba SATISFECHO o INSATISFECHO con algunas condiciones de su vida.
En panorámica general, quienes se comparan pueden cosechar algunas veces, estímulos positivos para mejorar su conducta y en otras ocasiones, frustración de constatar que su desempeño es menor al de otras personas. El tema siempre es controversial y difuso, ya que las condiciones de vida entre una persona y otra, son y serán siempre diferentes.
MODELAR: Roger Banister corre la milla en menos de 4 minutos
Hasta la mañana del 6 de mayo de 1954, ningún ser humano conocido, había logrado según los registros de varios cientos de años, correr la distancia de una milla (1609 metros) en menos de 4 minutos. Sin embargo, una vez que Roger Banister lo logró ese día... provocó que en sólo el siguiente año de su azaña, fueran 37 los deportistas de élite, que lo lograsen...
De lo cual se deduce que hay una zona positiva en el acto de compararse, que puede llevar a una persona a sobreponerse notablemente a sus propias limitaciones.
Los estudiosos de la "Motivación Personal" le llaman a esto: MODELAJE. Y consiste en buscar a personas que hayan logrado los resultados que se anhelan en la vida, investigar sus acciones y creencias, para emularlas y reproducir su nivel de éxito.
LA PARTE CONTROVERSIAL: Pretender vivir la vida de otr@
Hay una anécdota graciosa de un padre que admiraba mucho la vida de Napoleón, al grado de ponerle a su hijo el mismo nombre del flamante Emperador de los Franceses... De manera que conforme fue creando al joven, trataba de motivarle, aunque a la vez le frustraba, recitando la frase trillada: "A tu edad, Napoleón había logrado..." y le citaba, paso siguiente, tal o cual hazaña del insigne militar.
Acumulando fuerzas de la flaqueza que le provocaba esta práctica de su padre... el joven se atrevió a responder a su progenitor, de la siguiente manera:
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Padre:
-"A tu edad Napoleón ya era General"
Hijo:
-"A tu edad, Napoleón ya era emperador"
Alejandro Jodorowsky recomienda a los padres, meditar cuidadosamente sobre el nombre que le pondrán a sus hijos, ya que un nombre es una palabra poderosa que puede desatar fuerzas profundas del subconsciente en este campo de la comparación con otros... Un nombre tenderá a construir una expectativa en la persona nombrada, de vivir como vivió aquel personaje que inspiró a sus padres, por ejemplo, a pretender vivir como su abuelo, como Napoleón, etc.
UNA CARRERA QUE PIERDE EL SENTIDO, EL SABOR, EL RITMO DE LA VIDA
Hay un punto en la vida en que se detonan estas fuerzas de comparación y las personas pueden confundirse en torno a su profunda identidad, en torno a su naturaleza, en torno a la velocidad a la que deben direccionar sus pasos...
Por lo que es propicio como cita John Maxwell en su libro, Vive tus sueños, que tomemos una reflexión exhaustiva y nos respondamos con toda honestidad y serenidad: ¿Responde lo que estoy haciendo a mi propio proyecto de vida o estoy viviendo para agradar a otros, en la visión del mundo que ellos tienen y no es auténticamente lo que brota de mi propia naturaleza?
UNIENDO LOS PUNTOS
A veces, citando la metáfora del Dr. Jorge Ángel Livraga, vamos por la vida en un tren sin saber si el destino de dicho tren es una plácida estación o un doloroso descarrilamiento.
Por lo que es de vital importancia detenerse un momento, enfocar los sueños naturales y preciados del alma, revisar los propios paradigmas y cuestionarse el rumbo, decidir si se desea acelerar o bajar la velocidad. Centrarse en las cualidades individuales, aceptarse y poder verse al espejo expresando con claridad: "sé quien soy, qué quiero, qué vivo, hacia dónde me dirijo".
Tal vez mantendremos las decisiones actuales, tal vez cambiaremos algunas o muchas. Lo importante es clarificar las metas genuinamente, los propósitos que encienden el alma. Lanzarse resueltamente al rumbo que en verdad llena la propia existencia. A lo mejor se irá más lento, o de repente más rápido... sin embargo el camino será placentero y de real evolución, porque será el propio camino, aquel que conduce a la conquista de sí mismo.