Saliendo de la Parcela

Comencé mi periplo laboral siendo muy joven, a fin de costear mis estudios universitarios; y como no han sido pocos los años desde este inicio, he observado en ese devenir laboral que en casi todas las empresas donde he trabajado, así como las que he escuchado en boca de mis allegados; que en la mayoría de ellas, sea cual sea su área de influencia; comercial, servicios o manufactura; en sus procesos o departamentos existen parcelas. Algunas abiertas, otras con concertinas o alambre de púas y las hay hasta minadas en sus alrededores.

Tal vez exagero un poco, lo admito; pero lo que quiero decir es que existen líderes que defienden sus procesos a capa y espada, y eso es totalmente válido, sin embargo, lo que no considero una buena práctica son aquellos que “minan” sus departamentos a fin de que otros líderes de procesos complementarios, o sus mismos colaboradores, no se atrevan ni siquiera a opinar de sus prácticas o procedimientos, enrareciendo el ambiente laboral, negando toda posibilidad de formar un Team Work, tal como se concibe en la práctica deportiva por equipos.

Hace años leí en un libro de administración y gestión empresarial, compilación de varios autores, que plasmaban en capítulos individuales experiencias de diferentes empresas, algunas exitosas, otras no tanto, lo siguiente:

“En las organizaciones siempre hay águilas. ¿Quiénes son estas águilas? Son empleados que tienen una visión estratégica de largo alcance; ven las oportunidades y las aprovechan; pero estos empleados, al igual que las águilas, vuelan solas; es allí donde el líder también debe agudizar su vista para detectar estas águilas”.

Ahora; ¿Cómo un líder puede ver más allá de su área de influencia si “mina” su departamento, encerrándose en dicha parcela? Es evidente que no.

Al cambiar esta visión, se tiene una importante oportunidad de mejorar los procedimientos, desde su adecuación a los tiempos actuales, hasta su reingeniería total, pero esto no se logra solo, encerrado en su proceso, se obtiene al salir de la parcela, rompiendo ese paradigma, escuchando, analizando, escribiendo, eliminando la dañina práctica de "en el camino nos enderezamos". Se consigue formando y cohesionando un equipo que obtiene los mejores resultados aprovechando las oportunidades, al mejor estilo de Peter Drucker.

Cierro con una célebre frase de Andrew Carnegie que expresa claramente que tuvo una aguda visión para captar sus “águilas”:

 “El secreto de mi éxito fue rodearme de personas mejores que yo”.

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