Salud mental en Latinoamérica: ¿Cómo lo enfrentan distintos países desde el ámbito laboral?
Continuando con el tema de la salud mental hoy abordaremos los aspectos clave en cuanto al cómo distintos países de la región están enfrentando esta condición desde sus políticas y visión.
Y es que los muy distintos gobiernos a lo largo de Latinoamérica han creado políticas públicas específicas para abordar la salud mental con el objetivo de garantizar el acceso a servicios de calidad para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos mentales. Al avance de estas políticas, las empresas se adaptan a las situaciones de distintas formas. Veamos los aspectos clave de cada país.
Argentina: La salud mental en Argentina solo se encuadra en un tema profesional cuando deriva de una patología o de un episodio acontecido directamente en el ámbito laboral. De hecho, la Ley de Discapacidad incluye a la salud mental, e incluso se promulgó la Ley Nacional de Salud Mental, que promueve la atención comunitaria.
Brasil: Si una empresa tiene muchos empleados ausentes por enfermedades relacionadas al ámbito laboral, incluidas las enfermedades mentales, la compañía debe atender y procurar que disminuyan los casos. Algunas organizaciones complementan el pago al empleado porque muchas veces la compensación del Sistema Único de Salud (SUS) es baja.
Chile: Los gobiernos de Latinoamérica están trasladando parte de sus responsabilidades a las empresas. En Chile así ocurre, y es que en el tema de salud mental las compañías están ocupadas en el bienestar de sus empleados. El gobierno se dio cuenta del aumento del problema de salud mental en el país, sobre todo, a partir de la pandemia; y generó que la atención de la salud mental ampliará la cobertura dentro de las Garantías Explícitas de Salud (es por ley que todos los chilenos deben tener acceso).
Colombia: En este país existe una obligatoriedad de apoyo de las empresas a sus empleados en temas de salud mental, particularmente en casos de emergencia. Adicionalmente, las organizaciones tienen que impartir programas de manejo de estrés y gestionar programas de intervención según la encuesta aplicada en las compañías.
Las ausencias laborales por depresión ya están cubiertas en Colombia, y pueden llegar hasta 180 días.
México: Los esfuerzos tanto de las empresas como del gobierno se han basado en seguir las normas, legislaciones y políticas públicas que buscan la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de los problemas mentales y riesgos psicosociales en lugares de trabajo.
Sin embargo hay una brecha de tratamiento, es decir, entre el número de personas que padecen un trastorno y los que reciben atención: 81.4% de afectados no recibe una atención apropiada. De ahí que se lanzara una campaña nacional para reducir el estigma y promover la atención de la salud mental en la población.
Perú: En este país, la salud mental ya está regida por una ley y las enfermedades mentales forman parte del Aseguramiento Universal de Salud, esto quiere decir que tanto el Estado como las compañías de seguro tienen la obligación de otorgar programas psiquiátricos y todos los males están cubiertos. Esto no quiere decir que sean gratuitos, sino que quizá haya que pagar algún deducible.
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Este es un perfil de aspectos clave nada más, para fomentar el uso de los servicios de salud mental en toda la región es necesario abordar diversos factores, desde la educación y la sensibilización hasta la accesibilidad y la disponibilidad de servicios. La promoción de la atención temprana y las intervenciones comunitarias también pueden ser efectivas para fomentar el uso de los servicios de salud mental. Hay que resaltar la importancia de los recursos humanos
y el liderazgo para fomentar la búsqueda por el tratamiento de sus empleados, mantener la confidencialidad y crear un ambiente acogedor.