Confianza, tolerancia y compromiso
"Empezar algo es fácil, lo realmente difícil es mantenerse" – Anónimo
Estamos cada vez menos acostumbrados a tolerar la frustración, a mantener una disciplina y a tener fuerza de voluntad, es por esto que buscamos resultados inmediatos y no pensamos que para alcanzar un objetivo es necesario ser constantes, "picar piedra", olvidamos por decisión propia la verdadera motivación (llegar a la meta) y terminamos renunciando o haciéndolo a medias, esto abarca demasiados temas como por ejemplo:
- Proceso de reinsersión laboral
- Mantener un trabajo
- Proyectos personales
- Hacer ejercicio
- Tener una dieta balanceada
- Terminar estudios
- Conquistar a alguien
Es un tema de compromiso que no estamos dispuestos a tener porque no nos gusta la incertidumbre o necesitamos saber la fecha en la que alcanzaremos nuestro propósito.
La baja tolerancia a la frustración nos hace evitar, no querer enfrentar el esfuerzo a invertir por predisponernos a la catástrofe, sabemos que existen probabilidades de que salga mal y acudimos al autosabotaje inconscientemente o peor aun conscientemente sin querer descubrir si las otras probabilidades de lograr nuestro objetivo son posibles; esto termina convirtiéndose en un ciclo que condiciona la falta de confianza en nosotros mismos.
“Si tu no confías en ti, terminarás reflejando tus pensamientos”
Si tu esquema de pensamiento se basa en no tomarte en serio, en no creer en ti, los resultados que tendrás no van a ser positivos y mucho menos exitosos. Para poder lograr este compromiso con nosotros mismos es necesario tener un cambio de actitud integral, y como todo, es un proceso en el que tenemos que hacer un cambio positivo en cada pensamiento y decisión que tomemos al día día, empezando desde que suena el despertador, reconociendo nuestros recursos y aprovecharlos para alcanzar nuestros objetivos, alimentando con hechos la confianza en nosotros mismos.