¿Se puede escoger empresa? ¡Deberías!
Como es natural después de más de treinta años de carrera, he atendido varias ocupaciones y emprendimientos. También como proveedor, he estado cerca de decenas de otras organizaciones. Con esa experiencia y usando el tamaño y el sector, me atrevo a generalizar algunas percepciones sobre tipología organizacional. Son generalizaciones ya que dos grandes transnacionales que compiten pueden ser muy diferentes entre sí (aunque seguro coinciden en muchas perspectivas).
Lo primero que quiero destacar es que, para alguien de sistemas, de RR.HH. o para un abogado, será muy distinto trabajar en un banco, una fábrica o un cadena de tiendas (en un cliente), que, hacerlo en una empresa de computación, una consultora de RRHH o una firma, respectivamente (un proveedor). Las cosas son diferentes cuando tu cargo es de apoyo a cuando es estratégico o cercano al "negocio" de la organización. Con eso en mente, todo lo que escribo a continuación podría variar.
En las micro y pequeñas empresas, todo queda más cerca: lo bueno y lo malo. Prácticamente estás obligado a protagonizar todas las temporadas y no hay espacio para pasar desapercibido. Normalmente te toca ayudar a construir la estructura y las herramientas y eso te permite diversificar tu experiencia. La sensación de seguridad o estabilidad es mucho menor que en organizaciones más grandes y con trayectoria. Hay menos burocracia y menos reglas, de nuevo, para bien y para mal. La personalidad del dueño marcará tus días y más vale que te caiga bien.
A medida que las empresas crecen y maduran, suelen ser más burocráticas (lo escribo sin la connotación negativa del término), con más reglas y distancias, pero también con mayores y, eventualmente, mejores beneficios para sus colaboradores. Son empresas con más estructura y herramientas disponibles y, en consecuencia, la gestión cotidiana es menos dispersa. Las empresas maduran y crecen como consecuencia de estar haciendo bien las cosas y, en consecuencia, se hacen mucho más resistentes al cambio.
Las corporaciones transnacionales pueden ser vistas como el tope de la pirámide poque han crecido, madurado y traspasado fronteras, por lo que muchas cosas están listas para usar. Aprovechan al máximo la esencia de sus colaboradores, que suelen invertir muy poco en desarrollar herramientas (a menos que su cargo sea para eso), sino en aprenderlas, adaptarlas a su mercado y usarlas. La organización suele estar ampliamente especializada y siempre hay (o debería haber), alguien a quien acudir cuando se requiere una opinión experta en casi cualquier tema. Son empresas que saben que la velocidad del equipo es la del más lento, por lo que suelen empujarlos primero y apartarlos si no aceleran. Aun así, pueden ser lentas en algunas decisiones y cambios debido a su tamaño y controles. Como en organizaciones de cualquier tamaño hay vicios e injusticias, pero estas organizaciones se esfuerzan por combatirlos.
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Por su parte, los nuevos emprendimientos podrían ser una cuarta categoría que mezclan características de las demás.
Moviéndonos al filtro del sector, al abanico es mucho más amplio, así que toca ser solo ilustrativo. Aunque la transformación digital y “el algoritmo” están penetrando en todos los sectores industriales, el tipo de negocio influye mucho en la experiencia de trabajar con una organización. Las de servicio y las tecnológicas suelen estar muy centradas en el talento como pieza indispensable. De otra manera, en las fábricas, el centro está más cerca de la receta, la producción y la maquinaria. Las de ventas y distribución, de su mercadeo, planificación de compras y logística. Las de energía, minerales y explotación suelen ser enormes, con grandes márgenes y muy reguladas, al igual que las de servicios públicos básicos. El sector público es una historia propia y completamente diferente al resto.
En mi opinión, es de extrema importancia que al escoger empleador o cliente (dependiendo de quien lea), consideres tu sintonía e interés con su sector y tamaño y hagas un esfuerzo por analizarlos. La alineación de propósito, valores e intereses es fundamental. Cuando las necesidades arrecian (de emplearse o de vender), es probable que hacer esta alineación parezca un lujo, sin embargo, a mediano y largo plazos, he comprobado que es un paso básico e indispensable porque uno debe saber siempre cuan dispuesto está a convivir con su elección, por ejemplo, tratando de indagar cuan ágil es, cómo toma decisiones, cómo enfrenta los cambios, cómo maneja su tesorería, cómo reacciona a una contracción del mercado y cómo ve y planifica para el futuro. Es tu opción porque muy seguramente cada empresa hará lo propio contigo.
Muchas gracias por leer y que tengas un día extraordinario.