Shakti: John McLaughlin y su incursión en la música clásica hindú
Como estudiante formal de música siempre se es necesario tener una perspectiva abierta a las diferentes expresiones y tradiciones musicales que se generan en cada rincón de nuestro planeta a través de los tiempos. Una visión y voluntad abierta para su estudio, entendimiento y aplicación en nuestras interpretaciones es clave para un desarrollo íntegro, no sólo como músicos profesionales, sino también para nuestra propia humanidad. Dar un acercamiento a la investigación de instrumentos y lenguajes musicales, junto a los personajes que las impulsan, desarrollados en regiones de los cuales no somos provenientes y de los que, por ende, muchas veces no estamos acostumbrados a estar en contacto en nuestras academias; el estudio y entendimiento hacia el porqué el músico busca expandir su lenguaje más allá de las fronteras geográficas y culturales que lo limitan es el propósito de este texto y de la cátedra al cual va dirigido.
Nacido en Doncaster, Inglaterra en 1942, John McLaughlin, músico y guitarrista, también conocido como Mahavishnu John McLaughlin, es uno de esos personajes que se atrevió a explorar más allá de su entorno musical usual. Hombre dedicado a una constante búsqueda de evolución personal y profesional, es considerado junto con su antiguo mentor Miles Davis como uno de los pioneros del género fusión en el Jazz y con su proyecto Shakti, del cual nos enfocaremos en este ensayo, dio paso a lo que en Estados Unidos se atribuye como World Music.
McLaughlin es proveniente de una familia de músicos, siendo su madre una concertista de violín. En su juventud, estudió violín y piano pero a los 11 años de edad centró su interés en la guitarra influenciado por la música flamenca y el jazz del violinista Stéphane Grappelli. Tuvo su notoriedad a su llegada a Estados Unidos a finales de los 1960’s al trabajar como guitarrista acompañante en la banda de Miles Davis, participando en álbumes fundamentales en el género del jazz eléctrico como In A Silent Way, Bitches Brew, A Tribute to Jack Johnson y On The Corner.
La década de 1970’s fue la época en que marcó su interés por la música clásica de la India. Su desarrollo e incursión en este estilo musical se fue notando con ciertos retazos en el álbum My Goal Beyond, que cada vez se hacían más notorios en los dos primeros álbumes de su proyecto The Mahavishnu Orchestra, pero no fue sino hasta Shakti donde empezó a encontrar la manera de fusionar la música rítmicamente compleja y linear de la India con las armonías occidentales típicas del jazz.
Ese llamado que tuvo hacia la música hindú no se dio de manera fugaz y espontánea. McLaughlin ya era practicante del arte del Yoga y la meditación al mudarse a los Estados Unidos y fue gracias al manager del guitarrista Larry Coryell que conoció al maestro espiritual Sri Chinmoy Kumar Ghose. McLaughlin fue discípulo de Sri Chinmoy junto con Coryell y Carlos Santana. Esa identificación que tuvo con la cultura, la necesidad de aplicar las enseñanzas religiosas hindúes en su cotidianidad, de revelar esos conocimientos a través de su música fue lo que lo indujo a incursionar en el aprendizaje de la música clásica de la India.
En su página web oficial McLaughlin comenta: “En 1971 mi fascinación por la cultura de la India continuaba. Busqué y encontré a un maestro del cual podría aprender apropiadamente el tocar su música, el Dr. S. Ramanathan, quién estaba enseñando Música del Sur de la India en la Universidad de Connecticut. Fue ahí cuando me convertí en un alumno extracurricular de él y comencé a aprender a tocar la Vina (…) Continué mis estudios con el Dr. Ramanathan hasta 1973 ya que me di cuenta que no podía tocar la Guitarra y la Vina al mismo tiempo. Durante ese tiempo me presentaron al violinista Dr. Lakshminarayanan Shankar, quien de paso también enseñaba ahí, y se planteó la idea de tocar los dos junto al maestro de las tablas Zakir Hussain, y ahí fue que nació la idea de Shakti. Después de terminar mis estudios de Vina, me convertí en alumno extracurricular de el maestro del Sitar Ravi Shankar donde ahondé más en el estudio de la teoría musical del norte y sur de la India.”
Shakti fue en efecto la culminación de más de siete años de estudios y dedicación de McLaughlin a la música clásica hindú. Para su ejecución, se mandó a crear una guitarra con ciertas especificaciones que pudieran satisfacer su necesidad de emular los colores, articulaciones y expresiones de esta música, basados en las características de la Vina, instrumento que Mclaughlin había estudiado con anterioridad. La Guitarra Shakti, como fue llamada, fue creada para este propósito. Usando la tapa de una Gibson J200, el luthier Abraham Wechter fue el encargado de realizársela. Tenía el diapasón escalopado, que no permitía la pulsación de la cuerda en contra de esta, también se caracterizaba por el uso de trece cuerdas, de las cuales siete de ellas eran usadas como pedal y resonantes que estaban tensadas diagonalmente, cruzándose con las otras seis de configuración estándar. Esto fue inspirado directamente por la configuración de la Vina, que tenía cuatro cuerdas tocables y tres acompañantes.
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En una entrevista, McLaughlin comentaba que: “Las afinaciones de la Guitarra Shakti variaba dependiendo la pieza a tocar. La música era exclusivamente linear, así que lo que era importante para mí era extraer los acordes más expresivos que estaban encarnados en los modos que tocábamos. Por ejemplo, en ‘Joy’ usamos un modo que inventamos, E-F-G#-A-B-D. Pero yo afinaba las cuerdas pedales en diferentes maneras con tal de que sonaran como una onda. Yo pasaba horas probando diferentes afinaciones hasta conseguir la adecuada.”
McLaughlin quiso desprenderse de la presión de la industria discográfica de crear éxitos remunerables en el género y explorar, de forma más profunda, sus diferentes facetas como músico. En Shakti él explora más allá en las relaciones armónicas entre la música Indostaní y Carnática con el Jazz, y el efecto musical que creaban. Hay que tomar en cuenta que la música hindú, ya sea en su forma popular o clásica, usualmente comparte una relación paradigmática entre sus métodos de improvisación y los de la música del Norte y Suramérica. Tanto la música hindú como el jazz están profunda y expresivamente basados en la improvisación. Ambos emplean la improvisación derivados de motivos subyacentes en una pieza y el conocer los conceptos de ambos lenguajes puede incrementar considerablemente el vocabulario musical de un intérprete o un compositor y puede ser un muy buen recurso de improvisación y composición.
La música de Shakti amalgama la música del Norte de la India (Indostaní) con la del Sur (Karnática). La música Indostaní, con sus notas pedales, es muy afín con la música hecha en las Américas. Sus orígenes aristocráticos, junto con su influencia Persa durante el Imperio Mogol, hicieron que fuera muy cosmopolitizada y muy receptiva a influencias foráneas. Dado que las leyes islámicas de la época no permitían que en la música se adorara a nada más que a Allah, pues hizo que la energía creativa de la música indostaní se hiciera maleable. La música karnática, del sur de la India, estaba más enraizada en la música folklórica cotidiana de la zona, con reglas un poco más estrictas a seguir que la indostaní.
Shakti y la cultura hindú creó un gran impacto en la vida de John McLaughlin no sólo en el ámbito espiritual sino inclusive en su ámbito musical y técnico en el proceso de la ejecución de la guitarra como instrumento, tanto así que el diseño del diapasón escalopado se le fue integrando a algunas de sus guitarras eléctricas. Con Shakti, McLaughlin no buscaba crear una nueva y definitiva personalidad musical, ni una identidad comercial que lo resaltara en la industria musical, sino un proyecto, un taller, con el que explorar los éxtasis infinitos de la complejidad musical oriental. La influencia de la música de la India se oye en cada uno de sus proyectos después de Shakti, esa correlación entre la espiritualidad y la música fue el que lo atrajo a estudiarla y le cambió su perspectiva como artista y ser humano.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y ELECTRÓNICAS