SIN PIZARRA NO HAY PARAÍSO

Una de las cosas que no me canso de repetir es: “Escribe tus metas en una pizarra”, ya sean metas diarias, mensuales o anuales, pequeñas o grandes. Escribirlas ya de por sí es un método que te hará interiorizarlas, pero tenerlas ahí en una pizarra que puedas ver todos los días es una forma de que estén presentes en tus planes.

Tenía 11 años desde que empecé a aplicar este método y fue una de las mejores enseñanzas que heredé de mi madre. Concienticen a los niños a gestionar sus tiempos, a hacer planes, a interiorizar sus logros, eso les permitirá valorar el esfuerzo tanto de ellos como de quién los apoya para lograrlos. Les servirá para toda su vida.

He cultivado ese hábito hasta ahora y doy fe de que funciona. Es por eso que constantemente lo aconsejo cuando escucho a alguien decir que el año se pasó tan rápido que no pudieron cumplir sus metas o lo que habían planeado. Les pregunto ¿Qué hiciste para lograrlo? Y me dicen que solo lo habían pensado pero que nunca trazaron un plan con pasos, plazos y presupuesto de ser necesario. (Las 3P básicas de una meta).

Cada 31 de diciembre realizo mi plan anual del próximo año, es mi forma de iniciar un nuevo año sabiendo lo que quiero lograr. Es como una cábala, pero de acciones no de suerte. Porque si no te tomas el tiempo de planear y diseñar lo que quieres en tu vida, tendrás que acostumbrarte a lo que la vida te quiera dar.

No estoy en contra de quién realiza sus cábalas, pero no basta con creer que cerrando los ojos y pedirle al destino que haga lo suyo mientras te comes las 12 uvas debajo de una mesa, corriendo con una maleta por toda la manzana o poniéndote un color específico de ropa. Se trata de desearlo y hacer todo lo que esté en nuestras manos para lograrlo.

Escribe tus metas en una pizarra y colócala en un lugar donde todos los días la veas, en la cabecera de tu cama, en el espejo del baño, en la puerta de la refrigeradora, donde desees, pero hazlo y empezarás a ver resultados. Créanme que la satisfacción de ir tachando las metas cumplidas es una de las experiencias más enriquecedoras que podrán sentir.

¡Ese futuro ideal que imaginas es posible, pero piénsalo, escríbelo y ejecútalo! Y recuerda que sin pizarra no hay paraíso, solo ideas o palabras vacías. Cada año esa pizarra será borrada de las metas logradas y llenada por las nuevas y es precisamente cada año que esa pizarra te irá acercando a tu objetivo final.