Sobre el deporte y los negocios:

Tengo que confesar que soy una fanática de hacer deporte, no solo porque realmente disfruto entrenar, sino porque pienso que éste saca lo mejor de las virtudes humanas. Una persona que hace deporte es, por lo general, disciplinada, organizada, orientada al resultado y exigente consigo misma. Además, hacer deporte contribuye a que tengamos un mejor estado de ánimo y a liberar hormonas como la dopamina, la serotonina y la endorfina.

En esta época mundialista, creo que conviene hablar de lo mucho que los deportes nos aportan para el mundo de los negocios.

Lo primero que considero loable en el mundo deportivo, es que los deportistas son exigentes consigo mismos antes que con los demás. Cada deportista entrena para ser la mejor versión de sí mismos, para llevar su cuerpo más allá de los límites y para cumplir sus metas. Difícilmente vemos a un deportista, entrenar poco y exigirle a los demás que entrenen más. Al respecto, resalto lo importante que es aplicar este principio estoico en el mundo de los negocios, ser exigentes primero con nosotros mismos antes que con los demás. Como directivos, seamos más como los deportistas, entrenemos más, aprendemos más, sirvamos más, busquemos la mejor versión de nosotros mismos y, de esta manera, busquemos inspirar a los que nos rodean.

Por otro lado, la fortaleza física que obtenemos cuando entrenamos nuestro cuerpo, aporta a tener fortaleza mental y espiritual. Esa sensación de haber logrado nuestra primera meta del día antes del amanecer (en mi caso, alzar pesas) tiene un profundo impacto en la manera en la que abordamos el día, comenzamos nuestra jornada con tranquilidad, con mejor estado de ánimo y con una sensación de logro que nos invita a seguir cumpliendo metas a lo largo del día. Al respecto, resalto lo necesarias que son la fortaleza mental y espiritual en el mundo de los negocios, para tomar decisiones con cabeza fría, poner la ética como el primer criterio al tomar decisiones, cultivar nuestras virtudes, dar ejemplo y, para disentir, respetuosamente.

Hacer deporte es, fundamentalmente, llevar a la realidad la virtud de la templanza, el triunfo de la voluntad sobre las pasiones.  Por ello, con esta breve reflexión invito a que traigamos más del mundo del deporte a nuestras organizaciones, trabajemos en el músculo de la voluntad, para que nuestra labor se base en la disciplina, en el rigor y en la búsqueda continua de la mejor versión de nosotros mismos.

Para finalizar, al igual que le pasa a un deportista cuando para de entrenar, un directivo cuando para de aprender, se estanca y empieza a involucionar.  Por ello, los invito, no solo a que hagamos deporte, porque es algo mágico, sino a que busquemos entrenar, de manera permanente, en todo nivel, físico, espiritual y mental y ser así, agentes positivos, en cada uno de nuestros entornos, impactando a las personas, los resultados y el propósito de nuestras organizaciones. 

Un abrazo fraternal para ti que te tomas el tiempo de leer esta breve reflexión.

Rodrigo Garcia

Ingeniero Industrial USB

2 años

Excelente reflexion, gracias...

Luisa Fernanda Lara Camacho

FP&A - Finanzas y Contabilidad - Control Presupuestal

2 años

Lau, me encanto esta reflexión y si, los deportes o hacer algo que nos apasiona nos lleva a exigirnos más primero a nosotros y sacar lo mejor que tenemos para dar, que sea una invitación para muchos a no desfallecer sino a encontrar una disciplina que los lleve a nuevos caminos.

Hola Laura que buena reflexión como los deportes y su disciplina se refleja en el día a día 👌 del trabajo de uno. Me encanto esta reflexión.

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