Sociedad Netflix
Todos entendemos cómo funciona Netflix y porque nació Netflix, Blockbuster tenía una política de multa cada vez que devolvías un arriendo tarde, Netflix en sus inicios arrendaba VHS y DVD a domicilio pero bajo una premisa diferente, pagabas mensual x cantidad de dinero independientemente de cuánto tiempo tuvieras el VHS o DVD, eliminaron la multa, transformaron el mercado y el resto es historia, hoy son una tremenda plataforma de contenidos digitales e incluso productora de nuevos contenidos, aunque sus días de felicidad están contados, Disney+ y otros servicios vienen a tocar su puerta con la idea de repartir los dividendos.
Pero más interesante que Netflix y su negocio, es el cambio en los hábitos de consumo de las nuevas generaciones, estos mercados en esencia Early Adopters tienen nuevos paradigmas de consumo y estos están transformando la economía y las compañías.
Todos hemos arrendado alguna vez de nuestra vida una casa para vivir, y en una economía como la chilena con un creciente encarecimiento de los inmuebles, el poco acceso a financiamiento para mercados más jóvenes, la inestabilidad laboral constante de estos segmentos genera un resultado obvio, los jóvenes van livianos por la vida y aunque quisieran, no pueden comprar, así que arriendan, pero, el concepto de arrendar o pagar x cuota mensual por un servicio está tocando mercados impensados, las prioridades cambian con el paso del tiempo y las ultimas 3 generaciones (Y, Z y Alpha) lo están acelerando, las cosas ya no se compran, ni se acumulan, ahora se arriendan, como y cuando yo quiero, nuevas plataformas digitales extreman el fenómeno, Arbnb y Uber son iconos de esto.
Vivimos en una nueva sociedad de arrendar, de suscribirnos y de pagar por acceder a una forma de vida que millones de personas en el mundo, sobre todo jóvenes viven, la nueva sociedad Netflix, los jóvenes mostramos menos apego por lo material, somos más digitales, con más conciencia social y medioambiental, también con más inestabilidad laboral y de ingresos, esta liquidez laboral fomentada por la digitalización de procesos, de nuevos puestos freelancer, la automatización termina ayudando a fomentar el estilo de vida, arriendan vivienda, ni piensan en arrendar autos, para eso está Uber, pero comenzó a penetrar nuevos mercados, ya no arriendan oficinas, arriendas espacios de trabajo en un ambiente colaborativo, y nacen los Cowork, se arriendan herramientas para trabajos puntuales, pero eso ya es viejo, algunos le dicen leasing, pero lo nuevo es que algunos servicios ya no son solo de maquinaria, sino de herramientas, que van desde el martillo, hasta una pulidora, arriendan muebles, o casas amobladas, Ikea ya tiene un servicio de arriendo de muebles, además ahora se buscan arrendar zapatillas y hasta ropa, para que comprar si puedo pagar unos dólares por usar ropa para ciertos eventos, como cuando arrendábamos disfraces, pero para todo, espero, nunca para la ropa interior.
Recuerdan las generaciones mayores cuando se coleccionaban vinilos, libros en grandes bibliotecas, colecciones de series en DVD o VHS, incluso comics, todo esto hoy es digital, iTunes, Netflix, Spotify y Amazon son nuestras propias bibliotecas digitales, solo algunos productos logran traspasar al mundo físico, todas nuestras películas están en la red, pero aún hay coleccionistas y fanáticos que quieren tener ciertos artículos en digital, antiguamente se tenían que comprar los videojuegos, hoy se descargan por Steam, esto ha transformado la economía, pasando de una de productora de bienes a una desarrolladora de servicios con todo lo que esto significa.
Hoy al viajar no pienso en buscar un hotel, busco un Arbnb en el barrio que me agrada, no pienso en arrendar un auto en un Rent a Car, sino usar Uber o incluso si no quiero contratar rooming usar alguna app de arriendo de vehículos por horas, días o semanas, no pregunto a la gente los locales recomendados o busco una guía turística para ver los iconos de la ciudad, consulto en Maps, Zomato o Tripavisor.
Las economías de las plataformas digitales está golpeando la mesa fuerte de los negocios tradicionales, que si bien, tienen cabida en el nuevo mundo, están lejos de ser tan masivas como antes, esta economía colaborativa de compartir asociada a un consumo responsable, circular, de triple impacto, sustentable y sostenible y justo busca transformar el método de hacer negocios, en Chile, Latam y el Mundo; esta conducta aun de nicho se extiende en generaciones jóvenes y poco a poco permea a generaciones mayores, ahora veo a mi madre con Netflix viendo series y moviéndose en Beat.
Piensen en nuevos modelos que den vuelta el mercado y tengan nuevos paradigmas de accesibilidad digital, esto disminuye costos, precios y aumenta mercado, “no te quedes en el pasado”