Sopa de letras para divulgar información de sostenibilidad: GRI, NIIF y CSRD

Los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza corporativa (conocidos como ESG por sus siglas en inglés) han cobrado un protagonismo creciente no solo en el ámbito empresarial, sino también entre inversionistas, entes reguladores y consumidores. Esta tendencia ha reforzado la necesidad de comunicar de manera clara y comprobable cómo las organizaciones gestionan estos temas críticos.

El año 2024 va a ser un año muy importante relacionado a la divulgación de información ESG de las empresas, principalmente por los cambios en el ecosistema de estándares de reportes no financieros y de sostenibilidad.  Actualmente, hay tres estándares de divulgación de información de sostenibilidad o no financiera con mayor aceptación y auge a nivel internacional:

• Estándares del Global Reporting Initiative (GRI):  El GRI lanzó su primera versión en el año 2000 y en octubre de 2021 lanzó su sexta versión. Propone una serie de contenidos cualitativos y cuantitativos para divulgar información sobre los impactos más significativos de una empresa en la economía, sociedad y ambiente. En la actualidad, más del 70% de empresas a nivel mundial reportan con estos estándares. En el Perú, el 23% de las empresas cotizantes en la Bolsa de Valores Lima cuenta con un reporte de sostenibilidad; de las cuales, el 80.3% reportan con GRI. (1)
• NIIF S1 y S2. Las normas NIIF son un conjunto de requerimientos elaborados por la Fundación IFRS y que siguen las empresas cuando preparan sus estados financieros. Actualmente son reguladas en 150 países. La IFRS lanzó en junio del 2023 las NIIF S1 y S2 relacionadas a divulgación de sostenibilidad y de riesgos de cambio climático. Estas normas entraron en vigor desde el 1 de enero de 2024. Sin embargo, su obligatoriedad va a depender de que los países adopten estas nuevas normas en sus regulaciones. La NIIF S1, incorpora las recomendaciones del Task Force on Climate-Related Financial Disclosures (TCFD) y recomienda el uso de los indicadores de los estándares Sustainability Accounting Standards Board (SASB) (2). Brasil ha sido el primer país que ha incorporado a su marco regulatorio las NIIF S1 y S2, estableciendo su uso voluntario por parte de las empresas cotizantes a partir de 2024, y de uso obligatorio desde el 01 de enero de 2026.
• Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa (CSRD): Esta Directiva es una nueva ley de la Unión Europea que tiene como objetivo establecer requisitos más estrictos para la producción de informes de sostenibilidad por parte de las empresas. La CSRD entró en vigor el 5 de enero de 2023 y se prevé que los primeros reportes se publiquen en 2024. Las Normas Europeas de Informes de Sostenibilidad (ESRS), son 12 estándares desarrollados por Grupo Consultivo Europeo en Materia de Información Financiera (EFRAG) que se usarán para adecuarse a esta Directiva.

¿En qué se diferencian estos tres estándares de divulgación ESG?

Principalmente en el tipo de información de sostenibilidad que se requiere divulgar según su audiencia principal, tal como se detalla en el siguiente gráfico:

¿Cómo avanza Latinoamérica en la regulación de divulgación ESG?

• Colombia: De acuerdo con la Circular 031 de 2021 (3) , a partir de este año las empresas cotizantes deberán revelar información de asuntos sociales y ambientales, incluidos los climáticos, mediante la adopción de los estándares internacionales del Task Force for Climate Related Financial Disclosure (TCFD, por sus siglas en inglés) y de los Estándares SASB (ambos ahora parte del IFRS).
• Chile: De acuerdo con la Norma de Carácter General N°461 (4), las empresas cotizantes chilenas publican una Memoria Anual de manera obligatoria desde marzo del 2023. Esta norma incorpora los lineamientos del TCFD, GRI y obliga a reportar en los indicadores de los estándares SASB.
• México: México aún no ha implementado ningún requisito ESG obligatorio que deban cumplir las empresas cotizantes para emitir instrumentos financieros en el mercado de valores local. Sin embargo, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) ha emitido la ‘Guía de Sustentabilidad BMV’ (5), una guía voluntaria con el propósito de evaluar el desarrollo de estrategias y el nivel de cumplimiento de los estándares ESG. A la fecha, el reporte en desempeño ambiental y social es voluntario; sin embargo, llevarlo a cabo es una buena práctica a favor de los inversionistas.
• Brasil: En julio de 2023, la Bolsa de Valores de São Paulo publicó nuevas normas para las empresas cotizantes, incluidas normas ESG. Estas normas, exigen que determinadas empresas que cotizan en la Bolsa adopten determinadas prácticas ESG, incluida información sobre: si la empresa ha designado al menos una mujer y un representante de las minorías como director o funcionario; criterios para esos nombramientos; y si la empresa ha establecido criterios ESG para la remuneración variable de directores y funcionarios. (6)
• Perú: En el Perú, respecto a la divulgación de aspectos ESG, existe la Resolución del Superintendente N°018-2020 que entró en vigor en el 2021. Esta regulación exige a las empresas cotizantes responder un cuestionario de 25 preguntas relacionadas a medio ambiente, cambio climático y sociales.(7)

¿Qué va a significar estos para las empresas, sus inversionistas y los reguladores?

Lo que van a significar es que las empresas, que ya están teniendo estas expectativas, tanto de sus inversionistas como de los reguladores, realmente necesitarán aumentar su nivel de esfuerzo. Tanto en términos de coordinación en toda la organización, proporcionando y desarrollando los datos y análisis para poder publicar estos reportes, pero realmente asegurando que la información que contienen también sea correcta.

Del mismo modo que los estados financieros están sujetos a auditorías externas, estamos presenciando una tendencia similar con respecto a los informes ESG o de sostenibilidad. Esta evolución posicionará la sostenibilidad al centro del negocio, integrándola no sólo en la conversación, sino también como un componente esencial de la información financiera.

(2) SASB y TCFD forman ahora parte del IFRS. Desde este año el IFRS es responsable del monitoreo del TCFD.