Sostenibilidad, Innovación y Economía Circular: "Lo consiguieron, porque no sabían que era imposible"

El martes pasado tuve el honor de moderar un panel de lujo en @Esade, co-organizado por @ISS Facility Services y el Instituto de Innovación Social sobre #economíacircular, #sostenibilidad #innovacióncolaborativa junto a Eulalia Devesa, de ISS; Víctor García, de Interface; Marilyn Martínez, de Ellen Mac Arthur Foundation, y Borja Lafuente de Danone.

Coincidimos en que los retos son inmensos: para que la Unión Europea cumpla sus objetivos de ser el primer continente neutro en carbono en 2050, la adopción de la economía circular es clave. Según el WBCSD, este nuevo paradigma supone una oportunidad económica valorada en 4,5 billones de dólares, A pesar de ello, hoy en día la economía mundial es solo un 8,6 por ciento circular, según cifras del @Circularity Gap Report presentado en el @WEF hace pocas semanas. Hay mucho camino a recorrer en muy poco tiempo.

Sin duda, repensar modelos de negocio en clave circular y liderar el cambio hacia una transición sostenible no es tarea fácil. Pero tampoco es imposible si atendemos a las recomendaciones de nuestros ponentes.

Sumarizo aquí algunos de los elementos clave de sus aportaciones:

 1.    Ambición y liderazgo: la transición hacia una economía circular no se limita a meros ajustes para minimizar los impactos negativos en el medio ambiente, sino que representa un cambio sistémico sin precedentes. Deben proponerse metas disruptivas, -no de cambio incremental,- que inspiren a los equipos a pensar e innovar en grande y a conseguir resultados inimaginables (como el ejemplo de Mission Zero, de Interface).

2.    Cultura: poner en el centro a las personas. Es esencial que la economía circular y sus objetivos se entiendan, así como que quede clara la contribución de cada empleado a los mismos (ISS).

3.    Medición: Planificar y establecer KPIs coherentes y claros. No intentar abarcarlo todo solos, ni implantar todos los modelos de negocio posible. Empezar con lo que esté más alienado con nuestro "core business" y "expertise" (ISS y EMF).

4.    Colaboración. Es clave involucrar a toda la cadena de valor ("upstream" y "downstream") y repensar el rol de todos los stakeholders, incluso el de los proveedores y clientes, que deberán ser aliados de dicha transformación, animándolos a retar sus modelos de negocio actuales e ir más allá (iniciativa "Net- Works" de Interface). La implicación del consumidor final es esencial para lograr la plena circularidad e implica su participación activa como usuario, no solo como “recipiente” final de bienes y productos (Danone).

5.    Corresponsabilidad: Se precisa de visión compartida y de objetivos transversales, así como de cambios legislativos, alianzas público- privadas y colaboraciones sectoriales ambiciosas (“co-opetition”). Incluso en industrias altamente competitivas, compartir retos implica innovar de forma colaborativa y corresponsable (como demuestra la iniciativa “Make Fashion Circular" de EMF)

6.    Comunicación y transparencia: hay que "dejar las moquetas y salir a la calle", tener capacidad de escucha, y compartir información y know-how – incluso los errores- con todos los actores implicados, desde accionistas hasta clientes (todos los ponentes coincidieron en esta valoración).

7.    Cambiar la percepción: pasar de pensar en clave de reto a oportunidad. Pensar en circular implica salir de la zona de confort y explorar oportunidades de innovación en abierto con “unusual partners” que nos obliguen a pensar distinto.

Tal y como expresamos al final de la sesión, la #economía circular y la #sostenibilidad son palancas clave de #innovación, #competitividad y #resiliencia de las organizaciones del s. XXI. Las empresas y organizaciones audaces que la incorporen serán, sin duda, los líderes del futuro.

Tal y como decía Jean Cocteau, “Lo consiguieron, porque no sabían que era imposible”